Hoteles del futuro
Robots, webs, aplicaciones y otras tendencias que revolucionan los hoteles
01 Videoconsolas y otras pantallas
Hotel Peninsula Hong Kong
El hotel Peninsula de Hong Kong es el lujo hecho tradición, y Hong Kong es la ciudad de la tecnología y la arquitectura contemporánea, símbolos del auge asiático. El mix da como resultado unas suites señoriales, inspiradas en la serenidad del feng shui y atiborradas de gadgets tecnológicos imposibles de imaginar, como un lima uñas con secador electrónico, una tableta reguladora de ambientaciones lumínicas, teléfonos inalámbricos programados para su uso en Skype y una tableta con 3.000 emisoras de radio preprogramadas en Internet. Los niños son tratados con iguales o mayores privilegios, ya que unas consolas de realidad aumentada permiten jugar al Pokémon y otros juegos de última generación.
02 Robótica invisible
Hotel Bécquer (Sevilla)
Nos imaginamos un mundo de androides encargados del trabajo rutinario, pero existe otra vertiente del futuro tecnológico, poderosa y completamente invisible: la de los robots de software. Hablamos de programas capaces de realizar tareas que requieren cierta inteligencia, como la contabilidad, la gestión hotelera o la monitorización consentida del huésped durante su estancia en el hotel. Muchos gerentes ven en ellos a sus futuros enemigos, aunque también pueden ser unos aliados de excepción en el conocimiento de la clientela. No es ciencia-ficción. Ya existe y se utiliza, por ejemplo, en el hotel Bécquer, de Sevilla.
03 Plataformas
Bemate
Consciente del terremoto causado en el mundo hotelero por la irrupción de Airbnb y el alquiler de viviendas vacacionales, al empresario Kike Sarasola se le encendió una bombilla. ¿Por qué no unir estos dos mundos en una nueva plataforma que satisfaga a todos? A los hoteles, porque les permite hacerse cargo y gestionar unos servicios que hasta ahora no venían ofreciendo los propietarios de viviendas en alquiler temporal. Y a estos porque les facilita desde la logística hotelera hasta la organización de los servicios, con el consiguiente beneficio para el usuario. Sarasola y su equipo de RoomMate Hotels lanzaron la web BeMate.com, y en la primera semana se suscribieron 400 hoteles. ¿Hacia dónde evolucionará BeMate? Es previsible que Sarasola se proponga la gestión de apartamentos vacacionales y de esta idea nazca el hotel multimodal del futuro. Un establecimiento capaz de ofrecer habitaciones dobles, suites y apartamentos, da igual de quién sean.
04 Mi propina, en un tuit, por favor
Alo, el mayordomo robot
Cupertino, sede de la mayor compañía del mundo, Apple, es también la primera ciudad que ha visto funcionar de manera continuada un robot de servicio hotelero. ALO, que así se llama el artilugio, circula por los pasillos y los ascensores transportando bebidas, comida y cualquier tipo de enseres solicitados por la clientela del hotel Aloft, marca perteneciente al grupo norteamericano Starwood. El cuerpo de ALO tiene forma de torreta barriguda, no muy diferente al aspecto de R2D2, el simpático robot personal de la serie Star Wars. Una pantalla táctil recibe las órdenes, detrás de las cuales se sitúa un recipiente habilitado para el transporte de objetos. Por uniforme no lleva más que una pajarita dibujada. Y, por supuesto, acepta propinas: un tuit de agradecimiento bajo la etiqueta #MeetBotlr.
05 Fuera trámites
Recepción virtual
Primero fue la cadena Hyatt, luego Hilton y Four Seasons. Ahora Novotel. Los mostradores de recepción, tan impersonales en la hotelería, están siendo sustituidos poco a poco por conserjes virtuales gestionados desde cualquier dispositivo móvil o desde una pantalla táctil instalada en el vestíbulo. Mediante este sistema, el huésped llega a su hotel con el registro tramitado desde la aplicación, como ya es habitual en el transporte aéreo, y solo debe recoger la llave en el cajero servidor o utilizando la clave suministrada previamente por el sistema para abrir la puerta de su habitación. Otra cadena internacional, Loews Hotels, da otra vuelta de tuerca con las reservas mediante el simple envío de un tuit con la etiqueta #BookLoews.
06 Pida su ‘gin-tonic’ en la tableta
My Hoteling
Poco a poco, la industria toma conciencia de que las experiencias en un hotel tienen un pie en el mundo real y otro en el virtual. Suprimido el mostrador de conserjería, excepto en los hoteles de lujo, el móvil y la tableta se convierten en una alternativa para introducir al huésped en los servicios e instalaciones del lugar en que pasa sus vacaciones. My Room, una app desarrollada por la empresa MyHoteling, suple al conserje de carne y hueso en el hotel Mercer de Barcelona con una gama de servicios, como pedir un gin-tonic o reservar un tratamiento en el spa. De momento solo funciona en nueve habitaciones del hotel.
07 Me importa lo que digan de mi hotel
Reviewpro
Las opiniones de los usuarios expresadas a través de plataformas como Tripadvisor, centrales de reservas como Booking y redes sociales como Twitter y Facebook constituyen hoy un factor decisivo en la elección del hotel. A sabiendas de ello, la industria turística —en un principio tan reticente a estos portales que llegaron a demandar ante los tribunales— ha acabado por abrazarlos y competir entre sí por estar mejor situados en ellos. Una herramienta imprescindible en el seguimiento y monitorización de todo lo que se dice de cada establecimiento hotelero es ReviewPro, con sede en Barcelona, aunque sus propietarios son norteamericanos vinculados a la Universidad de Cornell. Meliá, Iberostar, RoomMate, Palladium, Clarion y Kempinski, entre otras cadenas hoteleras internacionales, son sus principales clientes.
08 Desenfado total
Toc Hostels
Con establecimientos en Sevilla, Barcelona y Madrid, la cadena Toc llama a la puerta de los millennials con una propuesta de hostales jóvenes, desenfadados, sencillas e incluso transgresoras para lo habitual en el panorama hotelero español. No en vano es una iniciativa personal de Ignacio Catalán, hijo de uno de los grandes nombres de ese panorama, Antonio Catalán, creador de la cadena AC Hoteles. El estilo Toc conecta con la gente allá donde se divierte la gente. Y, mediante su implantación en los barrios, busca la conexión de los propios y los ajenos, los visitantes con las comunidades locales, en la más pura filosofía Airbnb.
09 Dame la mano
Pulseras electrónicas
Usuaïa Ibiza Beach, que en temporadas pasadas estuvo de moda por sus aplicaciones tecnológicas y su escenario musical donde se reúnen los mejores djs del mundo, este verano ha dado la campanada con una pulsera electrónica que anticipa lo que viene en los próximos años con el iWatch y su Apple Pay, un sistema de pago de todo cuanto se consume en el hotel con solo acercar la pulsera a un terminal lector. Es la primera incursión de la industria hotelera española en la tecnología denominada “ponible”, secundada enseguida por el hotel Le Domaine (Abadía Retuerta, Valladolid), que ofrece a sus huéspedes unas Google Glass para grabar el anecdotario de su estancia.
10 Pronto serán transparentes
Piscinas de hotel
Durante los últimos años, se multiplicaron las piscinas de horizonte infinito. Algunas son verdaderamente efectistas, como las del hotel Villa Honegg, en Suiza; el Castello di Casole, en la Toscana italiana; las Aenon Villas, en la isla griega de Santorini; el One Reethi Rah, en Maldivas; el Six Senses Yao Noi Resort, en Tailandia; el Playa Vik, en Uruguay, o la Hacienda Na Xamena, en Ibiza. Lo próximo son las piscinas transparentes, cuyas precursoras fueron las del hotel Adelphi, en Melbourne, Australia; el Holiday Inn Pudong Kangqiao, en Shanghái, China, y el Joule, de Dallas (EE UU). Pero la que riza el rizo es la nueva infinity pool del hotel El Ganzo, en Los Cabos, México, cuya caja transparente se incrusta a su vez en otra caja de horizonte infinito con vistas al mar de Cortez.
11 Dinero telefónico
Pago con el móvil
Es previsible que 2015 sea el año en que acabe por triunfar el pago a través de dispositivos móviles, posibilidad que ya ha habilitado Apple en su nuevo iPhone 6. Cadenas hoteleras internacionales como Marriott (en la fotografía, una aplicación de esta cadena) no se han demorado mucho en anunciar que instalarán terminales lectoras en sus mostradores de recepción. Su uso es muy sencillo. Previa configuración del smartphone mediante el escaneo de la tarjeta de crédito —MasterCard ha sido la primera en lanzar su app— y su instalación en el Passbook, basta con acercar el dispositivo al terminal sin tocarlo y listo. Una leve vibración indicará que el pago ha sido efectuado automáticamente. Con la seguridad que se le supone al lector de huella dactilar que lleva incorporado el nuevo iPhone.
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