En busca de la esencia de Japón: 11 localizaciones en un viaje que recordarás para siempre
Entre la vorágine de sus grandes urbes aún se pueden encontrar las huellas del Japón tradicional. Estos son los destinos que necesitas conocer


Si has viajado ya a Japón, quizá te haya sorprendido que hoy en día cueste tanto encontrar la esencia del Japón tradicional en las grandes ciudades como Tokio o Kioto, en la actualidad copadas por el manga y todos los estímulos digitales habidos y por haber. También es posible que aún no lo hayas visitado y quieras profundizar en sus raíces. En cualquiera de los dos casos, estas localizaciones que te proponemos a continuación seguro te inspirarán para embarcarte en tu próximo viaje al país nipón.
EL PAÍS Viajes organiza, junto con Patricia Paulo, experta en este destino, un itinerario exclusivo por la esencia del país. “Entre maravillosos paisajes, nos adentraremos en templos milenarios y santuarios sagrados. Comprenderemos las raíces del sintoísmo, la profundidad del budismo, su sincretismo y su presencia viva en cada rincón del país. Participaremos en una ceremonia auténtica en un santuario sintoísta, donde tradición y espiritualidad se entrelazan, y aprenderemos el arte del shodō, la caligrafía japonesa, donde cada trazo es un acto de belleza y concentración”, explican desde la web. Este viaje a Japón está previsto para el 12 de mayo de 2026, coincidiendo con la primavera, una estación estupenda para conocer el país. Durante 13 días se explorarán rincones auténticos como los que podrás ver a continuación. ¡Buen viaje!

Distrito de Asakusa en Tokio
La ciudad de Tokio aún conserva lugares donde se puede viajar en el tiempo. En el distrito de Asakusa, tras atravesar el enorme puerto de Kaminarimon, “la puerta del trueno”, el camino nos guía hacia el emblemático templo de Sensoji, al cual se accede por la calle Nakamise repleta de puestos típicos de comida y pequeñas tiendas donde comprar amuletos o suvenirs al igual que otras muchas curiosidades. Este templo se remonta al año 645 cuando se terminó de construir. A su alrededor se puede contemplar la pagoda de cinco pisos de Goju-no-To y bonitos jardines. En este mismo espacio también se halla el santuario de Asakusa, que rinde homenaje a los fundadores de Sensoji.

Distrito Ueno en Tokio
En el distrito de Ueno se puede caminar por la calle Ameyoko, un verdadero mercado abierto y en el parque de Ueno. Dentro del estanque Shinobazu está el templo de Benten-do. Este parque público estará floreciendo en primavera, son muy populares sus cerezos en flor. Fue donado por el emperador Taisho a la ciudad de Tokio en 1924, y en él vas a encontrar numerosos edificios sagrados como el templo Kiyomizu Kannon-do y el templo Benten-do dedicados a la diosa de la riqueza y la fortuna Benten. Su particularidad es que está dentro del estanque Shinobazu. Es de acceso gratuito. En este mismo parque también puedes visitar el Museo Nacional de Arte Occidental, diseñado por el prestigioso arquitecto Le Corbusier y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Santuario de Meiji, en Tokio
El santuario de Meiji, un santuario sintoísta dedicado a los espíritus del Emperador Meiji y a su mujer la emperatriz Shoken, está situado en un bosque que cubre un área de 700.000 metros cuadrados con cerca de 120.000 árboles de 365 especies diferentes. Sin duda, es un lugar pensado para desconectar del ruido y pasear tranquilamente. Los caminos que llevan al santuario principal respiran, precisamente, la esencia de Japón.

Nikko, la pequeña ciudad en las montañas de la prefectura de Tochigi
¿Arquitectura, historia y naturaleza en un mismo lugar de Japón? Efectivamente, Nikko reúne todas esas cualidades. La pequeña ciudad de Nikko, acomodada en las montañas de la prefectura de Tochigi, en la región de Kanto cuenta con una gran cantidad de santuarios, recintos sagrados y sus onsen (los típicos balnearios japoneses) que hacen que sea un centro religioso y un lugar de reposo. En Nikko se encuentra el santuario Toshogu, uno de los más importantes del conjunto de templos y santuarios nombrados patrimonio de la humanidad por la Unesco, así como el templo Rinno-ji. En total, su patrimonio está formado por 103 estructuras repartidas en tres complejos. Podrás completar la visita con el Museo del Tesoro de Toshogu en la entrada del complejo.

La ciudad de Kamakura y el templo Kotoku-in
Desde Tokio, a una hora de trayecto, la ciudad de Kamakura ofrece un viaje al pasado gracias a sus templos. Es uno de los centros históricos de Japón que siempre merece la pena visitar. Uno de sus templos más venerados es el templo budista Kotoku-in, donde está la majestuosa figura del Daibutsu, la segunda estatua más grande de Buda en Japón, y una de las más hermosas. El templo de Hasedera, el de Engakuji, Jochiji, Kenchoji, estos tres apodados como “las cinco montañas de Kamakura”, son templos budistas zen que merece la pena conocer.

El parque nacional de Fuji-Hakone
Cerca de Tokio, el parque nacional de Fuji-Hakone nos muestra en todo su esplendor la naturaleza japonesa, especialmente del monte Fuji, el más turístico y emblemático de Japón. Desde el parque, por el teleférico, se puede ascender al monte Komagatake para disfrutar de una espectacular vista del paisaje y del lago, así como la majestuosa presencia del monte Fuji (siempre que el tiempo lo permita).

Santuario de Ise, el más importante de Japón
Si existe un santuario importante en Japón, ese es el de Ise, que está dedicado a la diosa sol Amaterasu. Visitar este lugar sagrado es trasladarse a la esencia de Japón, más si lo haces cruzando el mítico puente Ujibashi, construido en madera. El edificio más destacado de todo el complejo de Ise-jingu es Niaku, construido en el siglo IV. El sintoísmo es la religión autóctona de Japón e Ise compone de 125 santuarios dentro de los que se encuentran los de Naiku y Geku.
Desde aquí se puede continuar por carretera hacia la montaña sagrada de Koyasan, centro del budismo shingon, una de las escuelas budistas más importantes del país con más de 1.200 años. Allí se pueden visitar el templo Kongobuji y la pagoda Konpon Daito.

La antigua capital imperial de Nara
En la antigua capital imperial de Nara, el templo Todaiji es la construcción de madera más grande del mundo que aloja la estatua del Gran Buda; además también sirve como cuartel de la escuela budista Kegon. Por supuesto, de la ciudad de Nara no puedes marcharte sin recorrer el parque de los ciervos sagrados y el santuario Kasuga, este fue construido en el año 768 para honrar a cuatro deidades, ya que en Japón es común que se honre a más de un dios en los espacios religiosos.

El bosque de bambú de Arashiyama y los jardines del templo celestial del dragón, en Kioto
En Kioto, entre centros comerciales y barrios ultramodernos, también vas a encontrar lugares más espirituales como el bosque de bambú de Arashiyama, un bosque mágico y tranquilo, situado en Sagano en la parte occidental de Kioto. En Arashiyama, los jardines del templo del dragón celestial o templo Tenryu-ji son una joya natural donde experimentar las estaciones del año. Es especialmente sorprendente el momiji, la contemplación del otoño en Japón.
Anota en la ciudad la visita al templo Ryoan-ji, que alberga el jardín de piedra más antiguo del país; y un paseo a pie para descubrir los barrios de Gion y Pontocho, emblemáticos por la arquitectura tradicional, casas de té, tradicionales tiendas y restaurantes. Sigue siendo el escenario donde es posible ver geishas y maikos en su día a día.

El laberinto de Toris, el más fotografiado de Kioto
Seguramente esta sea una de las fotografías más icónicas de Japón: cientos de turistas cada año pasean por el laberinto de Toris y se fotografían en él. Es un clásico. Lo cierto es que más allá de su fama actual, las puertas forman parte del santuario Fushimi Inari, consagrado a la diosa de Inari, la de las buenas cosechas. Atravesar el arco de puertas de color naranja para llegar al monte Inari es una de las rutas senderistas más bonitas de Japón, además de las más antiguas, porque el santuario data del año 711, antes de que se concibiera la ciudad como tal.

Uji y la ceremonia del té
Aunque la ceremonia del té ya no sea una costumbre moderna, cada vez menos frecuente sobre todo en las zonas urbanas, tal y como nos explicaba en una entrevista en exclusiva a EL PAÍS Viajes, el experto en Japón Marc Morte, la ceremonia del té es una tradición que sí se sigue realizando en algunas zonas de Japón para preservar, precisamente, las tradiciones. En la ciudad de Uji, abundan las plantaciones de té y las casas de té donde la ceremonia se sigue realizando. Esta es una tradición del budismo Xen que conviene vivir si estás de viaje en Japón.
*Si quieres más información sobre este y otros viajes similares, consulta nuestra web de EL PAÍS VIAJES.
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