Si la idea es alojarse en Santiago de Compostela, pero lejos del casco histórico y sus hitos peregrinos, hay que tomar la carretera a Muros y detenerse en el cruce de Laraño. El camino es sinuoso y prometedor. El recorrido acaba con una bajada pronunciada donde un remanso boscoso del Sar acoge varios edificios de piedra de más de dos siglos que fueron una fábrica de papel. Se supone que ahí abajo está la quinta que buscamos, bajo el reclamo de un lujoso relais & châteaux, pero el acceso no aparece señalizado con la elegancia prescrita por la marca del lis. Cuesta dar de noche con la recepción, pues los puntos de luz llevan al spa, justo enfrente.
Puntuación: 7,5 | |
Arquitectura | 7 |
Decoración | 6 |
Estado de conservación | 8 |
Confortabilidad habitaciones | 8 |
Aseos | 7 |
Ambiente | 7 |
Desayuno | 8 |
Atención | 8 |
Tranquilildad | 8 |
Instalaciones | 7 |
Lo romántico aguarda dentro, salvada una fachada de arriates inspirada en aquellas que ambientan la Europa rural y aristocrática. A tono con el sello R&C, los interiores se abrigan de largos cortinajes de raso, apliques de tela fruncida, muebles notables de madera, retratos al óleo y un sinfín de detalles barrocos que las propietarias, madre e hija, defienden con pasión. Madrileña de pura cepa y arquitecta, Luisa García Gil vive aquí con su hija, Luisa Lorenzo. Ambas tienen la lupa puesta en los detalles y las manos abiertas a la conversación con sus huéspedes.
Las habitaciones fluyen por un ala del edificio según lo esperado: lámparas de araña, escribanías imperiales, sillones Chester, alfombras persas o de por ahí, cuadritos nobles colgados de los sillares. La mayoría con vistas al bosque y al río. Solo las afean el sistema antirrobo de las perchas en el armario, impropio de un hotelito relais & châteaux, así como el encendido de los pasillos por detección de presencia que apenas permite la circulación durante escasos segundos.
A primera hora de la mañana, el servicio se prodiga en explicaciones sobre el funcionamiento de la máquina de café, en lugar de servirlo directamente en mesa. Pero la calidad de los desayunos está muy por encima de lo habitual: pan gallego y bica, mermeladas de inspiración francesa, quesos de la tierra y zumo recién exprimido. Aún mejor se presenta la cena, a cargo del chef Federico López Arcay.
Si la llegada dio la pista, la despedida pasa por el edificio iluminado de enfrente, donde el azul pide un chapuzón de una hora bajo los chorros potentes del circuito de aguas. Masajes por delante y por detrás, desde arriba y desde abajo, para finalizar durante diez minutos en el flotarium con sales del Mar Muerto.
A Quinta da Agua
Categoría: cinco estrellas. Dirección: paseo da Amaia, 23B. Urbanización Brandia. Santiago de Compostela. Teléfono: 981 53 46 36. Web: www.aquintadaauga.com. Instalaciones: spa, hammam, sauna y flotarium con productos Dulkamara Bamboo, restaurante. Habitaciones: 44 dobles, 1 suite; todas con TV digital, wifi gratis, minibar. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, animales prohibidos. Precios: desde 134 la doble con desayuno.
{ "active": true, "code": "187508", "elementType": "offerExtension", "id": 11, "name": "SANTIAGO DE COMPOSTELA", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.