Hay bocados (y vinos) con estrella que merecen un viaje, más allá de las papas con mojo

Tradicionalmente, la fama de la cocina canaria ha ido de la mano de sus alimentos y recetas “de toda la vida”. Pero, en los últimos años, la oferta gastronómica del archipiélago ha evolucionado hasta convertirse en una de las principales motivaciones de viaje para los millones de turistas que, cada año, disfrutan de sus vacaciones en las Islas Canarias. La punta de lanza de esta nueva escena gastronómica es una cocina creativa y original que, con la base en los productos locales, fusiona sabores y haceres de siempre con un enfoque contemporáneo que ha merecido, con toda justicia, los honores de la Guía Michelin.

Nada menos que siete restaurantes canarios, repartidos entre las islas de Tenerife y Gran Canaria, fueron galardonados en la última edición de la prestigiosa publicación francesa. Así, dos estrellas alumbran la carta del M.B., el restaurante que dirige Martín Berasategui en el resort The Ritz Carlton, Abama, donde también se encuentra el Abama Kabuki, otro de los seis locales premiados con una estrella. El resto de este sabrosísimo All Star gastronómico canario, todos ellos con una estrella Michelin, lo componen los tinerfeños El Rincón de Juan Carlos, en el hotel Royal Hideaway Corales Resort, y el Nub Restaurante del Hotel Bahía del Duque ‒ambos en Costa Adeje (Tenerife)‒ y los grancanarios La Aquarela y Los Guayres, en el hotel Cordial Mogán Playa ‒ambos en Mogán, al sur de Gran Canaria‒ y Poemas by Hermanos Padrón, en Las Palmas de Gran Canaria.

Las propuestas gastronómicas de todos ellos comparten la pasión y la maestría en su uso, por los excelentes productos gastronómicos propios de las Islas: pescados, frutas, hortalizas, carnes, quesos… Por ejemplo, el Gran Menú Degustación del M.B. presenta una cuidada selección de los platos de mayor éxito del restaurante, para los que se seleccionan a diario los mejores ingredientes del mercado, de producción local, asegurándose siempre de contar con productos de kilómetro 0. Y en el Rincón de Juan Carlos, la combinación del producto local con los más selectos productos internacionales dan como resultado una cocina en la que manda el equilibrio de los sabores.

En Gran Canaria, los restaurantes premiados comparten, también, excelentes ubicaciones en las que la belleza de la isla es un atractivo más, y no menor. Así, la terraza de Los Guayres recrea los típicos balcones canarios, y es el marco ideal para disfrutar de una carta en la que su chef, Alexis Álvarez, pinta de autor la cocina tradicional canaria, y en la que no faltan productos isleños, desde gofio o carne de cabra, a pescados como el cherne o el atún rojo. Y en La Aquarela, todo un histórico de la escena gastronómica canaria, su chef, Germán Ortega, salpica de creativos detalles nórdicos su invitación a descubrir la cocina canaria más moderna en la que, como en gran parte de los restaurantes de las Islas Canarias, manda el mejor producto local.

El verdadero protagonista

En la excelencia de este producto local tiene mucho que ver la ubicación geográfica de las Islas. El clima subtropical que las acaricia, reconocido como uno de los mejores del mundo, su condición de cruce de caminos entre Europa y América –las Islas fueron la primera escala de muchos de los alimentos del nuevo continente que se incorporarían a nuestras cocinas–, y su origen volcánico, llenan de sabor a una colección de manjares únicos. Es el caso de los plátanos, las papas canarias, el gofio, la miel de Tenerife o quesos como el palmero de La Palma, el majorero de Fuerteventura o el Flor de Guía de Gran Canaria.

La exquisita despensa canaria no termina ahí: pescados autóctonos como la vieja, el cherme o el dentón, y platos tradicionales como el rancho canario, el cabrito adobado y, por supuesto, las papas arrugás con mojo –tanto verde como rojo– definen el mapa gastronómico de unas Islas que están para comérselas.

Los grandes vinos canarios

Los vinos canarios representan un forma diferente y atrevida de entender el vino y, por supuesto, de elaborarlo: las cepas de malvasía –las más antiguas de Europa– se plantan una a una en el suelo volcánico, protegidas por pequeños muros de piedra, y se vendimian, también una a una, a mano.

“Alegra los sentidos y perfuma la sangre”, dijo William Shakespeare en varias de sus obras de este exquisito vino blanco, el más famoso de la producción vitivinícola de las Islas Canarias, donde hay once denominaciones de origen, un dato que no todos los amantes de la enología conocen. Uvas tradicionales empleadas en la península, como tempranillo, cabernet sauvignon, moscatel o albillo, y otras propias y únicas, como el peculiar listán negro, dan como fruto una excelente colección de vinos. Salud.

Si quieres conocer más curiosidades sobre las Islas Canarias, pincha aquí.

Este contenido, patrocinado por Turismo de Islas Canarias, está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional