Cildá , tertulias al calor de la chimenea
A menos de 10 minutos de Aguilar de Campoo, un cuidado hotel en plena Montaña Palentina
Qué podía hacer Raquel Rodríguez Alonso, una joven licenciada en Económicas, en su pedanía natal de 45 habitantes subsidiaria del ecosistema turístico de la Montaña Palentina? Pues construir un hotelito de seis habitaciones en dos plantas abuhardilladas justo enfrente de la casa de sus padres. Su armazón hueco le procura un atrio hogareño desde el que prestar atención a los huéspedes y asomarse a la casa familiar.
Puntuación: 6,5 | |
Arquitectura | 6 |
Decoración | 6 |
Estado de conservación | 8 |
Confortabilidad habitaciones | 5 |
Aseos | 5 |
Ambiente | 6 |
Desayuno | 7 |
Atención | 10 |
Tranquilidad | 8 |
Instalaciones | 4 |
El hotel toma su nombre del cerro que se significa más en el valle por los asentamientos neolíticos e ibéricos embrionarios del importante pasado visigodo y romano que tuvo la comarca. De hecho, el vocablo es una desinencia cántabra de civitas, ciudad. Su altitud de 975 metros ofrece unas estupendas vistas del cañón de la Horadada y un gran número de senderos para recorrer tanto en invierno como en verano. Claro que hasta hoy la clientela mayoritaria del establecimiento llega por trabajo o reuniones corporativas en las muchas empresas galleteras que dan fama a Aguilar de Campoo, municipio al que pertenece este pueblo.
Raquel los trata a todos por igual. Conoce sus costumbres e incluso sus aspiraciones. El desayuno, desde el amanecer si hace falta, invita a deleitarse con la bollería casera que su madre ayuda a elaborar cada día. No hay cenas en la casa, dada la nutrida oferta de restaurantes en la zona, empezando por el cercano El Convento de Mave, donde ella aprendió los rudimentos de la profesión hostelera. Aunque no falta un platillo de quesos y embutidos como apaño cuando el cuerpo pide cama y chimenea. Las tertulias nocturnas son, a veces, el mejor pretexto para quedarse despierto un rato más.
Una claraboya central ilumina el pasillo que distribuye los dormitorios. Son todos sencillos y relucientes de nuevos, sin ninguna afectación ornamental. Una cama, una silla, unos apliques de lectura y poco más. Eso sí, los colchones tienen buen apresto y unos cojines mullidos para tumbarse a leer o admirar el panorama exterior. Tres dormitorios proyectan una pequeña terraza con mesas y sillas. El primero, abajo, está adaptado a personas con movilidad reducida. El tercero añade a lo esencial una zona de estar amueblada con un butacón de época. El último, más al resguardo de la madera, depara como lujo principal una bañera de patas.
Cildá
- Categoría: 2 estrellas.
- Dirección: avenida de Aguilar de Campoo. Olleros de Pisuerga, Palencia.
- Teléfono: +34 626 19 24 37.
- Web: hotelcilda.com
- Instalaciones: jardín, salón, comedor de desayunos.
- Habitaciones: 6 dobles.
- Servicios: una habitación adaptada para discapacitados; no admite animales.
- Precios: desde 60 euros la habitación doble, desayuno e IVA incluidos.
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