La Guardia Civil desarticula una trama que vendía material sanitario caducado en la pandemia
14 detenidos, 300.000 mascarillas incautadas y 33 cuentas bancarias intervenidas en Valencia, Zaragoza y Gipuzkoa
La Guardia Civil ha detenido a 14 personas por formar parte de una trama de comercialización de mascarillas caducadas y de otro material sanitario sin garantías con el objeto de enriquecerse durante la pandemia, cuando más carestía había de esos productos. Hasta 300.000 mascarillas caducadas desde 2014 han sido requisadas. La trama llegó a vender sus productos sobre todo a empresas de Valencia y Zaragoza, supermercados y algunas farmacias y clínicas durante el estado de alarma, aunque la actuación de la Guardia Civil redujo a “mínimos” la cantidad que llegó al usuario final, según ha informado hoy la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
En la Operación Face Mask se han intervenido hasta 33 cuentas bancarias y los investigados podrían haber cometido delitos contra la salud pública, de blanqueo de capitales, estafa, pertenencia a organización criminal y falsedad en documento público, este último a causa de que vendían el material con documentación falsificada, para lo cual cambiaban los datos o imitaban los documentos.
Consciente del valor que adquiriría el material en el mercado en plena crisis por el coronavirus, la trama compró material a empresas en concurso de acreedores y, tras cambiar los envases y los documentos con los que venía acompañado, lo distribuyó en paquetes con guantes, mascarilla y otro material preventivo de contagio. La Guardia Civil no ha podido cuantificar el montante del material, aunque lo ha calificado de muy elevado en el momento de ser requisado.
Una vez almacenado en Valencia, el grupo pretendía distribuirlo en distintas ciudades de España, Portugal, Italia, Colombia y Turquía. Además del material caducado, se han incautado 64.525 euros. En 16 de las 33 cuentas bancarias bloqueadas se han inmovilizado 80.000 euros.
Los responsables de la trama preferían distribuir las mascarillas caducadas a empresas para que las utilizaran sus empleados, antes que distribuirlas en farmacias, ya que en éstas existe un mayor control tanto del envasado como de la documentación que ampara la fabricación, comercio, distribución y puesta a la venta al público.
María Gámez ha destacado que esta investigación “adquiere aún más relevancia por haberse producido en un momento de gran demanda de material sanitario, cuando existía dificultad para su adquisición”.
La Operación Face Mask comenzó justo después de la declaración del estado de alarma cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de un transporte de 252.000 mascarillas caducadas entre Andoáin (Gipúzcoa) y Pobla de Farnals (Valencia).
Gámez ha aprovechado la visita para presentar esta operación para celebrar una jornada de trabajo con los mandos en Valencia de la Guardia Civil.
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