Viaje al corazón de Europa
La combinación de naturaleza, experiencias, gastronomía y transportes sostenibles hacen de Suiza un país repleto de posibilidades. La guía ‘Made in’ Suiza proporciona un completo resumen de todo lo que ofrece al visitante.
Conocer un país no se limita a viajar a él. Una tierra contiene muchas más cosas que calles, plazas y monumentos, y todos ellos contribuyen a crear una personalidad específica. En el caso de Suiza, confluyen muchos elementos que hacen de este país en el corazón de Europa un lugar diferente. Una nación conocida internacionalmente por la belleza de sus paisajes, desde sus cimas nevadas a sus más de 1.500 lagos, que también posee una vida urbana y cultural vibrante.
Un territorio que recoge las culturas de buena parte del continente y en el que se hablan cuatro lenguas: alemán, francés, italiano y retorromano. Una tradición gastronómica que tiene en el queso y el chocolate dos iconos y la vocación de convertirse en uno de los destinos turísticos más limpios gracias a su red de transporte público. Todo ello queda resumido en ‘Made in’ Suiza, una completa guía en descarga gratuita que sirve para preparar un viaje a un país siempre dispuesto a sorprender al visitante.
Turismo swisstainable
El cuidado por el entorno natural es una de las características de Suiza más conocidas internacionalmente, una filosofía que el país quiere hacer extensiva al turismo que recibe. Bajo el término swisstainable, un juego que une las palabras “Suiza” y “sostenibilidad” en inglés, pone en relieve todas las medidas que ha destinado para que el turismo sea cada vez más sostenible. Para ello, cuenta con una de las redes de transporte público más densas del planeta, con más de 28.500 kilómetros de longitud entre líneas de tren o autobús. Esta apuesta permite que el 76% de la población del país utilice habitualmente en este tipo de transporte, y facilita al visitante los desplazamientos para conocer el país.
El Swiss Travel Pass es un único billete que incluye todos los transportes públicos, del tren al barco o el autobús, con viajes ilimitados dentro del periodo elegido y que incluye otras ventajas. A la entrada gratuita a más de 500 museos del país se unen accesos gratuitos a cimas como Rigi, Stanserhorn o Stoos o la posibilidad de reservar en sus trenes panorámicos.
Basilea: un baño en el Rin
La guía ‘Made in’ Suiza también se adentra en las ciudades, descubriendo sus planes culturales, lúdicos y gastronómicos. A través de la red de ferrocarril, podemos crear rutas que conecten los principales núcleos urbanos. Una ruta por Basilea, por ejemplo, nos permite combinar su vibrante vida cultural, con muros pintados por artistas locales a modo de lienzos, con un baño en el Rin en el barrio de Kleinbasel cuando llega el verano. Otra de las opciones que ofrece es un paseo en bici por el Drelländerbrucke, un puente peatonal en cuyo trazado pisamos tres países distintos: Francia, Alemania y, por supuesto, Suiza.
Ginebra: cuna del chocolate
Estilosa y cosmopolita, Ginebra es también la cuna de varias tradiciones típicamente suizas. Los amantes del chocolate pueden hacerse con el llamado chocopass, que incluye una degustación por algunas de los principales establecimientos que han hecho de este dulce un arte. La playa de Eaux-Vives, a orillas del lago, permite darse un baño mientras se divisa el icónico Jet d’Eau, un atracción que propulsa 500 litros de agua por segundo hacia el cielo. Una visita en bici eléctrica a los viñedos de los alrededores o un rafting en los rápidos del río Arve son otras de las propuestas para el viajero.
Lucerna: historia y cumbres
A los pies de los Alpes, Lucerna combina algunos de los paisajes más espectaculares del país con una rica tradición en sus calles. Los 2132 metros del monte Pilatus son una de sus principales atracciones, al que se puede llegar atravesando el lago en barco en una excursión de un día. El cercano monte Rigi es otro de los imprescindibles, desde el que disfrutar de unas impresionantes vistas o, incluso, relajarse en un resort sostenible al que solo es posible acceder en barco.
Friburgo: esencia Suiza
Conocida como la “mini Suiza”, Friburgo condensa la mayor parte de señas de identidad del país. Sus queserías tradicionales son un tentación para el paladar, y cada otoño se celebra una travesía en la que los pastores guían a las vacas que se ha convertido en una auténtica fiesta popular. Una experiencia gastronómica gourmet en el lago Murten o la visita a la primera fábrica de chocolate del país, en el cercano pueblecito de Broc, son otras de las propuestas de la guía.
Zúrich: estilo y diseño
La cosmopolita Zúrich, por último, nos ofrece vibrantes recorridos a pie para visitar sus numerosos ateliers de diseñadores locales, entre los que el visitante incluso se puede diseñar unas zapatillas de deporte personalizadas. Un chapuzón en uno de sus badis, balnearios al aire libre disponibles para locales y viajeros durante el verano, o degustar la ginebra local elaborada con botánicos autóctonos, son otras de las experiencias que ofrece.
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