¡Queremos mucha playa!
De La Gomera a Llanes, arenas, faros y fondos marinos en diez enclaves alucinantes
Como todos los clichés, el costero está aliñado con dosis de verdad, de fantasías por doquier, de no pocas hipérboles y de lagunas clamorosas. Agregamos 10 regalos sensoriales para el veraniego que anda errante con la cabeza ávida de emociones.
01 VIENDO CRECER LA FLECHA
Playa del Caño de la Culata, Cartaya, Huelva
Todo nos pone en disposición de fijarnos en la punta de la flecha del Rompido. En Nuevo Portil, en las postrimerías de la ría del Piedras: playa que guarda la arena blanca del primer día de la creación. Caminando desde el amplio aparcamiento podremos fijarnos en dos pinos centenarios seguidos de una comunidad de enebros digna de un parque nacional. Gracias al caño se mantiene el paraje siempre verde, cerca de donde ponen sus huevos los camaleones. El tránsito de embarcaciones es casi continuo. “Bajo la luna, la ría parece un camino plateado”, poetiza Manuel Gómez, dueño del chiringuito y experto en preparar carnes ibéricas y caipiroskas, acompañando el caviar rojo con vodka del mejor.
02 EL ARTISTA EN SU PLAYAZO
Taller de Nacho Porto, Carnota, A Coruña
En el punto kilométrico 20 de la AC-550, a la altura del impagable arenal de Carnota, el artista pontevedrés Nacho Porto reclama la atención con su casa-tienda-taller con encanto. La creatividad es la nota dominante, tanto en las vajillas a la medida, como en su bisutería de porcelana, impregnando igualmente sus divertidos animales mitológicos. Como el Munte, “cruce de vaca gallega con rinoceronte que vino a hacer turismo por Galicia”. Un imaginario intransferible que tiene que ver con su bonita casa de aldea y sus vistas inconmensurables del arenal más extenso de Galicia: todo se cuece en su horno cerámico. www.nachoporto.com. Abierto de 9.00 a 21.00.
03 CANTA EL ALMUÉDANO
Ruptura del ayuno, Melilla
El casco viejo de Melilla es una incitación a la sorpresa constante y a solo cuatro horas en barco desde Málaga, Almería y Motril (Granada). Tras conocer Melilla La Vieja de día, llega, al atardecer, el momento de usar el ascensor gratuito de la muralla y así presenciar el encendido del faro erigido en piedra ostionera. La magia que desprende la óptica impregna los baluartes sobre los que descansan, cual esculturas de un eje visual, los obuses. Al lado, la terraza del torreón de las Cabras permite el ángulo necesario para contemplar los últimos rayos solares cayendo detrás del monte Gurugú y el barranco del Lobo. Ese crepúsculo, hasta el 8 de agosto, resulta fascinante, cuando el rezo por megafonía anuncia por todo la ciudad autónoma el fin del tiempo de ayuno del Ramadán.
04 AMANECER GOMERO
Playa de Puntallana, San Sebastián de La Gomera
La reserva natural especial de Puntallana constituye uno de los encuentros preferidos por los amantes de la naturaleza. Dejar atrás el cementerio y seguir por la izquierda hasta las seis cerradísimas curvas en cuesta, que se negocian a pie. Nos espera en su ermita la patrona de la isla, la Virgen de Guadalupe, de cuyo embarcadero partirá el 7 de octubre la romería lustral a San Sebastián de La Gomera. Especialmente hermoso es el amanecer por este litoral salvaje de dunas fósiles entre vegetación achaparrada, algunos pinos que tienen mucho de bonsáis y endemismos: el salado y las tabaibas gomeras.
05 ARROZ EN LA ‘PLATJA’ MULTICOLOR
Playa de Aiguablava, Begur, Girona
Fornells goza de gran estima en la Costa Brava. Contribuye a esta impresión primero la costa rocosa y seguidamente la caleta de Aiguablava (agua azul, en catalán), de arena finísima y contraste cromático sin paralelo; aderezado todo ello lo mismos con embarcaciones de recreo que con el arroz a la cazuela que desde hace 70 años guisan en el restaurante Garreta (972 62 30 33). Las familias disfrutan algo apretadas de esta cala resguardada de los vientos predominantes y con una entrada al mar progresiva. Para el escritor Josep Pla el tedio primaba en la bahía de Fornells; para nosotros, el dolce far niente.
06 AL CÁMPING, DE VISITA
Cámping La Paz, Llanes, Asturias
En una de las rotondas de Vidiago se anuncia el excepcional cámping La Paz (www.campinglapaz.com) por lo que tiene de acantilado. De visual. A nadie se le impide acercarse a su playa de arena (disfrutarla mejor en bajamar), pero la cita inexcusable es al atardecer, cuando desde el bar, con un café o un gin-tonic en mano, la panorámica de los entrantes rocosos a diferentes escalas no puede ser más sugerente. Atrae tanto el oleaje calmo como las olas arboladas propias de las galernas. A dos kilómetros se encuentra la artesana quesería Collera (www.quesovidiagocollera.com), que desde 1940 elabora queso semicurado.
07 ERMITA ENTRE OLAS
Playa de Santa Justa, Ubiarco, Santillana del Mar, Cantabria
¿Quién dijo que Santillana no tiene mar? ¿Es concebible una capilla semiexcavada en la oquedad del cantil sobre el que descarga el Cantábrico toda su fuerza? Tales interrogantes encuentran respuesta en la playa de Santa Justa. Como sucede en la playa lucense de Las Catedrales, los viajeros cámara en mano superan con creces a los bañistas. El sendero nace a mano derecha del chiringuito, tras el puente. Luego surge el apetitoso manantial y la ermita del siglo XVI, que abrirá el próximo día 19 de julio con motivo de la festividad de Santa Justa. Detrás se yergue el paredón del antiguo faro de San Telmo, donde alguna pareja esquiva disfruta del crepúsculo.
08 BUCEO EN AGUAS RADIANTES
Playa de La Barraca-Portitxol, Xàbia/Jávea, Alicante
El principal activo de la playa de La Barraca, o Portitxol (puertito), constreñida por el mar y las urbanizaciones, es su panorámica frente a los islotes L’Escull y a la isla del Portitxol. Gracias al efecto pantalla de esta, la zona de baño, pedregosa, está al socaire del viento de levante. Siguen vigentes los resabios marineros, así como la afluencia de buceadores por la luminosidad transparente de sus aguas y su lecho rocoso repleto de fauna marina. Llevar gafas y respirador. Pero también cangrejeras y/o ericeras. Arroces en el camuflado restaurante La Barraca (965 77 09 19). Desvío en el kilómetro 8 de la carretera al cabo de La Nao. A 300 metros de la bajada de 1,4 kilómetros, continuar por la izquierda.
09 UN BAÑO FRANCÉS
Playa de Hendaya, Francia
De imprescindible y señorial hay que calificar los tres kilómetros de arena de la playa de Hendaya: el diván playero más codiciado por los guipuzcoanos orientales. A ella acceden en barca desde la antigua cofradía de pescadores de Hondarribia/Fuenterrabía, la misma embarcación que los franceses usan para atiborrarse de pintxos.En el playón hay espacio para todos, incluidos jinetes sobre tablas o a caballo, y su seña de identidad no es otra que el casino Croisière (1884). Próximos al estuario asoman restos dunares no lejos del centro de talasoterapia. Y pespuntean el paseo 80 chalés de estilo neovasco. Molesta, sí, el paso continuado de aviones de Air Nostrum. Junto a las Dos Gemelas (dos farallones) tiene presencia el ambiente naturista.
10 NAVARONE EN MURCIA
Batería de Castillitos, Cartagena
Los 10 kilómetros hasta el extremo del cabo Tiñosorozan evocan la emoción de la realidad virtual. Nos topamos al final con la olvidada batería costera de Castillitos,a 250 metros de altura, construcción historicista (1931) con apariencia de fortificación torreada y almenada, como de cuento, que defendió durante seis décadas el flanco sur de la base cartagenera. Qué mejor escenario para un remake de la película Los cañones de Navarone que estos colosales vickers que dan un susto al miedo. Todo aquí tiene una cualidad como de Costa de la Muerte murciana: el mar alzado contra el cabo como un farallón acuoso. En la carretera Cartagena-La Azohía, tomar el vial a Campillo de Adentro.
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