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VIAJEROS URBANOS

Guía 'El Viajero' de Santo Domingo

Los mejores locales para tomar 'jugos' de frutas o para bailar merengue

Músicos en una plaza de la Zona Colonial de Santo Domingo (República Dominicana).
Músicos en una plaza de la Zona Colonial de Santo Domingo (República Dominicana).Getty

LA CIUDAD

La Primada de América fue una vez la joya de las colonias españolas. Hoy Santo Domingo es una ciudad que creció sin permiso, un revoltillo de hormigón, hierro y palmas que apenas genera lo suficiente como para mantenerse a sí misma a flote. Para muchos turistas, que se decantan por la oferta playera del país en sus costas norte y este, la capital muchas veces ni figura dentro del listado de puntos a visitar. Para quienes la incluyen, el paseo se limita muchas veces a la Zona Colonial, ese vestigio de presencia española conservado frente al Río Ozama, la frontera entre dos Santo Domingos muy distintos. ¿Se pierden mucho?

Absolutamente. Si bien la ciudad tiene poco que ofrecer en cuanto a belleza arquitectónica, centros artísticos e hitos históricos, recorrerla y vivirla por unos días ofrece algo aún más valioso: toda una experiencia a un precio extremadamente razonable si se viene con euros. Los cuatro millones de habitantes de la Primada crean un microcosmos variopinto en donde es posible experimentar esa joie de vivre que ha hecho tan famosos a los dominicanos en el extranjero; esa amabilidad que no es cortesía, sino confianza inmediata; esa inclinación por dominicanizar todo lo que llega de fuera, sea comida, música o deporte.

La ciudad está dividida en cuatro partes: está el Distrito Nacional, el centro económico, social y político del país, con los códigos postales más anhelados. Santo Domingo Oeste y Norte, menos poblados, son las zonas residenciales más desfavorecidas. Santo Domingo Este, también conocido como la Zona Oriental o el otro lado del puente, es un universo autocontenido que incluye grandes puntos de ocio, desde discotecas al estilo Las Vegas hasta moteles... al estilo Las Vegas, también.

Al contrario que en otras ciudades donde cada barrio tiene una identidad relativamente homogénea, aquí impera más bien la ambigüedad. Por esto mismo, el viajero debe extremar la precaución al moverse por Santo Domingo. Pero dejando de lado la seguridad, vale la pena entregarse a la magia de un paseo dominical por las calles de Gazcue, sacadas de una foto de 1950; al lujo comercial de Piantini; al trasiego del Mercado Modelo y a la posibilidad de hacer nuevos amigos instantáneos sentado en una acera, tomando una Presidente fría frente a una tienda de licores, mientras no deja de sonar música caribeña.

DORMIR

Hoteles


  • Accor Nicolás de Ovando (001 809 685 9955, Calle Las Damas). La antigua residencia del gobernador Nicolás de Ovando, una edificación en la Zona Colonial que data de principios del siglo XVI, fue remozada y convertida en un hotel boutique. Las espaciosas habitaciones están decoradas con el estilo minimalista colonial y, en su mayoría, cuentan con vista al Río Ozama. Si se dispone de una tarde ociosa, pasar unas horas en el área de piscina tomando jugo de sandía con ron local no es mala idea.

  • Coco Boutique Hotel (001 809 684 8467; Calle Arzobispo Portes, 7). Una opción para quienes deseen combinar una estadía en la Zona Colonial con una visión decorativa más contemporánea. Abierto en 2008, este hotel boutique tiene una ubicación idónea –la Arzobispo Portes, parte del caminito de bares del área, incluyendo el propio lounge bar del Coco–.

  • El Beaterío (001 809 687 8657; Calle Duarte, 8). Uno de los más bellos e íntimos hospedajes que ofrece la Zona Colonial, el hoy hotel boutique ha tenido varias vidas: primero de residencia privada, luego de monasterio y después de escuela privada. Las habitaciones dan a un patio español y la terraza común ofrece vistas del Parque Duarte, uno de los espacios públicos más concurridos de la Zona Colonial.

  • Holiday Inn Santo Domingo (001 809 621 0000; Av. Abraham Lincoln, 856). Construido hace un par de años, el Holiday Inn tiene una ubicación inmejorable. Justo en el centro de la Avenida Lincoln, una de las principales vías de la ciudad, está a pocos minutos de los mejores centros comerciales, restaurantes de moda y bares para llenarse las pupilas de belleza.

  • BQ Santo Domingo (001 809 535 9722; Av. Sarasota, 53). Si uno desea descansar cerca del centro de la ciudad en vez de retirarse a la Zona Colonial, esta es una opción más asequible que la anterior. Ubicada en la Avenida Sarasota, la vía principal del acomodado sector Bella Vista, el BQ cuenta con un restaurante de tapas en el primer piso, un lounge bar en la azotea y acceso rápido al Central Park de Santo Domingo, el Mirador Sur.

COMER

Restaurantes


  • Gallo Pinto Café (001 809 567 4345; Calle Manuel de Jesús Troncoso esquina Av. Roberto Pastoriza). Fruto de la alianza entre un director creativo publicitario y una chef entrenada en Nueva York, el cambiante menú de Gallo Pinto logra sorprender hasta a sus habituales. La carta incluye versiones propias de platillos locales, como el mofonguito de plátano, o remezclas de platos extranjeros a la dominicana, como el risotto de guandules. Afortunadamente, los propietarios se pasean mesa por mesa ayudando a los comensales a decidir entre tantas buenas ofertas.

  • Adrián Tropical (001 809 566 8373; Av. Abraham Lincoln, 803 y Av. George Washington, 2). Para quien quiere degustar la gastronomía dominicana en su estado original, Adrián es una opción agradable al estómago y a los ojos –las referencias al campo dominicano abundan en la decoración y en la vajilla–. No hay que dejar de pedir el Mofongo Combi, con mucha agüita. Y un dato a tener en cuenta: si el hambre ataca por la noche, Adrián abre hasta las dos de la madrugada.

  • Nipau (001 809 540 3558; Av. Max Henríquez Ureña, 20). Nicolás y Paula tienen uno de los establecimientos más atractivos visualmente de Santo Domingo. Está ubicado en Naco, una de las zonas más acomodadas. Una recomendación: chipirones rellenos de pulpo. Y un extra bonus: justo al lado está Chocoa, un café con un menú dulce. Los postres con chinola, los macarons y las bebidas con chocolate blanco son para volverse loco.

  • Moroconcoco ((001) 809 563 4749; Calle Eduardo Jenner, 4). Que no le engañe a nadie el concepto de comida dominicana creada con visión de chef: En Moroconcoco el ambiente, con sus manteles de tela plástica florida y sus alegorías a la típica casita campestre, no puede ser más casual.

  • Yokomo (001 809 732 5999) ¿A qué sabe el sushi con plátano? En los cuatro restaurantes de la cadena local Yokomo tienen todo un menú como respuesta. Hay que probar el rollo Tituá –camarón, queso crema, plátano maduro y atún– con una sakiriña –obvio, una caipirinha a base de sake–.



  • Asia Mía (001 809 289 0707; Agustín Lara, 25). Emil Vega, uno de los chefs más conocidos del país –miles de dominicanos veíamos semanalmente su cara de póquer frente a los platos en un reality local tipo academia de cocina–, trajo a la ciudad un revoltillo asiático. El menú de Asia Mía tiene desde bibimbap hasta curry tailandés y yakisoba de tofú. Y que nadie se quede sin probar los mojitos, por favor.

  • El Mesón de Bari (001 809 687 4091; Calle Hostos, 302). Cuando Anthony Bourdain estuvo por Santo Domingo, en su lista estuvo una institución culinaria de la Zona Colonial: El Mesón de Bari. Y no por nada: todo es bueno en el Mesón. Es uno de los mejores lugares para probar cocina local con el sazón correcto.


Entre comidas



  • La Dolcerie (001 809 338 0814; Calle Rafael Augusto Sánchez, 20). Básicamente, La Dolcerie es el cielo para los amantes del brunch. Sin embargo, no importa la hora en que se pase, la terraza de este bistró de inspiración parisina siempre estará llena, y la calle frente al local estará repleta de todoterrenos y autos de lujo. ¿El mejor platillo? La tostada francesa con cereal crocante y crema de chinola.

  • Barra Payán (001 809 689 6654; Av. 30 de Marzo, 140). Más que una barra de emparedados, la Payán es una institución forjada hace más de 50 años a base de derretidos de queso con tomate, batidos de papaya con leche y servicio post-fiesteo. La Barra Payán ofrece el mejor baño de pueblo.

LA NOCHE

Cócteles


  • Pat’e Palo (001 809 687 8089; Calle Atarazana, 25). El coctelero de esta brasería de inspiración europea es ganador del Diageo Reserve World Class 2012 como mejor bartender de República Dominicana. Y para probarlo tiene cócteles que incluyen té de jengibre, puré de mango y amargo de mamajuana, una bebida afrodisíaca local . Aunque su ubicación en el epicentro atrapa-viajeros de la Zona Colonial, frente al Alcázar de Colón, pueda hacer pensar que se trata de una trampa turística, vale la pena visitar el restaurante por sus tragos y su exquisita decoración.

  • La Cantina del Agave (001 809 567 4444; Arzobispo Meriño, 115). Diez variedades de margaritas tropicales –con bases como coco, guanábana, tamarindo, guayaba y chinola– y una de las mejores ofertas gastronómicas mexicanas de la ciudad. Y miércoles de bossa nova en vivo. Y viernes bailables.



  • Maio Casa Bar (001 809 682 3261; Las Mercedes, 101). La Casa de la Calle Las Mercedes cuenta con un menú variado de DJs locales y otro de entremeses que incluye unas mini hamburguesas diabólicas. El fuerte de Maio Casa Bar no son necesariamente las bebidas –aunque a veces realizan especiales de tragos a 100 pesos dominicanos, el equivalente a unos dos euros–, sino sus fiestas temáticas.

  • Camden Parlour (001 809 549 3588; Gustavo Mejía Ricart, 81, Plaza Andalucía I, segundo piso). Los pertenecientes a esa zona gris entre hipster y scenester conviven en Camden, un bar de inspiración británica cuyo valor sube de lunes a jueves: Si no hay mucha oferta de eventos, siempre se puede contar con este punto en el centro de la ciudad para pasarla bien. Compleméntese con una visita a Tu Quipe, en la misma plaza comercial, para comprobar qué le sucede a la comida libanesa cuando pasa por manos dominicanas.


Discotecas



  • Jet Set Club (001 809 537 9337; Av. Independencia, 2253). ¿Quién no visita República Dominicana con ganas de bailar merengue y bachata? El Jet Set, uno de los antros más populares de la ciudad (en ambos sentidos de la palabra), es la mejor apuesta para quienes no deseen salir del Distrito Nacional y aun así darle hata’ abajo. Advertencia: seguramente la mitad de las canciones que se escuchen sean de dembow, el ritmo local más popular actualmente. YouTube puede ser muy útil para no pasar vergüenza en la pista.

  • Praia Bar & Wine Lounge (001 809-732-0230; Av. Gustavo Mejía Ricart, 78). Una opción chic para los fans de djs de moda.



  • Shave Ur Legz. El logo del gordito de las piernas hirsutas es la señal inequívoca de que se trata de una fiesta de las buenas. El dúo de productores de eventos ShaveYourLegz ha inyectado la escena local con vitamina sacada de Pitchfork: Desde Flight Facilities hasta Maluca, pasando por sus This is How We Brunch. Su especialidad es realizar eventos en lugares inesperados –eso incluye un domo dentro del Jardín Botánico de la ciudad–, así que, para estar al tanto de la ubicación de su próxima fiesta, no hay que dejar de visitar su web.

QUÉ HACER


  • Plaza de la Cultura (Av. Máximo Gómez esquina Av. Pedro Henríquez Ureña). Ubicado en Gazcue, un vecindario que todavía guarda vestigios del art déco, el complejo incluye el Teatro Nacional, el Museo del Hombre Dominicano, la Cinemateca Nacional, el Museo Nacional de Historia y Geografía, la Biblioteca Nacional y el Museo de Arte Moderno. Este último es el más recomendable de todos; si bien la colección permanente no es muy vistosa, las exposiciones de creadores locales, sobre todo en tiempo de bienal, son una buena referencia del arte local.

  • Mercadillo de Cinema Café (Av. Pedro Henríquez Ureña, entre Máximo Gómez y Leopoldo Navarro). Un domingo al mes decenas de diseñadores jóvenes se reúnen en torno a un mercadillo de ropa, accesorios y zapatos ubicado en Cinema Café, contiguo a la Cinemateca en la Plaza de la Cultura. Aunque el promedio de edad del público es de 19 años y la mercancía es mayoritariamente para mujeres, la experiencia se presta a realizar un estudio etnográfico de la juventud dominicana; de paso, un paseo vespertino por Gazcue cae bien.

  • Mercado Modelo (Avenida Mella, cercano a la calle peatonal El Conde). El mercado atrapa-turistas por excelencia es el tradicional Mercado Modelo, con oferta de artesanías, bebidas típicas y frutos caribeños. Ojo con las pertenencias: existe el riesgo de salir más ligero de lo que se entró.

  • Barrio Chino (entre las Avenidas México y Mella). Inaugurado hace aproximadamente un lustro, el Barrio Chino de Santo Domingo es poco más que un par de calles con restaurantes y comercios, rodeadas de los esperados portones. Está cerca de la Avenida Duarte: recorrer ésta ayuda a entender la dura realidad de la Santo Domingo periférica.

  • Camisetas de diseño local. Si uno se fija en el acento dominicano, se habrá dado cuenta de que aspiramos consonantes y comemos sílabas finales con una destreza impresionante. Además, espolvoreamos el resultado con una jerga que guarda poca lógica –cualquier cosa es una 'vaina', cualquier hombre es un 'tíguere'–. El viajero puede llevarse consigo un souvenir de este cuasi dialecto en forma de camiseta, gracias al trabajo de diseñadores jóvenes como Tingola, Modafoca y Mangobajito.

  • Bebida a lo SDQ. ¿Cuál es el mejor asiento para compartir unos tragos? La acera. Los drinks, también conocidos como liquor stores, son un punto de reunión para los amiguetes. Un coche con el maletero abierto, música a todo volumen, un par de botellas compradas en la tienda de licores y un paquete de vasos de plástico pueden dar mucho de sí. Una de las cadenas más populares es la pionera Drinks2Go, con sucursales en laa avenidas Tiradentes, Núñez de Cáceres e Independencia. Las recomendaciones de la carta local son el Ron Barceló, el Ron Brugal y claro, la joya de la corona etílica dominicana, la Cerveza Presidente.

  • Arte en la Zona. A pocos pasos el uno del otro, en la Calle Arzobispo Meriño de la Zona Colonial, el Centro Cultural de España y Casa de Teatro son dos de los puntos locales con mayor y más constantemente renovada oferta artística local; desde música en vivo hasta exposiciones pictóricas.

  • Coco y leche. La República Dominicana no es solo plátanos y arroz, también es coco, frutas y leche. Una de las tiendas mejor surtidas en materia de confitería tradicional, además de un punto recomendado para comprar souvenirs típicos, es Criollísimos (809-565-3988, 63 Av. Winston Churchill, Plaza Las Américas): Hay que probar un jalao de coco o un dulce de leche relleno de naranja.

  • Son y salsa. República Dominicana tampoco es solo merengue y bachata, también es son y salsa. Como muestra está El Secreto Musical (Calle Baltazar de Los Reyes, Villa Consuelo), un punto nocturno de culto donde no es raro ver a viejos robles bailar estos ritmos con la agilidad y la destreza de un veinteañero.

  • Boca Chica. La playa más cercana al Distrito Nacional ciertamente no es la más bella de la isla, pero tiene una particularidad especial: sirven uno de los mejores pescados fritos con limón del Caribe. Y uno tampoco puede visitar Boca Chica sin degustar un long play, el término popular para referirse a un placer culpable en forma de enormes tortas fritas, más conocidas como yanikekes.

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