Seis horas en Bérgamo

Nuestra ruta parte del Aeropuerto Internacional de Bérgamo Orio al Serio, en Milán. Aunque Malpensa y Linate son más importantes, el aeropuerto de Bérgamo también juega un papel importante en los vuelos de bajo coste. Hay autobuses urbanos directos desde el aeropuerto que en unos 10-15 minutos llegan a la pequeña ciudad medieval de Bérgamo. Si se cuenta con unas horas antes de tomar otro vuelo, no hay que desaprovechar esta pequeña ciudad que pasa desapercibida para el turismo de masas que visita Italia pero que cuenta con un inmenso atractivo. Merece la pena subir a la parte alta de la villa lombarda a través de un funicular para pasear por el casco viejo de la ciudad, rodeado de las murallas Vénetas.

Tras caminar por las empinadas cuestas y las estrechas callejuelas da tiempo a tomarse un helado en la Piazza Vecchia, el corazón del casco viejo de la ciudad. Allí se encuentran también el Palazzo del Podesta, y el Palazzo del Comune, el Palazzo della Ragione, y la Torre Cívica, más conocida como el Campanone, y que es el símbolo medieval de Bérgamo. Si se coge el moderno ascensor del Campanone se llegará al punto panorámico más alto de la ciudad, donde se disfruta de las mejores vistas de Bérgamo y se pueden contemplar los Alpes. Desde allí se puede continuar el paseo hacia la plaza del Duomo, donde se encuentra la Basílica de Santa Maria Maggiore y la Capilla Coleoni. También merece la pena pararse a ver la catedral. Bérgamo es un lugar donde el viajero no tendrá problemas para encontrar lugares variados y de calidad para comer o tomar un café. Recomendamos sentarse en una de las terrazas y probar la típica polenta.

Para dejar las maletas en el aeropuerto: La consigna está situada en la zona de llegadas del aeropuerto. La empresa que lo gestiona tiene página web en la que informa de las condiciones, horarios y tarifas. Está abierto desde las 8.00 hasta medianoche y cuesta cuatro euros un maleta y diez euros de tres en adelante.