15 experiencias imprescindibles en Nepal
Del 'trekking' de los Annapurnas a festivales ceremoniales en Katmandú, planes para recorrer el reino del Himalaya un año después del terremoto de 2015
Es el gran reino del Himalaya, una tierra de sherpas, yaks, yetis, monasterios, mantras y las cumbres más altas del mundo. Nepal es el nirvana para montañeros y senderistas, pero aunque no seamos tan deportistas, este pequeño estado es uno de esos destinos que hay ponerse obligatoriamente en la agenda. Tras el terremoto que sufrió en 2015, que dejó al país muy afectado, es el momento de volver a viajar (y ayudar) a Nepal. Hay experiencias básicas e imprescindibles para una primera incursión en el reino de los ochomiles.
01 Plaza Durbar (Katmandú)
El centro histórico del viejo Katmandú es un museo arquitectónico al aire libre, con espléndidos templos medievales, pagodas, pabellones y capillas. La plaza Durbar es el corazón sagrado de la ciudad, como una diosa viviente de la capital nepalesa; aquí se celebran festivales espectaculares. Antiguamente, la familia real de Nepal residía (enclaustrada) en ella y actualmente sigue siendo el hogar de la kumari, la niña escogida como encarnación viviente de la diosa Taleju. Para sacarle el máximo partido a la plaza, se recomienda un circuito a pie por los patios y templos del enmarañado casco antiguo.
02 Hasta los pies del Everest
La experiencia con la que sueñan muchos viajeros que llegan a Nepal es realizar una excursión de dos semanas hasta el pie de la montaña más alta del mundo: el Everest (8.848 metros). Desde el campamento base, ubicado en torno a los 5.300 metros de altitud, las vistas de tan famoso monte son parciales, pero algunos picos circundantes, como el Kala Pattar (5.545 metros), ofrecen panorámicas espectaculares y una ascensión relativamente asequible para los menos iniciados en el montañismo.
03 Rodear (a pie) los Annapurnas
La travesía que rodea el macizo de los Annapurnas, incluida su punta principal de 8.091 metros, uno de los famosos 14 ochomiles, es la ruta de trekking más popular de Nepal. Los alojamientos son confortables y los paisajes de montaña que se pueden contemplar, maravillosos. Cruzar el paso de Thorung La (5.416 metros) supone todo un desafío personal para muchos viajeros y el trayecto hasta la meseta del Transhimalaya es siempre fantástico. Lo mejor es explorar las cercanías, especialmente, los alrededores de Manang.
Debido a la construcción de carreteras, es posible que hayan desaparecido, en torno a Jomsom, algunas de las secciones occidentales del trekking (unos 20 días de duración), pero existen senderos alternativos.
04 Bhaktapur, villa medieval
El valle de Katmandú cuenta con la mayor densidad de lugares patrimonio mundial del mundo. De las tres ciudades históricas del valle, la mejor conservada es la villa medieval de Bhaktapur, con templos, pagodas y estanques ornamentados. Los callejones serpenteantes entre edificios tradicionales de ladrillo rojo conducen a plazas que los lugareños utilizan para secar grano y modelar cerámica. Las calles sin tráfico son fabulosas para explorarlas a pie, pero para una experiencia completa resulta fundamental quedarse a dormir o acudir a uno de los festivales locales. La ciudad sufrió algunos daños a causa del terremoto, pero en general el conjunto conserva casi todo su esplendor.
05 Parque Nacional de Chitwan
Chitwan se encuentra en el otro Nepal, el de las llanuras húmedas. Es uno de los mejores lugares de toda Asia para observar fauna. Basta con subirse a un elefante y adentrarse en la neblina al amanecer en busca de rinocerontes y tigres. Hay mucho que hacer, desde bañarse entre proboscidios hasta visitar pueblos tharu, una etnia local, o, para los más valientes, realizar una excursión por el interior de la es rodeados por los rugidos y silbidos de la naturaleza.
06 Estupa de Bodhnath
El pueblo de Bodhnath, epicentro de la comunidad tibetana en Nepal, alberga la estupa más grande de Asia: una espectacular cúpula blanca rematada por una aguja que se vio seriamente afectada por el terremoto de 2015 (se encuentra en fase de reconstrucción). Los peregrinos recorren cientos de kilómetros para acudir a ella. Igual de fascinantes son las calles circundantes, repletas de monjes de cabeza rapada y togas granates, monasterios tibetanos y tiendas que venden rodillos de plegarias e incienso. Al anochecer, se puede ver a los peregrinos tibetanos encendiendo velas de mantequilla y recorriendo la estupa en su kora (circunvalación ritual) diaria.
07 Vistas desde Pokhara
La segunda ciudad turística más grande de Nepal quizá no tenga el encanto histórico de Katmandú, pero lo compensa con creces con un ambiente relajado muy seductor y una de las ubicaciones más espectaculares del país. Contemplar el Machapuchare y el Annapurna al amanecer desde los miradores elevados de la ciudad o ver su reflejo en las aguas tranquilas del Phewa Tal es inolvidable. Además, se pueden recorrer las montañas cercanas a pie, en bicicleta de montaña o, todavía mejor, sobrevolando el valle en parapente.
08 Donde nació Buda
El peregrinaje a Lumbini, lugar de nacimiento de Buda, es uno de los grandes viajes espirituales del subcontinente asiático. Se puede visitar el lugar exacto donde nació Siddhartha Gautama hace 2.500 años (redescubierto hace solamente un siglo) y recorrer la colección de templos construidos por las naciones budistas vecinas. Pero quizá el plan más sugerente sea encontrar un lugar tranquilo, abrir un libro sobre budismo y meditar sobre la naturaleza de la existencia. Hay pocas experiencias viajeras más profundas que esta.
09 Caminar por Langtang
Si el viajero dispone de pocos días pero no quiere perderse la posibilidad de hacer senderismo en Nepal, una gran opción es la región de Langtang, fronteriza con el Tíbet. Los paisajes van variando desde empinadas colinas cubiertas por bambú y rododendros hasta extensos pastos para yaks y valles alpinos rodeados de picos que superan los 7.000 metros. Por el camino se pueden conseguir sándwiches de queso fresco de yak. También hay abundantes excursiones complementarias, como rutas a los lagos sagrados de Gosainkund o por los encantadores pueblos tradicionales del Tamang Heritage Trail.
10 Rafting en aguas bravas
Nepal es uno de los principales destinos del mundo para practicar rafting y kayak. El río Bhote Kosi, alimentado por el deshielo de las cimas del Himalaya, permite hacer descensos en aguas bravas que vienen directamente del Tíbet. Aún mejor son las propuestas de navegación de varios días en ríos como el Karnali, Tamur y Sun Kosi, que recorren algunos de los rincones más remotos de Nepal. Hay trayectos de todo tipo: de aguas tan bravas que parecen montañas rusas a recorridos más serenos a través de la jungla. Por la noche se acampa en playas de arena impoluta.
11 Los fantásticos festivales de Nepal
Nepal tiene tantos y espectaculares festivales tradicionales que cualquier visita coincidirá, al menos, con uno. Las celebraciones van desde bailes de máscaras para exorcizar demonios hasta épicas competiciones de cuerda entre barrios rivales de un pueblo. Para una experiencia medieval completa hay que intentar que el viaje coincida con una singular procesión de carrozas en la que cientos de fieles arrastran con devoción estructuras tambaleantes de 20 metros de altura por las abarrotadas calles de Katmandú y Patan.
12 Peregrinaje a Swayambhunath
La impresionante cúpula encalada de Swayambhunath, patrimonio mundial, es uno de los santuarios budistas más sagrados de Nepal. Bajo los ojos que todo lo ven de la estupa–también afectada por el terremoto de 2015 y en proceso de reconstrucción– hay una mezcolanza ecléctica de banderas de oración, estatuas de Buda y capillas tibetanas. Los peregrinos recorren las capillas, haciendo girar rodillos de oración y murmurando mantras mientras los cercanos astrólogos leen la palma de la mano y los tenderos venden amuletos mágicos y cuentas sagradas. Al anochecer hay vistas espectaculares de las luces de Katmandú.
13 Patan
La ciudad hermana de Katmandú no recibe la atención que se merece. La mejor forma de explorar sus patios budistas interconectados y sus templos ocultos es a pie. Tiene callejones fascinantes para pasear, así como la magnífica y céntrica plaza Durbar, así como el Museo de Patan, el mejor del país. Además, hay cuatro antiguas estupasy la mejor selección de restaurantes internacionales de todo el valle de Katmandú. Hacen falta un par de viajes para verlo todo, pero si el viajero hace noche, tendrá toda la ciudad para él solo.
14 Ración de ‘momos’
Estas pequeñas empanadillas rellenas de carne o verdura son el plato nacional (no oficial) de Nepal. Se pueden saborear en alguno de los grandiosos restaurantes tradicionales nepalíes de Katmandú, compartiendo mesa con unos monjes en una discreta cocina tibetana o en un refugio de montaña con vistas al Annapurna. Son el sabor más característico del Himalaya. Hay cursos de cocina para aprender a preparar estos bocados aparentemente simples, que se saborean desde China hasta Asia central. En algunos restaurantes de Katmandú también se rellenan de manzana y canela, e incluso se sirven con helado.
15 La gente de Nepal
A menudo se dice que aunque se visita Nepal por sus montañas, se regresa por la gente. Desde los silenciosos y protectores sherpas hasta los acogedores propietarios de hoteles tibetanos y los tenderos newa, todos los nepalíes reciben a los huéspedes con respeto y un cordial namaste. Sonríen fácilmente en las circunstancias más adversas y raramente se escucha una voz discordante o iracunda. Esta es una de las mayores satisfacciones de visitar el país.
Más información sobre Nepal en www.lonelyplanet.es y la nueva guía de Nepal de Lonely Planet.
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