Posada del Adarve, perspectivas de Albarracín
Un hostal del pueblo turolense cuyas habitaciones miran hacia la muralla, el río y la catedral
Puntuación: 6,5 | |
Arquitectura | 8 |
Decoración | 6 |
Estado de conservación | 6 |
Confortabilidad habitaciones | 5 |
Aseos | 5 |
Ambiente | 5 |
Desayuno | 8 |
Atención | 9 |
Tranquilidad | 8 |
Instalaciones | 5 |
Adherida a un torreón de la muralla medieval, esta construcción de aires mozárabes se mimetiza en el entramado de calles empedradas que conforma el epitelio histórico-monumental de Albarracín, junto a una de sus entradas más antiguas, el Portal de Molina. La perspectiva desde este rincón sobre el chaflán que cincela la monumental Casa de la Julianeta pide un momento Instagram. O incluso dos. Junto a las vistas de la muralla escalonada desde el río Guadalaviar, no hay otro enclave mejor para colocar el trípode y anunciar en las redes que esto es Albarracín. La existencia física y onírica de Teruel.
Lola Lozano, la propietaria, lleva sus buenos años hilvanando sábanas y sonrisas entre las piedras de este arco incógnito de seducción hospitalaria. Lo mismo atiende con renovada emoción a los huéspedes que llegan en fin de semana como madruga a por el pan y los cruasanes que harán luego las delicias a la hora de desayunar. Aquí la delicadeza es más necesaria por el rigor histórico de los muros, en teoría fundados en 1741, aunque existen indicios de una construcción aún más antigua, como en muchas de Albarracín. Se necesita amor para salvar la adustez de las vigas de madera, los estucos residuales, los ventanucos oteadores del recinto monumental. Y lencería fina, marquetería, detalles de galanura por conseguir esa atmósfera cálida y acogedora que envuelve su casa.
Solo cinco habitaciones, en apertura hogareña, definen la estancia. Cada una reconocida por un nombre propio. El Fogón, así llamada porque conserva el fogón original de la casa, aunque en verano es fresquita por su orientación. La Alcoba, otra suite como la anterior, con un techo pintado de azul y estrellas, ofrece una estupenda cama de matrimonio ampliable a otras dos camas supletorias. La Muralla, una buhardilla que antiguamente hacía de granero, tiene vistas a un lienzo de muralla. Los Atrojes, otra buhardilla utilizada de granero que mira sin ambages a la catedral. Y El Río, pequeña pero resultona en su rusticismo, orientada al paseo fluvial.
Por supuesto, no se puede llegar en coche hasta el hostal. Conviene estacionarse en el aparcamiento inmediato al túnel y ascender a pie por una calle hasta el adarve de la muralla. ¿Hay algo más tentador que pasar un fin de semana en el que ha sido votado por los lectores de EL PAÍS como el pueblo más bonito de España?
Posada del Adarve
- Categoría oficial: hostal rural.
- Dirección: calle del Portal de Molina, 23. Albarracín (Teruel).
- Teléfono: +34 978 70 03 04 y +34 615 97 07 69.
- Web: posadadeladarve.com
- Instalaciones: salón de estar con biblioteca.
- Habitaciones: 3 dobles, 2 suites.
- Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
- Precios: desde 45 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 4 euros, IVA incluido.
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