Cochinillo y poesía en Ávila
El poeta y periodista Carlos Aganzo cuenta sus viajes para explorar las tierras de Castilla donde san Juan de la Cruz nació y vivió
Para el poeta Carlos Aganzo, ser miembro de la Academia de San Juan de la Cruz de Fontiveros (Ávila) es un orgullo. Su devoción por el poeta místico ha llevado al también periodista a explorar las tierras de Castilla donde san Juan nació y vivió.
¿Qué huellas suyas hay en Fontiveros?
Está la iglesia donde nació, la capilla de San Juan, que tiene un retablo barroco. Y también han convertido la antigua fábrica de harinas en una posada rural llamada Centro de San Juan de la Cruz, que tiene una biblioteca con obras del poeta místico y un salón de actos para recitales y otros actos. Y, por supuesto, están los paisajes que aparecen en su poesía.
Háblenos de ellos.
Lo más característico de esta comarca de Ávila, llamada La Moraña, es la sensación de horizonte sin fin, presente en la obra de San Juan de la Cruz. Es un paisaje muy abierto, una estepa llena de mieses que cambian de color con cada estación o incluso con el viento. También hay aguas subterráneas como las que él menciona en sus poemas. Es un paisaje muy espiritual; lo llamo “la llanura mística”, y no solo me refiero a Fontiveros, también a Arévalo y Madrigal de las Altas Torres.
Empecemos por Arévalo. ¿Cuál es su lado místico?
De allí era un escritor anónimo llamado El Mancebo de Arévalo, que escribió un tratado que recoge el saber que preservaron los criptomusulmanes moriscos. Y un lado menos místico es el de su tostón, que es como allí llaman al cochinillo asado, y que tiene hasta un monumento en la ciudad. En Arévalo hay un par de hornos donde asan todos los cochinillos del pueblo. Es un espectáculo ir allí a comer. El Asador Las Cubas (asadorlascubas.com) tiene su horno propio, pero el resto de lugares, al menos hasta hace poco, lo compartían.
No se olvide de Madrigal de las Altas Torres.
Claro que no, porque allí está el palacio del rey Juan II, padre de Isabel de Castilla. Y allí nació la reina Isabel. Se puede visitar, aunque hoy forma parte del convento de Nuestra Señora de Gracia, que es de monjas de clausura.
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