Todos los presidentes autonómicos cierran filas con el Gobierno pese a las críticas de Torra
El ‘president’ de la Generalitat es el único líder territorial que no firma un comunicado conjunto en el que acuerdan “reforzar la acción conjunta” de todas las administraciones y mantener una comunicación “fluida y eficaz” sobre todos los asuntos que afecten a la pandemia
Pedro Sánchez recibió este domingo el respaldo explícito de todos los presidentes autonómicos a la “unidad de acción” de las Administraciones públicas ante la pandemia del coronavirus. Eso sí, el president Quim Torra y en menor medida el lehendakari Iñigo Urkullu trasladaron su malestar por la “invasión” y “confiscación” de competencias que, a su juicio, implica el estado de alerta, aunque garantizaron su colaboración plena para contener el contagio. Y la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó al Ejecutivo de no haber actuado con rapidez en una crisis con más de 7.750 contagios y 288 fallecidos.
En una crisis que se caracteriza por el ritmo vertiginoso al que se propaga el virus —con 2.000 infectados y 152 muertos más que el sábado—, el presidente del Gobierno no se llevó sobresaltos en la videoconferencia que mantuvo con los mandatarios autonómicos. Las discrepancias de los Ejecutivos catalán y vasco no pasaron de una protesta verbal. Esto es, no se tradujeron en una desobediencia frontal a las medidas que incluye el estado de alerta aprobado por el Gobierno por un periodo de 15 días, prorrogables por el Congreso.
“Coordinarnos y escucharnos no es una opción, sino una obligación”, había advertido Sánchez la víspera. El real decreto establece que el Ejecutivo es “la autoridad competente en todo el territorio” al menos durante las próximas dos semanas. De esta forma todas las Administraciones quedan bajo el mando exclusivo del presidente y de los ministros de Sanidad, Interior, Defensa y Transportes.
El tono global en las cuatro horas de reunión fue de apoyo sin fisuras al Gobierno salvo por los reparos, breves pero contundentes, del president de la Generalitat, del lehendakari y de la presidenta de Madrid, según diferentes presidentes consultados por este diario. Torra se quejó de la “confiscación de competencias” y de que “no se hubiera contado con la Generalitat” para definir las medidas de control del estado de alarma, que para el presidente catalán “solo sirven para recentralizar competencias” y no son efectivas para frenar la propagación del coronavirus. Para lograrlo pidió el cierre de aeropuertos, puertos y trenes de alta velocidad.
Distintos barones autonómicos afirman que el tono empleado por Torra fue correcto. “Vamos a estar a vuestro lado”, dijo después de mostrar sus discrepancias. Sin embargo, en una comparecencia posterior, Torra fue más beligerante. “La Constitución no es un fármaco contra el virus”, dijo, para después insistir en su idea de que se “confiscan” competencias a Cataluña. El president fue el único líder territorial que no firmó un comunicado conjunto en el que se acordó “reforzar la acción conjunta de todas las administraciones” y mantener “una comunicación fluida y eficaz” sobre todo lo que afecte a la pandemia.
Urkullu también empezó su intervención dedicando “10 segundos” a la crítica al real decreto por la “invasión de competencias”, aunque rápidamente cerró filas. El lehendakari no ocultó su “disconformidad” por no haber sido consultado por el Gobierno. El real decreto establece que todos los cuerpos de policía autonómicos y locales dependerán del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Además, todas las autoridades civiles de las administraciones públicas, en particular las sanitarias, quedan bajo las órdenes directas del ministro de Sanidad, Salvador Illa. “Mi disposición a colaborar es total, pero colaboración no es imposición”, observó Urkullu tras la videoconferencia, en la que se comprometió “por responsabilidad con el cumplimiento del real decreto”. “Lo primero es el interés general de la ciudadanía”, expuso en la reunión. Guillermo Fernández Vara, uno de los nueve presidentes autonómicos del PSOE, negó que esté amenazado el autogobierno de Cataluña o País Vasco: “No es verdad que estemos ante un 155 encubierto, y se va a demostrar en los próximos días. No se pueden aceptar 17 escenarios de decisiones, eso nos hace ineficaces e ineficientes”.
Díaz Ayuso ha cuestionado la reacción del Gobierno y la “tardanza” en la aplicación de medidas drásticas. Madrid es el principal foco con más contagios y fallecidos por el coronavirus. Ayuso ha reclamado al Gobierno 924 millones de euros para destinarlo a material sanitario como monitores y mascarillas y “salvar vidas”. “Los fallecidos son de todos. Madrid está compuesta por españoles que vienen de todo el país”, ha afirmado frente a los reproches de otras comunidades que atribuyen a ciudadanos madrileños la expansión del Covid-19. También ha pedido al presidente una “dotación extraordinaria” de fuerzas y cuerpos de seguridad en la Comunidad para labores de seguridad. Otros presidentes del PP como Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía) han cerrado filas con el Ejecutivo. El presidente andaluz ha solicitado a Sánchez que ponga más recursos económicos a disposición de las comunidades autónomas para hacer frente a las consecuencias sanitarias y económicas del coronavirus. Y ha planteado un plan de frontera que prevea no solo los controles sanitarios en los puestos fronterizos sino el eventual cierre de los mismos. “Si pedimos reducir al mínimo imprescindible el movimiento de las personas en nuestro país, no podemos dejar sin control el acceso desde terceros países, por eso es importante controlar nuestra frontera exterior”, ha señalado Moreno en una comparecencia institucional tras la videoconferencia con Sánchez. Moreno ha puesto en conocimiento de Sánchez la carta que le ha remitido el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en la que apoya las medidas tomadas por España y aconseja a los gibraltareños que no crucen la frontera.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha propuesto la creación un grupo de trabajo entre el Gobierno central y las comunidades autónomas para diseñar la recuperación económica, las ayudas a empresas, pymes y autónomos y políticas activas de empleo al máximo. También ha insistido en que garantice el suministro de material y recursos en el sistema sanitario. El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha pedido en su intervención una implicación importante de Europa, hasta el punto de que ha reclamado un “Plan Marshall europeo” para hacer frente a las consecuencias económicas y para los trabajadores que va a tener la epidemia, así como medidas estructurales para reactivar el tejido productivo. Otra petición a Sánchez ha sido que autorice a ayuntamientos y diputaciones a destinar su superávit a paliar las consecuencias del Covid-19. Alcaldes como el de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han solicitado hacer eso.
El sábado, tras su exposición de las medidas que se aplicarán durante la vigencia del estado de alarma, Sánchez expuso que el objetivo de la videoconferencia con los presidentes autonómicos era “garantizar una coordinación del más alto nivel en la respuesta urgente y necesaria” al coronavirus. “Desde la unidad, la máxima coordinación y nuestro liderazgo pleno”, incidió el presidente del Gobierno. “Todos y cada uno de los presidentes deberán dejar a un lado sus diferencias, situarse detrás del Gobierno de España y centrarse en una única misión: entre todas y todos vencer al virus. No hay colores políticos, no hay ideologías, no hay territorios. Nuestros ciudadanos son lo primero”, trasladó. Horas antes los Ejecutivos catalán y vasco ya habían mostrado su recelo a la pérdida temporal de algunas de sus competencias.
Sánchez fue contundente en su mensaje. “Insisto, coordinarnos y escucharnos no es una opción, sino una obligación. La unidad de acción de todas las administraciones públicas es una condición indispensable para salir victoriosos de esta emergencia sanitaria”. “Aprendamos de los 40 años de nuestra Constitución. En ocasiones somos 17 autonomías pero en otras, como tantas otras veces en la historia de España, debemos ser el gran país que somos. Vamos a dar una respuesta conjunta a la altura del Estado autonómico que somos con el Gobierno de España liderando al conjunto de las administraciones para dar una respuesta común”, animó a la unidad. Esta ha sido la tónica en la videoconferencia con los presidentes autonómicos.
Las peluquerías tampoco abrirán
Las peluquerías no abrirán finalmente pese a que era una de las actividades comerciales que el real decreto de estado de alarma contemplaba entre sus excepciones. El Gobierno adoptó esta decisión después que presidentes autonómicos como la de Madrid se mostrasen dispuestos a hacerlo pese a que no figurase entre sus competencias.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, le recordó a Isabel Díaz-Ayuso que el Gobierno es “la única autoridad para adoptar decisiones respecto a la eventual suspensión de actividades comerciales” y que por lo tanto la Comunidad no tiene “ninguna competencia legal” para ordenar el cierre de estos establecimientos. “Las peluquerías se cierran mañana en la Comunidad de Madrid”, afirmó la presidenta de Madrid en redes sociales pasadas las 16.30. Tres horas más tarde La Moncloa zanjó la polémica.
Con información de Mikel Ormazabal, Eva Saiz y Marcos Lema.
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