La juez procesa a dos funcionarios de prisiones por agredir a un preso

La titular del Juzgado de Instrucción 4 de Betanzos (A Coruña), Ana Rodríguez Piorno, ha dictado un auto, conocido este martes, en el que da por concluida la investigación iniciada por la presunta agresión sufrida en octubre de 2018 por un preso de la cárcel de Teixeiro a manos de funcionarios de prisiones y la de aquel a estos. En el auto, la magistrada ordena continuar la tramitación de las diligencias por el trámite del procedimiento abreviado -el equivalente al auto de procesamiento- contra dos de los trabajadores penitenciarios por un delito leve de lesiones, y contra el interno por los de lesiones, resistencia y daños. También acuerda el sobreseimiento provisional de los otros dos funcionarios que estaban imputados al considerar que no existen "motivos bastantes para acusarlos como autores, cómplices o encubridores” de los hechos.

El suceso se produjo sobre las 10.45 del 10 de octubre de aquel año en la primera planta del módulo 13 de la prisión coruñesa cuando solo quedaba en su celda H. B. B., un preso condenado por robos con fuerza, usurpación y hurtos, entre otros delitos, y al que la dirección del centro tenía clasificado en primer grado penitenciario —el más duro— por su mal comportamiento. A esa hora cinco funcionarios acudieron al módulo para practicar el cacheo del recluso y el registro de la celda que se realiza diariamente a este tipo de presos antes de que salgan al patio.

Durante el registro, el recluso se situó en el exterior de su celda siguiendo las indicaciones de los funcionarios y se dejó cachear sin oponer resistencia, según recoge la instructora. Después, se colocó junto a la pared situada frente a la celda mientras registraban esta. En este momento, se inició entre el interno y los cuatro funcionarios que le rodeaban un intercambio de palabras durante el cual uno de los vigilantes agredió en varias ocasiones con una porra al recluso. Mientras, otro de los trabajadores también lo golpeaba y lo sujetaba con fuerza para que no se moviera.

La juez señala en su auto que, tras los golpes, el interno intentó protegerse, pero fue golpeado de nuevo por uno de los funcionarios con la defensa que portaba. El reo logró finalmente zafarse, pero los funcionarios le dieron alcance. En ese momento, el recluso reaccionó “braceando en todas las direcciones” para intentar repelerlos y, de un puñetazo, derribó a uno de ellos. Cuando los trabajadores abandonaron el módulo, el recluso volvió a su celda y rompió enseres valorados en 270 euros. Tres funcionarios sufrieron durante el suceso heridas de diversa consideración. Uno de ellos permaneció ingresado en el hospital 15 días al presentar una fractura en la mandíbula. Por su parte, el preso sufrió una contusión costal y otra en el hombro izquierdo, “sin evidencia radiográfica de fractura”.

Tras el visionado de las imágenes grabadas por las cámaras de la prisión, Instituciones Penitenciarias abrió entonces una investigación interna por lo que consideró utilización “desmedida” de la violencia por parte de los funcionarios con el preso y remitió el vídeo al juzgado de Betanzos, que inició las diligencias que ahora ha dado por concluidas. Tanto la Fiscalía como las demás partes personadas en la causa tienen tres días para interponer recurso contra la decisión de la juez.