Miami, la ruta del psicópata Dexter
Los adictos al 'serial killer' pueden disfrutar en Florida de algunos lugares clave de la serie. De la casa del protagonista a las aguas donde lanzaba los cadáveres troceados de sus víctimas
“Miami es una gran ciudad. Me gusta la comida cubana; sándwich de cerdo, mi favorito… Pero ahora tengo hambre de algo distinto”. Con esta inquietante frase se presentaba Dexter, un asesino en serie, salido de la mente del escritor de Jeff Lindsay, que durante ocho años sació sus instintos psicópatas en las calles de la ciudad más vibrante de Florida. Los adictos a las correrías del afamado serial killer, interpretado por un laureado Michael C. Hall, pueden disfrutar en Miami de algunos lugares clave de la ficción como la casa de Dexter, las aguas donde lanzaba los cadáveres troceados de sus víctimas o su restaurante favorito.
Un cartel invita a no pasar. “¡Llamaremos a la policía!”, amenaza. Pero cuando un seriéfilo ha llegado hasta la calle 103, 10B, en la zona de Bay Harbour, no se va con las manos vacías. O sin la foto hecha. En esta lujosa zona residencial, una isla aledaña a Bal Harbour, uno de los distritos más caros del mundo, tiene su apartamento Dexter Morgan. Los osados que ignoren los avisos podrán subir a las redes sociales una imagen en la misma puerta de la casa del protagonista o emular el opening (los títulos de crédito de apertura) de la ficción televisiva caminando por la barandilla como en cada capítulo lo hace Dexter.
Este psicópata, con un estricto código para matar que le enseñó Harry, su padre adoptivo, canaliza las pulsiones homicidas hacia personas que hayan cometido un delito de sangre y hayan conseguido evitar a la justicia. Les rastrea, aprovechando su trabajo como forense en Miami Metro, la policía local, y la noche en la que no puede controlar sus apetencias les acecha. Normalmente, en Ocean Drive, entre la 14 y la 15, en el distrito art déco, plagado de arquitectura, galerías y unos preciosos patios que invitan a sentarse. En el primer episodio, cuando el protagonista explica sus normas de cacería, lo hace frente a las fachadas de The Crescent (en el número 1420), The McAlpin (1424) y el Ocean Plaza (1430).
La metodología de Dexter pasa por el castigo. Antes de acuchillar a sus víctimas, en la killer room (habitación del asesino) que prepara, cubierta de plásticos para evitar dejar manchas de sangre, les muestra imágenes de sus fechorías. Después, les espía con su cuchillo. Les corta en pedazos, les mete en una bolsa y se va a navegar en su barco de irónico nombre: Slice of life (Un pedazo de vida). Las aguas de Biscayne Bay, cerca del centro de Miami, son las que el asesino elige para tirarlos por la borda y deshacerse así de los cadáveres.
Muy cerca de esta bahía aparecen las oficinas de la policía en las que trabaja. La recurrente estación de Miami Metro está formada por tomas de diferentes edificios, pero la primera fachada utiliza un condominio de la metrópoli como escenario: The Venetia (Calle 15, 555NE). Su trabajo le ofrece todos los medios para ocultar sus sádicas correrías. En esa zona también se puede visitar el icónico escenario del crimen del primer caso del forense: el Seven Seas Motel (5940 Biscayne Buevard). El cuerpo troceado y cauterizado de una prostituta, asesinada por el Ice Truck Killer (el asesino del camión de hielo), apareció en una de sus habitaciones, la 105. A pesar de la truculenta escena, al establecimiento no le cambiaron el nombre en la ficción.
Para ocultar sus obsesiones, Dexter aparenta una vida normal. Tiene familia, guarda una compleja relación con su hermana; una pareja ideal, Rita, y un grupo de colegas del trabajo. Uno de los restaurantes que frecuenta en sus noches normales es The Gazebo. El emplazamiento real no está en Miami sino en Fort Lauderdale, a unos 50 kilómetros al norte de la ciudad. Concretamente en Las Olas Riverfront (Avenida 1, 300 SW), un área comercial en la ribera de New River. Tampoco está en Miami la cabaña de los Everglades, en la que daba rienda suelta a su cuchillo. Ni siquiera en Florida. Se ubica en Los Ángeles, concretamente en el Jardín Botánico de Costa Sur (26300 Crenshaw Boulevard, Rolling Hills Estates). Tras la primera temporada, rodada casi íntegramente en Florida, los escenarios de la serie se recrearon o impostaron en Los Ángeles y alrededores. Ocho temporadas en emisión dan para mucho. Y para multitud de localizaciones. Para no perderse ni una, un grupo de fans y frikis de la ficción ha creado la web www.seeing-stars.com/dexter en la que se pueden consultar las nuevas actualizaciones de los lugares de “nuestro asesino favorito”.
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