Hotel Nelva, habitaciones luminosas

Que un hotel del que no se espera nada se convierta en el todo de un viaje redime cualquier incomodidad y justifica el gasto. Así merece el descolorido Nelva, del grupo hotelero Santos, ser tenido en cuenta a la hora de pasar noche en Murcia para una reunión de trabajo, una cita de negocios o un encuentro festivo multitudinario. Porque esta es su ventaja competitiva frente a otros establecimientos de la capital, su docena de espacios deslumbrantes para celebrar congresos, convenciones y banquetes. Hasta un total de 3.070 personas caben en los salones en función de sus diferentes configuraciones: cóctel, teatro, escuela, imperial, banquete, cabaret y en U. Todo ello sumado a las 250 habitaciones que se suceden, nueve plantas arriba, en un vasto complejo situado cerca del Palacio de Congresos y el centro comercial Las Atalayas. Nadie ofrece más por aquí.

El acceso es inmejorable. Por 13,20 euros se puede guardar el coche en el garaje del hotel. José Antonio Pinilla, director de alojamiento, vela por todos los detalles de bienvenida. A solo un semáforo se encuentra el Centro de Cualificación Turística, donde se forma a los profesionales que practicarán en el Nelva todo lo aprendido allí. Son atentos, amables, bien educados y, sobre todo, simpáticos. A menos que acucie el sueño, dan ganas de quedarse unos minutos de pie conversando con ellos.

En verano, para qué resistirse a un chapuzón en la piscina exterior, siempre soleada y bien mantenida. En invierno lo que se impone son unos minutos en el gimnasio con vistas a esa piscina y sus jardines de alrededor. Algo caros para lo que ofrecen, los desayunos causan indiferencia en algunos huéspedes, y decepción en otros. Ya sabemos que son una asignatura pendiente en el común de la hotelería española.

Amplias, aunque no por funcionales menos bonitas, las habitaciones ponen el foco en el descanso con unas camas de abrigo y unos cabeceros ilustrados con imágenes oníricas de bosques otoñales, templetes invernales o paraísos exóticos de palmeras y mares azul turquesa. Otras enlucidas de blanco, minimalistas, reciben el sol directo a través de sus lucernarios, en la coqueta expresión de su abuhardillamiento. Con un total de 2.800 horas anuales, Murcia es una de las ciudades con mayor insolación de España.