Tiziano va en góndola
Ruta por Venecia para contemplar algunas de sus obras maestras junto a las de Tintoretto
Una Madonna que sube al cielo entre admirados turistas; una obra maestra que se pintó a lo largo de más de 20 años, un palazzo repleto de color y dramatismo… Venecia ha proporcionado grandes genios artísticos, como Tiziano y Tintoretto. Sus obras están por todos los rincones de la ciudad de los canales, invitando a una particular ruta artístico. El primero representa lo mejor del Renacimiento, el segundo nos introduce ya en el Barroco, y de la mano de ambos proponemos un recorrido por algunas de las joyas pictóricas de la escuela veneciana.
Tiziano, el Renacimiento veneciano
A Tiziano le conocemos bien en nuestro país. Sus cuadros cuelgan en el Museo del Prado y otras pinacotecas españolas (no en vano fue el pintor de cámara de Carlos V y de Felipe II), pero es en Venecia, su ciudad natal, donde el artista forma parte casi del paisaje. Sus frescos y grandes cuadros se nos aparecen casi a la vuelta de cada esquina, en iglesias y palacios. Basta con cruzar alguno de sus puentes para encontrar cuadros de todas las épocas del maestro Tiziano, aunque hay dos lugares en los que un amante del arte debería detenerse casi obligatoriamente: la iglesia de Santa María della Salute y su San Marcos entronizado, así como La Asunción de la Virgen, en la iglesia de Santa María Gloriosa dei Frari, que implica un logro extraordinario: situada en el altar, la pieza consigue llenar la nave de música.
01 Un artístico agradecimiento
Santa Maria della Salute (Campo della Salute)
Los venecianos que sobrevivieron a la peste de 1630 construyeron Santa Maria della Salute sobre, por lo menos, cien mil pilares, como una monumental muestra de agradecimiento; una vez al año, los habitantes actuales cumplen la misma promesa que hicieron sus antepasados. Los expertos afirman que la curiosa planta octogonal diseñada por Longhena es similar a la de los templos grecorromanos o los diagramas cabalísticos: se supone que tras los horrores de la peste debió de parecer sensato potenciar los elementos religiosos. En la sacristía se encuentra el festivo Bodas de Caná de Tintoretto, además de por lo menos doce Tizianos, incluidos el San Marcos entronizado (su primera obra conocida, de 1510) y un posterior San Mateo, que es en realidad un autorretrato.
02 La seducción de la Virgen
Santa María dei Frari (Campo dei Frari)
Como abejas a la miel, los visitantes se siente atraídos hacia el fondo de esta tenebrosa iglesia Santa María dei Frairi donde se encuentra La Asunción de la Virgen, el cuadro pintado por Tiziano en 1518; una obra maestra que desde su posición en el altar mayor arrastra a los visitantes hacia el ábside y los proyecta fuera de este mundo, al capturar el momento en que María escapa de la muerte y asciende al cielo, con su túnica color rojo Tiziano. Es un retablo monumental, el mayor de toda la ciudad de Venecia. No es lo único espectacular: este majestuoso templo gótico exhibe también una complicada marquetería en los sitiales del coro; un tríptico en la sacristía de una extraordinaria dulzura, obra de Giovanni Bellini; la Madonna de Ca’ Pesaro de Tiziano, a la izquierda del coro, y el mausoleo piramidal de mármol de Antonio Canova que el artista concibió originariamente como un monumento a Tiziano. El pintor murió casi centenario en 1576, víctima de la peste, pero se dice que dada su contribución a dei Frari, se saltaron las normas de cuarentena para poderlo enterrar en el templo.
Tintoretto, la última luz del Renacimiento
Fue uno de los grandes pintores de la escuela veneciana y, probablemente, el último gran pintor del Renacimiento Italiano y precursor del Barroco con su particular uso de la luz y la perspectiva. Su verdadero nombre era Jacopo Comin, pero siempre fue conocido como Tintoretto, por el oficio de su padre, tintorero. También le apodaron Il Furioso, por su enorme energía al pintar. Su mayor influencia fue Tiziano, pero él admiraba profundamente a Miguel Ángel, de quien tomó las anatomías y las posturas difíciles, insertándolas en un marco muy característico de la escuela veneciana: el color, el paisaje y la luz.
Aunque su obra maestra son los frescos de la Scuola de San Rocco, encontramos cuadros suyos por toda la ciudad, llenos de esa energía con la que conseguía iluminar incluso las escenas más familiares. Y si bien sus mecenas le dictaron los temas (escenas bíblicas, alegorías místicas o retratos de los poderosos de Venecia), Tintoretto consiguió dar a sus obras efectos totalmente nuevos, con su ingenioso uso de las luces y las sombras, el recurso de los fondos tormentosos y las arriesgadas perspectivas.
Para saberlo todo sobre Tintoretto, proponemos cuatro paradas imprescindibles, aunque su obra está dispersa por muchos rincones de Venecia: su ‘bottega’ (taller), el Palazzo Ducale de San Marcos, la iglesia de la Madonna dell’Orto (Santa María del Huerto) y la Scuola Grande di San Rocco, su obra maestra, donde pasó quince años pintando escenas de la vida del santo patrón que cuidó a los enfermos de la peste.
01 Una tradición de cinco siglos
Bottega de Tintoretto
El antiguo taller de Tintoretto (Fondamenta dei Mori) sigue teniendo hoy el mismo uso: es un lugar dedicado al arte donde se ofrecen talleres intensivos y cursos de verano de cinco días durante los que Roberto Mazzetto enseña la técnica del aguafuerte y otras formas de hacer grabados. Además funciona como un centro de documentación sobre la vida y la obra del pintor renacentista.
02 Frescos, frescos y más frescos
Palazzo Ducale
En el gran palacio ducal que preside la Plaza de San Marcos hay pinturas de Tintoretto por todas partes, comenzando por la Salla delle Quatro Porte, donde se conservan frescos en condiciones no muy buenas. En el anticollegio hay cuatro pinturas alegóricas de carácter mitológico, incluida una estupenda Forja de Vulcano y en el collegio se pueden ver varios retratos de Dogos. Pero lo más espectacular se encuentra en las salas nobles: en la del Senato hay varios frescos, incluida una apoteósica Exaltación de Venecia entre los dioses; en la Sala dell Scrutinio, hay que ver La Conquista de Zara y en la Sala del Maggior Consiglio domina una inmensa representación del Paradiso que terminaría su hijo.
03 La tumba del artista
Iglesia de la Madonna dell’Orto
Uno de los secretos mejor guardados de Venecia es esta sobria catedral gótica de ladrillo dedicada a barqueros, mercaderes y viajeros (que no turistas), objeto durante décadas del interés de Tintoretto. No es de extrañar, ya que el pintor vivía junto al puente peatonal próximo a la iglesia. Su tormentoso Juicio final (1546) del ábside contrasta con la dorada Presentación de la Virgen en el templo, donde una asamblea de ángeles, santos y anónimos mortales la ven ascender y se la muestran a los niños como un ejemplo sublime. Tintoretto y su familia están enterrados en la capilla de la esquina.
04 Como recién pintada
Scoula Grande di San Rocco
La gran obra maestra del artista veneciano. Tintoretto tardó veintitrés años en culminarla (de 1575 a 1587), pero es tal su frescura que podría jurarse que la terminó ayer. Todos los pintores deseaban hacerse con el encargo de pintar el edificio dedicado al patrón de los apestados, por lo que cuando Tintoretto empezó a elaborar su propuesta se sintió obligado a hacer un trabajo excepcional, aunque también hizo algunas trampas. En lugar de presentar bocetos, como hizo su rival Paolo Veronés, pintó un trozo de techo y se lo dedicó al santo, consciente de que la cofradía no podría negarse a aceptar una ofrenda a San Roque y que los demás pintores deberían respetar su creación. Tintoretto se esmeró en la Sala Grande Superiore, cubriendo sus muros con escenas bíblicas que casi constituyen una película. A diferencia de los coloristas venecianos, Tintoretto se concentró en los trazos dinámicos; en La agonía en el jardín es posible percibir las raíces del expresionismo abstracto.
En la planta baja hay varias obras de importantes artistas, como Tiziano, Giorgone y Tiepolo. Pero Tintoretto les roba todo el protagonismo con la vida de la Virgen María, empezando con La Anunciación, en la pared de la izquierda, y acabando con La Asunción, justo enfrente; es una obra oscura y catastrofista si se compara con la versión viva de Tiziano en dei Frari.
No dejes de ver...
Gallerie dell’Accademia
La iglesia de San Polo
CAMPO DELL CARITÁ
Tras los muros de este convento aguarda una multitud de obras maestras, con representación de los mejores pintores de Venecia; Tiziano y su sensualidad al rojo vivo, Tintoretto y sus composiciones llenas de movimiento, Vittore Carpaccio y su exaltación del gore, Giovanni Bellini y sus tiernos momentos de la Sagrada Familia, así como cuadros de El Veronés con su reprimido discurso social. Las galerías están organizadas por artistas y períodos. Dada la intensidad de las obras que albergan las salas 16 a 18, llenas de memorables retratos, vistas panorámicas de Venecia de Canaletto y La Tempestá (1508) de Giorgone, lo mejor es recorrerlas sin prisas.
CAMPO DE SAN POLO
Las casas que se han ido construyendo alrededor de esta iglesia bizantina del siglo IX casi consiguen hacerla desaparecer, hasta el punto de que muchos visitantes pasan por delante sin percatarse de su existencia. Su techo alto y las vidrieras de los siglos XIV y XV hacen que el interior de San Polo sea sorprendentemente espacioso, aunque un poco sombrío; lo mismo se puede decir de sus pinturas. La última Cena de Tintoretto transmite perfectamente la tensión que crea Jesús entre los apóstoles al anunicarles que uno de ellos le traicionará. También podremos aprovechar la visita para ver el trágico Via Crucis de Giandominico Tiépolo (hijo del maestro barroco Giambattista).
Más información en las guías Lonely Planet de Venecia y el Véneto y Venecia de cerca, y en www.lonelyplanet.es
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