La mejor playa del mundo, con Hugo Silva

Hugo Silva se reconoce un enamorado de Galicia tras su segunda estancia en esta comunidad autónoma. Aunque estuvo hace tiempo, el actor madrileño reconoce que "esta vez ha sido diferente, y no solo por el rodaje de la recién estrenada Agallas, sino por los destinos".

El recorrido, que comienza en alrededores de Valdoviño y A Coruña, es ideal, asegura Silva, para quien quiera "disfrutar con los cinco sentidos durante unos días, gracias a su gastronomía, el olor de sus bosques, los bellos paisajes de mar y montaña, y un clima que te acaricia y muestra la vitalidad del lugar, ya sea empampándote con su lluvia o con un sol que puede llegar a quemarte. Y todo eso en un mismo día".

Fenómenos meteorológicos aparte, el conocido actor destaca uno de los lugares que más le fascinó durante el rodaje: el Cementerio de Cambados, frente a la ría de Arousa. Aunque pueda parecer algo macabro, Silva lo describe como "un lugar que aparentemente está en ruinas, y sin embargo está lleno de encanto y tranquilidad".

Pasado celta

Algo que ha enganchado al protagonista de la serie Los Hombres de Paco es la luz que inunda los prados gallegos y los acantilados de Fisterra, y que, asegura, ha quedado retratada en algunas escenas de la película. Por ejemplo, comento divertido, cuando el personaje de Carmelo Gómez le dice mientras mea: "Échame una mano para llenar el Atlántico".

Bromas aparte, Hugo reconoce que hay lugares como Castro de Baroña, junto al municipio de Porto de Son, en la parte sur de la ría Muros-Noia, perfectos para aquellos que solo deseen tranquilidad. Un encanto especial envuelve a este lugar, uno de los principales yacimientos arqueológicos de Galicia, y del que el actor destaca "su pasado celta, que aún se percibe en el ambiente, y ser el lugar donde nació Ramón Sampedro".

No son los únicos alicientes de este casi mágico. "Allí se encuentra la playa más bonita que he visto en mi vida. He viajado a otros espectaculares lugares de costa como Brasil, pero la playa más increíble es ésta sin duda".

Del Atlántico a la mesa

Sentados a la mesa, Silva reconoce que ha disfrutado mucho con el marisco y el vino servidos en el restaurante A Pedra do Sal, situado en Baldaio, cerca de Carballo. "Fue el que más me gustó de todos porque no hay una carta como quien dice, sino que depende de lo que se haya pescado ese día. Tienen barcos con los que salen a faenar y lo que se traen es lo que hay de comer o cenar", explica.

Para quienes deseen una noche de agitada fiesta, aunque de oídas, Hugo recomienda acudir a Sanxenxo, en la ría. "Está muy bien, aunque yo no he estado, porque me dijeron que había mucha gente y prefería tranquilidad".

Quizá por ello sí lo tiene muy claro a la hora de recomendar alojamiento. Durante el rodaje, tanto él como el resto del equipo se hospedaron en la localidad de Sada, y acertaron. "Se encontraba más o menos a mitad de camino del resto de las localizaciones del rodaje, pero sobre todo era un lugar muy tranquilo, perfecto".

Para aquellos viajeros que decidan lanzarse a disfrutar los encantos visuales y gastronómicos de los acantilados y rías de Galicia, Hugo sugiere moverse en coche, sea propio o alquilado. Es la mejor forma, asegura, "de investigar los lugares más recónditos y viajar con mayor libertad".

Más información en la Guía de Galicia