Las islas Cíes, mucho más que un paraíso donde bañarse
Este archipiélago gallego ofrece a sus turistas cuatro rutas a pie para disfrutar de sus impresionantes vistas, sus bonitas playas y su abundante flora y fauna, además de oportunidades como la de bucear en sus aguas cristalinas
Si tenéis como objetivo visitar el paraíso y no queréis salir de España para ello, estáis de enhorabuena porque en Vigo, dentro del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, se encuentran las Islas Cíes. Y os aseguro que, si el paraíso existe, se tiene que parecer y mucho a este lugar.
Las Islas Cíes, cuáles son y dónde se ubican
Tres son las afortunadas islas que componen este archipiélago, no tan conocido como otros españoles. Sus nombres son: San Martiño (o isla Sur), Monteagudo (o isla Norte) y Do Faro (o isla Del Medio). Mientras que San Martiño es una isla independiente, las otras dos están unidas por la espectacular Playa de Rodas, en la que se puede disfrutar de aguas tan cristalinas como fresquitas. Estas tres preciosas islas se sitúan a escasos kilómetros de la costa de Vigo. Se ven fácilmente desde la ciudad, pero os aseguro que es en persona cuando más ganan.
Cómo visitarlas
Adentrarse en las Islas Cíes es muy sencillo si sabes cómo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que se pueden visitar como turistas que van a pasar el día y vuelven a las horas o como campistas que van a pernoctar (en el camping de las propias islas, no de manera libre). En cualquiera de los dos casos, hay un cupo máximo de personas que pueden acudir cada día y esto es algo que se regula mediante la concesión de autorizaciones. Así que, si vais como visitantes, vuestra primera parada será esta web para pedir una autorización de manera gratuita. Si, en cambio, vais a acampar allí, lo primero que tendréis que hacer es gestionar vuestra estancia con el camping, en esta página y, una vez formalizada la reserva, ellos gestionarán por vosotros la autorización.
Si aceptáis un consejo, y para que os hagáis una idea, en los meses de julio y agosto es mejor que no os planteéis conseguir plaza para viajar a las Cíes el mismo día de la visita. Durante esos meses, es mejor gestionar el permiso con semanas de antelación para evitar sorpresas (podéis hacerlo hasta con 90 días de antelación). Sin embargo, en otras épocas del año, como en temporada baja, se puede ir al puerto directamente y gestionar el permiso el mismo día. Sin ir más lejos, yo lo hice así el pasado mes de mayo. Compré el billete en el puerto y ellos mismos se encargaron de gestionar allí la autorización (también hay que decir que era un día de entre semana y que si hubiera ido el fin de semana no hubiera sido posible porque estaba lleno).
Una vez solucionado el tema del permiso de visita, tocará comprar el billete de ferry que os lleve hasta allí, y, para ello, hay que tener claro desde qué punto queréis embarcar. En función de esto, optaréis por una compañía u otra. A pesar de que las navieras más conocidas son Mar de Ons y Piratas de Nabia, hay otras compañías, como la Naviera de las Rías gallegas, Cruceros Rías Baixas, Cruceros Do Ulla, o Naviera Bahía Sub, que cubren el trayecto desde diferentes puntos de partida. Los horarios y precios de los billetes están disponibles en sus correspondientes webs.
Por cierto, para los bolsillos más pudientes: existe la alternativa de visitar las Islas Cíes en barco privado, a tu aire. Sin duda, más cómodo, aunque también más caro. Eso sí, hay que tener en cuenta que llevar tu propio barco no te exime de tener que pedir autorización para visitar las islas. Para tramitar este tipo de fondeos, debéis mirar la web de Illas Atlánticas de Galicia.
¿Qué se puede hacer en las Islas Cíes?
A pesar de que mucha gente solo las ve como un lugar paradisíaco en el que bañarse y pasar el día, tienen muchas más cosas que ofrecer. Uno de sus principales atractivos son sus rutas a pie, de varios niveles de dificultad, que llevan al caminante a lo largo de paisajes de película. Actualmente, hay cuatro distintas que han sido diseñadas y señalizadas por los responsables de las islas. Estas están divididas por colores y cada una tiene su encanto, duración y dificultad, todo indicado en el conjunto de señales del parque.
En mi opinión, la ruta azul, llamada del Alto do Príncipe, es la más adecuada para hacer al llegar a las Cíes. El desnivel que tiene es tan solo de 95 metros y la longitud es de 1,7 kilómetros (solo ida). Da una buena perspectiva de la isla y de los paisajes que se ven desde la misma. Si buscáis algo más complicado u os habéis quedado con ganas de más, la ruta amarilla, de nombre Ruta del Faro de las Cíes, es la más compleja, con 175 metros de desnivel y una longitud de 3,5 kilómetros solo ida. Hay que tener en cuenta que tal pendiente invita a tener unas vistas espectaculares de la zona y que lleva, como su propio nombre indica, al Faro de las islas.
Para quienes busquen las pendientes más suaves y pasear junto al mar, está la ruta verde, llamada del Faro da Porta. Y, por último, tenéis la ruta roja o del Faro de Peito, que recorre la isla norte y que, a pesar de ofrecer también buenas vistas, personalmente me quedo con cualquiera de las tres rutas anteriores.
También hay buenas noticias para los amantes del buceo, y es que la fauna marina de las Cíes está al alcance de su vista. Eso sí, con permiso especial para ello. Hay varias compañías que llevan los bautismos de buceo e inmersiones en esta zona. Basta echar un vistazo en Google para que el buscador te ofrezca varias soluciones. Así que, si es vuestra pasión, a por ello.
Además, como paraíso que son, las Islas Cíes tienen una flora y fauna propias y dignas de admiración. En vuestra visita podréis ver plantas autóctonas, como las camarinas o las linarias arenarias, y también animales como los cormoranes moñudos o las gaviotas patiamarillas, que crían en las Cíes y con las que os recomiendo que tengáis cuidado, sobre todo si acaban de criar y tienen allí a sus pequeños. De lo contrario, podéis acabar con la camiseta sucia, algún picotazo en la cabeza y volviéndoos virales, como me pasó a mí en este vídeo.
Pasar un día tranquilo de playa (¡Pero qué playa!)
Si buscáis tranquilidad, sol y paraíso, hasta el periódico The Guardian nombró a la playa de Rodas como la mejor del mundo, así que está claro que no os va a defraudar. En las Cíes hay varios restaurantes, pero también sois libres de llevaros vuestra propia comida a modo de pícnic y comer en la playa lo que os apetezca. En cualquier caso, si se os olvida algo o no queréis cargar con la bebida, podréis adquirirla allí. Eso sí, tened en cuenta que en las Cíes no se puede dejar basura. Lo que llevas, te lo traes de vuelta.
Si necesitáis mapas de la zona, o aclarar alguna duda respecto a la visita, hay un par de centros de visitantes. Uno en Vigo y otro en las propias islas. Aquí podréis consultar más información al respecto sobre horarios y ubicación.
Esperamos que este post acerca de las Islas Cíes os haya dejado tantas ganas de visitarlas como a nosotros de volver a verlas. Y es que Vigo engancha (no es porque sea yo de allí…).
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