Hasta hace poco, la rua cor-de-rosa de Cais do Sodré era el epicentro de la fiesta tardía en el centro de Lisboa, pero en 2014 la Cámara Municipal acabó con esta patente de libertinaje. Ahora, las discotecas de la zona deben cerrar a las seis de la mañana, sin excepción, y –grito de Munch al cielo– los establecimientos no permiten sacar bebidas a la calle a partir de la 1.00. Para nuestras mentes europeizadas esto puede sonar a norma, pero en un país donde aún se fuma en bares y restaurantes y, sobre todo, donde disfrutan más que nadie de la vida en la calle, la medida no ha caído nada bien. Muchos se quejan de que va a matar los negocios de las zonas de fiesta, otros han decidido desmarcarse y seguir con su fiesta en otra parte.
Admitámoslo: la hora de cierre de los locales nocturnos puede ser tan desoladora como la peor de las resacas. En Lisboa, las cosas se pueden poner un poco feas bien entrada la madrugada según la zona a la que nos haya arrastrado la marea nocturna, aunque todavía sobreviven dos o tres oasis donde casi cada fin de semana los vampiros no mueren con la luz del día. Varios empresarios de la noche, héroes del verbenero, desfibriladores de la juerga mañanera, han continuado con su idea de la fiesta después de la fiesta. Propuesta para seguir moviendo nuestros disolutos huesos después de las 6 de la mañana en la capital portuguesa y antes, como aperitivo, lugares cercanos donde pasar las horas previas al bien llamado, y a veces anhelado, afterhour.
Para empezar la noche
01 Europa
Para muchos es la reina de Cais do Sodre, lo más parecido al Barrio Rojo de Ámsterdam que puedas encontrar en Lisboa. Junto al Jamaica y al Music Box, de hecho en la misma calle, Europa (Rua Nova do Carvalho, 16-20) se ha convertido en la discoteca predilecta de Cais. Conmueve su estética retro, que le otorga un parecido más cercano a un local de alterne de Torrente que a una discoteca. De hecho, lo más probable es que, igual que su la vecina Jamaica, haya comenzado allá en la noche de los tiempos como un bar de señoritas donde la música, si la había, era un mero accesorio para atraer a los marineros que importaban café desde tierras caribeñas. Hoy el club Europa ofrece sesiones de diferentes tipos de música, dependiendo del día. Suelen contar con DJ invitados y destacan sus noches de minimal y drum and bass.
02 Finalmente
En 1976, apenas dos años después de que el dictador Marcelo Caetano huyera a Brasil para no volver jamás, el club Finalmente (Rua da Palmeira, 38) abría sus puertas para ofrecer los mejores espectáculos drag y crossdressing de Lisboa. Aunque normalmente su hora de cierre son las 4.00, pasar apenas una horas en el Finalmente pueden dejarte recuerdos imborrables para el resto de tus días, quizá incluso algunos innombrables. Performances y números al más puro estilo Gloria Gaynor, con las vedettes habituales, como Deborah Krystall o Jenny Larrue, verdaderos bellezones del travestismo, además del open mic que organizan los lunes, cuando la creatividad pasa a manos del público y ni el alma más calavera podría predecir cómo acabará la noche.
03 Incognito
Pequeño, algo oscuro, no apto para talibanes anti tabaco, camareros simpatiquísimos y dos porteros que dan ganas de quedarse con ellos a la entrada: es el mejor club de música indie, synth, pop de los noventa y todo lo que pueda entenderse por música alternativa. Lo mejor es ir a eso de la 1.30, quizá después de unas cervezas en Bairro Alto, ya que el Incognito (Rua Poiais de São Bento, 37) se encuentra en la zona baja.
04 Music Box
Quizá la discoteca de conciertos y sesiones de DJ con más prestigio de la ciudad. Music Box (Rua Nova do Carvalho, 24) es la apuesta más fuerte del colectivo CTL (Cultural Trend Lisbon), una compañía independiente cuyo trabajo con artistas nacionales e internacionales solo puede ser comparado a la oferta del Zé dos Bois, en Bairro Alto. Además de los conciertos, que van desde música experimental, noise, rock psicodélico e incluso jazz, los DJ se encargan de poner a la gente a bailar con todo género incluido bajo el macro género electrónica.
05 A Capela
Local más que acogedor, con decoración neo barroca, en plan vamos a poner aquí todo lo que huela a viejo. Grandes cuadros al óleo, sillones a lo María Antonieta, cortinas más gruesas que una vela de bergantín… Sin embargo, en la música, A Capela (Rua Atalaia, 45) no tienen tacha. Durante el día prima el down tempo, jazz, trip hop y otros géneros próximos, pero al caer la noche su pequeña sala de baile se llena al ritmo de sus Dj estrella, como Nuno Bernardino y Miguel Sá, pinchando dub, drum and bass y otros géneros del estilo.
06 Op Art café
Aunque alejado del centro de la ciudad, es una buena opción si lo que pretendemos es continuar la fiesta por la mañana. No porque cierre más tarde de las seis, sino porque queda a unos cinco minutos a pie del único after abierto cada fin de semana, el Europa Sunrise, del que hablaremos a continuación. El Op Art (Doca de Santo Amaro, Alcântara) se acerca bastante, por su música, a lo que podrás encontrar en cualquier discoteca cuando la noche ya ha quedado atrás. Está en una zona conocida como docas, en el muelle deportivo de Alcântara, y suelen pasarse la noche con sesiones de house, techno, minimal, etcétera.
Para acabar la mañana
07 Europa Sunrise
Es el after por excelencia de Lisboa, al menos el único al que puedes ir sabiendo que siempre te van a recibir con las puertas bien abiertas. Curiosamente sus porteros son simpatiquísimos, una rara avis en las discotecas españolas. Ubicado en un antiguo convento, entrar en el Europa Sunrise (Pátio do Pinzaleiro, 26) es como hacerlo en una excavación pero con los arqueólogos embobados frente al DJ, en lugar de frente a una tumba. Ambiente rave en su máximo esplendor, underground hasta en un sentido literal. Abre desde las cinco hasta las 10 de la mañana, aunque la hora de cierre es bastante relativa.
08 Art&tude
Es el lugar predilecto para las fiestas que organiza el colectivo The Clubber. El colectivo se define como “un concepto que viene a representar a los clubbers, a los amantes de la buena música y del entorno de la electrónica”, y uno de sus lemas es “Permanece atento, clubber, ésta es tu casa, donde existe siempre una fiesta después de la fiesta”. El colectivo organizaba antes sus after en The Warehouse, cerrado a día de hoy aunque con perspectivas de abrir en octubre. Tanto Art&tude (Rua Cintura do Porto, Armazém 1) como The Warehouse son locales con eventos ocasionales y lo mejor es, como reza su principal mantra, estar atentos para no quedarnos con las ganas.
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