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Así como la superposición de ruidos urbanos ensordece, una tierra quemada puede ser la nada o puede serlo todo: un espacio infinito, un silencio falso acostumbrado al viento o una promesa constante de polvo. Cuando el fotógrafo belga Emmanuel Torfs viajó a las islas Canarias el verano pasado, temía perder su mirada, no interesada tanto en lo bello y lo brillante, sino en lo ordinario y lo cotidiano. Pero Lanzarote encajaba perfectamente con la mente del fotógrafo autodidacta. Por la sencillez y la soledad de sus paisajes y de su arquitectura. Mientras ahí fuera la vida está llena de incentivos, ruidos, plazos, autocuestionamiento y contaminación visual, en Lanzarote los únicos hitos son la arena, la piedra y la lava, observa Torfs. Para retratar esa belleza banal, sin poesía ni afectos, que conforman la serie Errance in Spain, se inspiró en el libro Errance, de Raymond Depardon. El prodigioso director de documentales captura la soledad suspendida en el presente eterno de las estepas, carreteras y desiertos de sus viajes por el mundo. Depardon huye de las reglas clásicas de la fotografía para plasmar la pureza de su mirada, y Torfs intenta mantenerse lo más cerca posible de lo que ve, “sin glamur y sin enfatizar el tema”. El efecto es esa presencia humana que parece colarse en el fondo de sus paisajes. En la imagen, unas tumbonas solitarias en un
terrado en Arrecife, la capital de Lanzarote.
9 fotos

Lanzarote, belleza al vacío

El fotógrafo belga Emmanuel Torfs viajó hasta las islas Canarias durante el verano de2021 buscando soledad y aquel vacío que, por no ser, no es ni poético. Entre carreteras, montañas y pueblos de Lanzarote lo halló

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