Tryp Guadalajara, precios envidiables

Bodas, comuniones, bautizos. Banquetes, convenciones, congresos. Con estos reclamos se daba publicidad hace unas décadas a establecimientos dotados de enormes salones para la celebración de eventos multitudinarios, ya fueran familiares, corporativos o asociativos. Mientras algunos advierten el declive de estas grandes celebraciones en favor de actos más personalizados y con tecnología híbrida, mitad presencial y mitad virtual (holográfica), otros persisten en su empeño de sustituir a los palacios municipales de congresos con hoteles.

Así se presenta este complejo hotelero de 159 habitaciones gestionado por la cadena Meliá en una de las entradas por autovía a Guadalajara, junto al recinto ferial de la ciudad castellano-manchega, que permite el aparcamiento de nada menos que 250 vehículos y otros muchos servicios a un precio envidiado por todos los hoteles de la zona: 45 euros la habitación doble por noche.

A cambio de estos deslumbrantes atributos, el viajero tendrá que soportar la visión de un inmueble ecléctico y un vestíbulo cursilón, flanqueado por pilares revestidos de metales brillantes, coronado por una araña despampanante y presidido por una mesa de estilo imperio (todos los imperios son iconográficamente ampulosos) sobre la que reposa un centro floral disecado. Después aguantará el trámite del registro a cargo de un equipo tan eficiente como autómata, entrenado para ejercer la mecánica de la hospitalidad con mucho oficio. Es verdad que su número es insuficiente, pero el precio de la estancia disculpa cualquier carencia.

Asignado el dormitorio por el soft­ware de recepción, programado para la gestión óptima del inventario de habitaciones, toca refugiarse en la intimidad con ese toque ecuánime de lo confortable que ha aupado a Meliá en la primera posición del ranking hotelero español. Buena madera en los acabados. Sedante tapicería en tonos azules y lencería en blancos pulcros. Los cuartos de baño, sin embargo, se antojan pequeños. Ofrecen lo mínimo y se ven anticuados. Tampoco la insonorización lleva premio.

Aquí los galones se los llevan los 23 salones capaces de reunir hasta a 3.000 personas en sus distintas configuraciones de cóctel, teatro, escuela, banquete e imperial. En total, 2.400 metros cuadrados de espacios en los que cabría media Guadalajara si no fuera porque Madrid, a media hora, busca nuevos foros en los que aposentar y dar alas a su nuevo despegue económico.