Playa, paella y pánico en Sitges
Zombies tostándose al sol en la playa o tomando un café en una terraza. La localidad catalana acoge a cientos de muertos vivientes en sus calles durante la celebración de su Festival de Cine Fantástico
El Festival de Cine Fantástico de Sitges se celebra desde hace 45 años, y a estas alturas se ha convertido no sólo en una seña de identidad de esta hermosa localidad catalana, sino también en uno de los acontecimientos más mimados y queridos por sus habitantes. El pueblo se vuelca en el certamen y durante sus dos semanas de duración (del 4 al 14 de octubre) restaurantes, pastelerías, ópticas y mercerías decoran sus escaparates con miembros amputados y dibujos de temática gore, firmados por alumnos de las escuelas locales. Uno no puede dejar de preguntarse en qué consisten las pesadillas de los niños de Sitges…
Zombis en la playa
Uno de los eventos más celebrados del festival es el popular Zombie Walk, una suerte de procesión para los peculiares acólitos del género que recorre el casco antiguo de la localidad costera. Muertos vivientes de todas las edades rivalizan por ser el más aterrador y original. La organización pone a disposición de los participantes un servicio gratuito de maquillaje que empieza a funcionar desde el mediodía y trabaja a destajo hasta la hora de comienzo del desfile. Así, a lo largo del día 12 de octubre, los bares, las calles y las playas de Sitges se llenarán paulatinamente de zombis que esperarán su momento de gloria mientras toman tapas o descansan al sol. Y he aquí otro aliciente de visitar Sitges en estas fechas: si decide disfrutar de los últimos rayos del verano y por qué no, darse un baño en el Mediterráneo, despreocúpese de lorzas o celulitis; sus vecinos de toalla serán no-vivos y sin duda no darán importancia a tales miserias terrenales.
Sitges ofrece múltiples playas de arena fina. La playa dels Balmins es una tranquila cala nudista que se encuentra junto al puerto deportivo. La playa de San Sebastián está estratégicamente situada entre la ermita de San Sebastián y el casco antiguo. Finalmente, el paseo marítimo bordea un largo brazo de arena dividido en las playas más familiares.
Paella y paseo
Muchos son los restaurantes de Sitges que ofrecen paella y fideua en terrazas que miran al mar, pero en el paseo de la Ribera se encuentra el local que ha dado su nombre a toda una tradición nacional: el primer Chiringuito de España. Igualmente histórico, el restaurante Costa Daurada (playa San Sebastián, 27) tiene la misma edad que el festival y tres generaciones de cocineros han pasado por sus fogones. De postre, tendrá donde elegir: Sitges es golosa y proliferan las pastelerías. Provisto de su dulce tradicional, emprenda el recorrido por el casco antiguo. Además de su iglesia barroca, le llamarán la atención las numerosas mansiones y palacetes construidos por la rica burguesía a su retorno de las Américas a principios del siglo XX. Antes de lanzarse a la oscuridad terrorífica de la sala de cine, le vendrá bien un buen trago de ron: la casa Bacardí se encuentra en el Mercat Vell, un precioso edificio modernista, y recorre el proceso de elaboración del ron y la historia de dicha marca, creada por Facundo Bacardí, nativo de la ciudad.
Ríete del pánico
Esta podría ser la última oportunidad de acudir al Festival del Sitges si se cumplen las predicciones mayas que fechan el fin del mundo en 2012. Y como no, el Festival dedica su mítico cartel a tan señalada ocasión. No deje de ver alguna de las propuestas más espeluznantes como el Drácula en 3D de Darío Argento, o Antiviral, el debut del hijo de David Cronenberg, Brandon, cuyo trailer confirma que su mente es al menos igual de enfermiza que la de su padre. Si es posible, escoja el cine Prado o El Retiro, deliciosamente decadentes, para poder aplaudir y carcajearse como el que más ante las escenas sanguinolentas. Ya se sabe, donde fueres haz lo que vieres. A diferencia de otros festivales de cine más sesudos, Sitges tiene un público joven y gamberro que acude disfrazado y con ganas de marcha a las proyecciones.
Además, si es usted el desafortunado acompañante de un fan del género, y sufre de aprensión o problemas cardiacos, el festival también tiene algo que ofrecerle. Su sección documental y de animación cuenta este año con interesantes propuestas como Room 237, sobre los mensajes ocultos de El Resplandor o Le magasin des suicides, de Patrice Leconte, el director de El marido de la peluquera.
El Festival de Sitges de 2012 se celebra entre el 4 y el 14 de octubre.
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