Mercados de Montreal
Cuatro espacios públicos de la ciudad canadiense para llenar la cesta de la compra con productos selectos
La cultura culinaria de Montreal tiene sus raíces en Francia y eso se nota en la calidad de los productos que se encuentran en los mercados, y en el paladar del montrealés medio, más exigente que sus vecinos estadounidenses.
Esta herencia cultural, junto con la masiva llegada de inmigrantes europeos, dieron origen a principios del siglo XX a la aparición en Montreal de mercados de comida donde hoy en día se puede encontrar desde productos locales de temporada hasta artículos más refinados. El mejor momento para visitarlos y descubrir la gastronomía local es en verano, cuando cobran vida atrayendo a un mayor número de vendedores y puestos de comida itinerantes. Cuatro son los mercados públicos más interesantes: Atwater, Jean-Talon, Lachine y Maisonneuve.
El mercado de Atwater y el de Jean-Talon quizá sean lo más populares, ambos se localizan en barrios habitados tradicionalmente por inmigrantes que en los últimos años han sido transformados por el proceso de gentrificación. El mercado de Atwater que data de 1933 se encuentra situado en un edificio art deco (138 avenue Atwater). En la planta superior están las tiendas donde comprar café, carnicerías, panaderías y tiendas gourmet de comida preparada, como la italiana Pasta d’Ici, que ofrece un especial del día por tan solo 5 dólares. En la planta inferior, hay puestos de fruta y verdura que en verano se multiplican incluyendo puestos de flores que llenan de colorido la explanada que rodea el mercado. Este espacio también lo han ocupado pequeños puestos de comida que sirven de escaparate para restaurantes de renombre como el exitoso Satay Brothers. En un comedor común el usuario puede probar platos de aquí y de allá en un ambiente distendido.
El mercado de Jean-Talon (7070 avenue Henri-Julien), para muchos más auténtico y más barato que el de Atwater, se encuentra en Little Italy y también fue construido en los años treinta. Compuesto por un único espacio abierto, en Jean-Talon podemos encontrar desde fruta y verdura hasta vino local y todo tipo de productos elaborados a base de sirope de arce. Los vendedores conocen sus mercancías y están dispuestos a aconsejarnos sobre qué es lo mejor del día y darnos recetas de cómo cocinarlo, algo que es raro en Norteamérica. La experiencia de este mercado no acaba aquí, en sus alrededores podemos encontrar diversos cafés y terrazas abiertos todo el año, donde poder descansar después de hacer la compra y probar una de las múltiples cervezas locales.
Al final del canal de Lachine, se encuentra el más antiguo de Montreal: el mercado de Lachine (1875, rue Notre-Dame). A día de hoy es uno de los más pequeños, pero no por ello debe dejarse fuera. El recorrido en bici a lo largo del canal se ha convertido en una de las actividades preferidas de los habitantes de Montreal, tras la transformación de sus zonas aleñadas en amplias zonas verdes.
En el barrio de Hochelaga-Maisonneuve encontramos el cuarto mercado, situado en un edificio estilo beaux-arts y construido antes de la primera Guerra Mundial (4445, Ontario Est). Los edificios colindantes al mercado Maisonneuve dan una idea de la opulencia del barrio que se unió a Montreal en 1918.
Para aquellos para los que esta lista no sea suficiente, existen además más de una docena de mercados de barrio itinerantes por todo Montreal que normalmente abren una vez por semana, únicamente durante el verano.
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