Navantia pierde el gran contrato de fragatas del Pentágono
La Navy adjudica a la italiana Fincantieri la construcción de 10 buques por 5.800 millones
Duro golpe para el astillero público español Navantia en Estados Unidos. La USS Navy se ha inclinado por la oferta de la italiana Fincantieri para su programa FFG (X), el más ambicioso concurso internacional de fragatas en este momento. La decisión ha causado sorpresa porque el futuro buque debe ir equipado con el sistema de combate Aegis, de Lookheed Martin, que Navantia ha instalado con éxito en las fragatas españolas F-100 y en sus secuelas noruegas y australianas, mientras que la FREMM franco-italiana en la que se basa la oferta de su competidora carece del mismo.
La Marina estadounidense anunció el pasado jueves que el contrato, valorado en 795 millones de dólares (aunque podría llegar hasta los 5.580) se ha adjudicado al astillero Marinette Marine Corporation, en el estado de Wisconsin, adquirido en 2009 por Fincantieri, dejando fuera de juego a la española Navantia, que acudía en alianza con la estadounidense General Dynamics Bath Iron.
El programa inicial era de 20 fragatas lanzamisiles, pero el Pentágono lo ha recortado a un máximo de 10, contando un buque inicial y una serie de hasta nueve más. Los barcos se construirán en Estados Unidos, por lo que el contrato no suponía una fuerte carga de trabajo para el astillero español, pero solo el diseño y construcción del primer buque supone 795 millones (especialmente ingeniería), de un coste total (con sistemas de combate) de 1.300. A ello hay que sumar la carta de presentación internacional que representaba ganar un concurso de esta relevancia en Estados Unidos. Para reforzar su oferta, Navantia abrió el año pasado una oficina comercial en Washington.
A solo seis meses de las elecciones presidenciales, fuentes industriales estiman que la política doméstica norteamericana ha tenido gran peso en la decisión. Fincantieri no solo ha tirado a la baja el coste de su oferta, sino que ha anunciado una inversión de hasta 100 millones de dólares en su astillero de Wisconsin, un estado donde Donald Trump ganó en 2016 por solo un punto de diferencia a Hillary Clinton.
A ello se suma el que las relaciones políticas entre Madrid y Washington no atraviesan su mejor momento. Hace ahora un año, España decidió retirar la fragata Méndez Núñez de un grupo de combate estadounidense cuando este se adentró en aguas del golfo Pérsico en plena escalada de tensión con Irán. Uno de los objetivos de aquella gira con el portaviones Abraham Lincoln era precisamente mostrar a la Navy las virtudes de la fragata española.
Desde que llegó a La Moncloa, hace casi dos años, Pedro Sánchez no ha sido invitado a la Casa Blanca. Los Reyes iban a visitar por segunda vez al presidente Donald Trump el pasado 21 de abril, pero el viaje tuvo que suspenderse debido a la pandemia.
El Gobierno italiano se ha felicitado de la victoria de su compañía, mientras que el español ha guardado silencio.
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