El PP queda fuera del pacto para afrontar la crisis en Castilla-La Mancha

En la fotografía faltaba uno. El Gobierno de Castilla-La Mancha, Ciudadanos y el PSOE firmaron este miércoles el pacto de reconstrucción pospandemia para la comunidad. El PP, principal fuerza de la oposición, no rubricó el documento, afirmó haber sido excluido y alegó que el acuerdo es un “blanqueamiento” de la gestión del presidente autonómico, el socialista Emiliano García-Page, que gobierna con mayoría absoluta. “Hasta con la covid mercadean”, respondió el barón socialista.

El acto, que tuvo lugar en el Palacio de Fuensalida en Toledo (sede del Ejecutivo regional), pareció todo menos un evento que reflejara una tregua política entre las fuerzas regionales. El Partido Popular fue ampliamente mencionado pese a su ausencia. Sergio Gutiérrez, secretario de Organización del PSOE castellanomanchego y diputado nacional, fue el primero en soltar un golpe: “Falta el de siempre. El que nunca ha querido un acuerdo”, dijo. Alejandro Ruiz, representante de Ciudadanos en las mesas de trabajo, remachó: “No se puede estar en otro lugar que no sea aquí firmando un documento”. La cadena de señalamientos la cerró el propio García-Page: “Decir una cosa en público y hacer todo lo contrario, de forma miserable y por detrás, resulta ofensivo”.

El gran acuerdo de reconstrucción fue convocado el 13 de abril por el presidente autonómico. Los trabajos entre el Gobierno regional, representado por el vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, y los tres partidos con presencia en las Cortes castellano-manchegas —PSOE, PP y Cs— se iniciaron ese mismo día. Pero, según cuentan en los dos partidos firmantes, la falta de propuestas del PP en las reuniones temáticas les llevó a rubricar sin ellos un principio de acuerdo que se selló el pasado 19 de mayo. Fuentes de los populares reprocharon que ese preacuerdo se hizo al margen de las mesas de trabajo: “El pacto se ha hecho de puertas para dentro en Fuensalida”, acusan. Las mismas fuentes conservadoras insisten en que han sido “excluidos” y acusan una falta de interlocución con el Ejecutivo regional.

Mil millones

Las invitaciones para que los populares se sumasen continuaron, pero sin recibir respuesta, según el PSOE. En el Partido Popular niegan que esto haya sido así y recuerdan que el 29 de mayo registraron en las Cortes —cuya actividad está prácticamente congelada desde el inicio del estado de alarma— una batería de propuestas para la reconstrucción. Esas medidas, sin embargo, no fueron presentadas en las mesas de trabajo que para entonces ya se encaminaban a cerrar los últimos detalles del acuerdo.

El documento, de 31 páginas, prevé medidas que rondan los 1.000 millones de euros. Entre los puntos más destacados se encuentra la creación de un plan de diagnóstico y la auditoría de la situación de los geriátricos, donde al menos 1.269 ancianos han muerto durante la pandemia, según datos de la Consejería de Sanidad. Todos estos puntos, comprendidos en 12 capítulos, serán incluidos en un anexo a los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2020.

En el PP castellanomanchego también hay malestar con Ciudadanos, a quien acusan de “blanquear la gestión de Page”. Otra crítica de los populares se centra en uno de los puntos del acuerdo: la creación de una comisión que se encargará de revisar la gestión de la crisis del Gobierno regional: “Cs ha caído en una trampa. Nosotros ya registramos una comisión de investigación contra el presidente Page”, señalan los populares. Esta iniciativa parlamentaria de comisión de investigación, registrada el 14 de abril, difícilmente prosperará.

Estas acusaciones de los conservadores cayeron mal en el seno de Ciudadanos: “Da pena la actitud del principal partido de la oposición”, señaló Alejandro Ruiz, representante de Cs. El acuerdo, en todo caso, ha salido adelante, aunque incompleto y con una crispación política que no cesa.