Arrayán Albillo Real 2014, un blanco de albillo

La labor de la enóloga Maite Sánchez en Arrayán es espectacular. Sin apenas asomarse al balcón mediático, esta joven profesional ha conseguido dar un vuelco a los ya de por sí notables vinos de una bodega que contó en sus inicios con la dirección técnica de Miguel Ángel de Gregorio.

Frente a la tentación del cambio brusco, Sánchez ha preferido una lenta evolución, introduciendo continuas mejoras en la elaboración, hasta alcanzar hitos como Estela de Arrayán. No contenta con ello, y gracias al apoyo de María Marsans, la propietaria, inició la búsqueda de cepas viejas de variedades autóctonas para ampliar la gama de vinos.

Nace así el soberbio Garnacha de Arrayán, de la sierra de Gredos. Y ahora, en la zona toledana de Almorox, este blanco fermentado de albillo real. Que con una uva destinada históricamente a intervenir en las mezclas de tintas, o como uva de mesa, se consiga un blanco moderno y sustancial es todo un logro. Destaca su aroma fresco, elegante, con la delicada presencia de fruta blanca, notas cítricas, matices de hierbas de campo, un toque de hinojo y recuerdos florales junto a la leve presencia especiada del roble. Sabroso y graso, en su final amargoso la fruta se carga de dulcedumbre.