Buenos Aires, fiesta de los sentidos
Diez rincones para no perderse en una ciudad con dos caras y mil sensaciones por descubrir
La capital argentina se vive con los cincos sentidos, desde el sonido de los tangos callejeros hasta el sabor intenso de su dulce de leche, sin olvidar el tacto de sus famosos artículos de piel de carpincho o el aroma a protesta de la Plaza de Mayo.
Buenos Aires intenta reinventarse entre vientos de prosperidad y restos de miseria de la era post-corralito. La descomunal capital argentina mezcla a la perfección los resquicios de su pasado colonial con pinceladas de modernidad y vanguardia.
EL VIAJERO sugiere diez propuestas imprescindibles para una visita a la legendaria urbe suramericana.
1. Plaza de Mayo. No hay mejor punto de partida para un paseo por Buenos Aires que el sitio de su fundación. La Plaza de Mayo se encuentra en microcentro porteño y de ella parten tres importantes avenidas de la ciudad: la Avenida de Mayo, la del Presidente Julio A. Roca y la del Presidente Roque Sáenz Peña.
La Plaza de Mayo es conocida por ser el lugar donde se organizan todas las protestas y manifestaciones, debido a que acoge la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino. En su entorno se localizan también la Catedral y la sede del Banco Nación. Entre cafés, tiendas y calles colindantes, se crea una atmósfera curiosa que da la sensación de un caos arquitectónico que alterna, indistintamente, lo clásico con la modernidad.
2. De compras. A un par de minutos a pie de la Plaza de Mayo se ubica el Buenos Aires más comercial. Las calles Florida y Lavalle forman la zona de compras de la ciudad con multitud de tiendas y antiguos y pintorescos edificios reconvertidos en centros comerciales.
3. Puerto Madero. Ya ha llovido desde que el obsoleto puerto bonaerense dejó paso al nuevo. Puerto Madero pasó de ser una de las zonas más degradadas a uno de los proyectos estrella de la ciudad. Hoy, es un barrio muy frecuentado por habitantes y turistas gracias a su ubicación cercana al centro, sus parques, plazas y puentes.
Por toda la zona abundan hoteles de cinco estrellas, restaurantes, viviendas, zonas comerciales y empresariales y universidades. Puerto Madero es conocido ya por ser uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires, con el valor añadido de un antiguo puerto que mira al río.
4. Al otro lado de los diques de Puerto Madero, se encuentra el barrio de San Telmo. Es un espectáculo recorrer sus calles atestadas de gente, estatuas vivientes, músicos callejeros tocando el bandoneón -esa especie de acordeón tan popular en Argentina-, parejas bailando tango y anticuarios.
El imprescindible mercado dominical de San Telmo aviva el corazón del barrio, la plaza de Dorrego. Es buena idea perderse entre objetos, herencia del pasado porteño de principios del siglo XX, y después, cargar pilas en alguno de sus restaurantes.
5. Al norte del centro de Buenos Aires, otro barrio: el de la Recoleta. Una zona muy agradable para pasear por sus parques entre estatuas, hasta llegar al ilustre Cementerio de la Recoleta, donde está enterrada Eva Perón. Justo enfrente del campo santo suele colocarse un pequeño mercadillo.
6. Barrio de Palermo. Y al oeste de la Recoleta, se encuentra el denominado Soho bonaerense, que recibe ese apelativo por su estructura industrial adaptada a las últimas tendencias de la moda. El barrio de Palermo acoge tiendas de ropa de diseñadores argentinos, sobre todo en las calles de Gurruchaga y Honduras.
7. Buenos Aires escénico. La avenida de Corrientes es una especie de Broadway a la argentina. En esa calle, se levanta el Buenos Aires escénico en torno al Cabaret Tabaris, que fue uno de los más importantes de la ciudad y hoy es un templo pentecostal. El que sigue con sus representaciones, desde 1908, es el Teatro Colón del barrio de San Nicolás. En él, actuaron ilustres como Manuel de Falla, Monstserrat Caballé, Lola Flores o María Callas.
8. Comer en Buenos Aires. Los restaurantes bonaerenses vuelven a lucirse, casi olvidados los tiempos de crisis. Es muy recomendable La Cabrera, donde hay que probar la tira de asado americano, los chinchulines de cordero y la molleja crocante, siempre abarrotado y con precios moderados. Otras opciones pueden ser La Cabaña Las Lilas, menos asequible, y La Rambla (Recoleta, Posadas, 1.602), para tomar lomito con huevos fritos.
9. El Buenos Aires de los museos. En una ciudad del calado de Buenos Aires no puede faltar la cara más cultural. Destacan el contemporáneo Museo de Arte Latinoamericano y el Museo de Arte Moderno.
10. Ciudad de cafés. Buenos Aires mantiene la cultura de los cafés gracias, en parte, a la protección del Ayuntamiento, que mantiene una cincuentena de cafés notables. El más famoso de todos es el turístico Café Tortoni, en la avenida de Mayo. Pero hay muchos otros que merecen una visita: Los Galgos (Callao y Lavalle), El Hipopótamo (Brasil, 401) y un largo etcétera.
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