15 bosques para sentir el otoño
Violetas, rojos, amarillos. Hayas, robles, abedules. Quince bosques con las indicaciones para llegar sin problemas y vivir el gran espectáculo otoñal
De las grandes masas forestales del Cantábrico o el Pirineo a los pequeños hayedos castellanos, la nueva estación —recién estrenada el pasado 23 de septiembre— invita a calzarse las botas y echar a andar. Para quienes prefieran moverse con un guía, agencias como Arawak, Atuaire o Tierra de Fuego, entre otras, organizan este otoño excursiones senderistas y viajes de varios días a los bosques españoles.
Bosque de Orgi (Navarra)
Situado al sur del Valle de Ultzama, a 25 kilometros de Pamplona, está el bosque de Orgi, un robledal milenario con paseos bien señalizados en el que viven hasta 15 especies distintas de murciélagos. Cerca está también Lekunberri, desde donde parte la Vía Verde del Plazaola, un camino que recupera el antiguo trazado del tren que unía Pamplona y San Sebastián.
Cómo llegar: desde Pamplona, saliendo de la N-121 en dirección norte a la altura de Ostiz, para tomar la NA-411 hasta Lizaso. Unos 40 minutos en coche.
Muniellos y Redes (Asturias)
La reserva asturiana de Muniellos atesora una de las masas forestales de roble mejor conservadas de Europa. Árboles de gran porte que se mezclan con el verde de los acebos y los ocres y rojizos de hayas, castaños y serbales creando un espacio mágico. Los densos bosques de Redes, declarados patrimonio de la biosfera, conforman otro de los parajes imprescindibles del otoño asturiano.
Cómo llegar: desde Cangas del Narcea tomar la AS-15 hasta Ventanueva. Desde allí tomar la AS-11 durante dos kilómetros a Moal. Un camino de cuatro kilómetros lleva hasta Tablizas, donde se encuentra la casa forestal de Muniellos. Para visitar la reserva hay que solicitar un permiso a través de la web del Principado de Asturias (www.asturias.es).
Hayedo de la Pedrosa (Segovia)
Los bosques de la vertiente segoviana del macizo de Ayllón permiten experimentar los intensos ocres y rojos del otoño a menos de 150 kilómetros de Madrid. Allí se ubica el hayedo de La Pedrosa, que arropa el río Riaza en su nacimiento. Este pequeño bosque de fagáceas (87 hectáreas), catalogado entre los más meridionales de Europa, proporciona un agradable paseo de dos horas por las umbrías laderas del puerto de la Quesera (1.750 metros), entre hayas, robles, acebos, serbales y majuelos. La ruta se puede completar con una excursión a la vecina Riaza, donde arranca la ruta de los pueblos rojos y negros (Alquité, Madriguera, Villacorta, Martín Muñoz, Becerril...) de Segovia, donde los colores de los bosques sirven de contrapunto a los de la arquitectura de arcilla y pizarra.
Cómo llegar: desde Madrid por la A-1 para tomar en la salida 103 la N-110 hasta Riaza.
Hoces del Júcar (Albacete y Cuenca)
A su paso por la provincia de Albacete, el río Júcar se contonea entre barrancos y crestas calcáreas dibujando uno de los parajes más agrestes de Castilla-La Mancha: la hoz del Júcar. En los altozanos de este desfiladero también se pueden visitar pueblos como Alcalá del Júcar, con casas enjalbegadas y alamedas que el otoño pinta de un intenso color amarillo.
Cómo llegar: desde Madrid, por la A-3 hasta la salida del kilómetro 237.
www.turismocastillalamancha.es
Fageda de la Grevolosa (Barcelona)
Un bosque con hayas que superan los 30 metros de altura, con algunos ejemplares de más de 200 años, en la comarca barcelonesa de Osona. La más grande de las hayas alcanza una altura de 42 metros y tiene una edad que ronda los 300 años.
Cómo llegar: por el eje C-37 entre Vic y Olot, y por Bracons hasta Sant Andreu de la Vola (Osona).
Comarca de los Cuatro Valles (León)
Las comarcas leonesas de Omaña, Luna, Babia y Laciana agrupan tres espacios salvajes y mágicos declarados reserva de la biosfera. Los antiguos caminos y cordeles ganaderos empleados por los pastores trashumantes permiten hoy recorrer sus diferentes paisajes, con laderas cubiertas de robles, abedules, hayas, acebos y arces.
Cómo llegar: desde Asturias o León a través de la A-66, salida a Villablino, luego por la CL-623.
Gorbea y sierra de Aralar (Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra)
En el corazón del Goierri, la sierra de Aralar, un macizo kárstico que se reparten Guipúzcoa y Navarra, dibuja un paisaje de cuento, con enclaves singulares como el hayedo de Akaitz, el lapiaz de Pardarri, el valle de Arritzaga o el circo glacial de Pardelutz. Más de cien dólmenes, túmulos y menhires se reparten por estos valles, y en las majadas de las laderas del monte Txindoki los pastores mantienen sus ovejas latxas, de las que se extrae la leche para el queso de Idiazábal.
Cómo llegar: desde Pamplona, por la AP-15 o la A-15 hasta Lekunberri, para continuar por la NA-7510.
Cañón de Añisclo (Huesca)
Junto a la ermita de San Urbez se abre la angosta garganta que forma el río Vellós en el cañón de Añisclo, uno de los cuatro valles —Ordesa, Añisclo, Pineta y Escuaín— que forman el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo de Huesca. En otoño, sus hayas, abedules, arces y fresnos crean un fogoso espectáculo de rojos y amarillos.
Cómo llegar: desde Sabiñánigo, por la N-260 hasta Broto y Torla.
Valle del Ambroz (Cáceres)
Entre Las Hurdes y el valle del Jerte, al norte de la provincia de Cáceres, se abre un pasillo verde de reminiscencias norteñas: el valle del río Ambroz. La orientación meridional de estos montes propicia un clima suave que, unido a la abundancia de lluvias, los ha cubierto de tupidos bosques de castaños y robles, más propios de climas atlánticos. Uno de estos bosques de castaños es el que se encuentra en la localidad de Hervás, en las inmediaciones de la carretera que lleva a Cabezuela del Valle.
Cómo llegar: desde Salamanca, por la A-66 o la N-630.
Fraga de Catasós (Pontevedra)
La Pontevedra interior depara sorpresas como la fraga de Catasós, en el concello de Lalín, un pequeño bosque mixto o carballeira declarado monumento natural donde se alzan algunos de los castaños más altos (hasta 30 metros) de España. El mismo sendero que permite recorrer a pie este espacio protegido conduce al pazo privado de Quiroga, que inspiró a Emilia Pardo Bazán la novela Los pazos de Ulloa.
Cómo llegar: a la fraga se accede desde el pueblo de Lalín, a 53 kilómetros de Santiago y a 55 de Ourense por la AP-53.
Parque natural de Urbasa (Navarra)
En Navarra, las hayas del parque natural de Urbasa pintan uno de los mejores escenarios otoñales. Cómo llegar: se puede acceder a Urbasa desde la localidad de Baquedano, de donde parte un sendero que lo recorre, en hora y media, hasta la fuente del río Urederra. A Baquedano se llega por la NA-718 Estella-Olazti/Olazagutía, para después tomar la NA-7187 en el kilómetro 13,8.
Fuentes Carrionas (Palencia)
Los robledales palentinos de Fuentes Carrionas alfombran las faldas meridionales de la cordillera cántabra, donde castaños, hayas y acebos acompañan al roble albar y al melojo en estos parajes montañosos, uno de los últimos refugios del oso pardo en Europa.
Cómo llegar: desde Palencia, por la A-67 hasta la salida 80, para continuar por la P-227 hasta Cervera de Pisuerga. Desde allí, continuar por la P-210 hasta tomar el camino a Polentinos.
Sierra de Cameros (La Rioja)
Las tierras riojanas de Cameros tienen en su parque natural de Cebollera el espacio geográfico mejor conservado de la comarca, con un paisaje que ha recuperado los bosques después de varios siglos de intensa actividad trashumante, una cultura pastoril que ha dejado su huella integrada en el horizonte a través de corrales, chozos y ermitas. El otoño es una época ideal para recorrerlo.
Cómo llegar: por la N-111, que une Logroño con Soria a través del valle del Iregua.
Selva de Oza (Huesca)
Los valles occidentales del Alto Aragón (Hecho, Ansó, Aragüés del Puerto, Borau y Aísa), en la comarca de La Jacetania (Huesca), esconden algunos de los mayores bosques del Pirineo, que se pueden disfrutar en parajes como la Selva de Oza, un bosque mixto de hayas y abetos que esconde más de un centenar de dólmenes, menhires y círculos de piedra en lo que constituye la mayor concentración de megalitos de los Pirineos.
Cómo llegar: desde Huesca, por la A-132 hasta Puente la Reina, para seguir por la A-176 hasta el pueblo de Siresa.
Fraga do Eume (Coruña)
Carballos (robles), helechos, fresnos, castaños y abedules cubren las riberas del río Eume en la fraga más extensa de Galicia, hogar de especies endémicas como la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica).
Cómo llegar: desde A Coruña por la AP-9 hasta la salida 21F a Pontedeume. Desde allí, por la AC-564 hasta Caaveiro. Unos 54 kilómetros.
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