14 fotosRefugiados climáticosLa desnutrición amenaza de muerte SomaliaLa población de Somalia viene sufriendo la ausencia de lluvia que se traduce en falta de alimentos. A la peor sequía en cuatro décadas se suma ahora la carencia de trigo que era importado desde Ucrania. El hambre es ya un enemigo cotidianoJoost BastmeijerSomalia - 04 abr 2022 - 09:05CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn uno de los campos de desplazados internos en Baidoa, Somalia, una mujer y su hija descansan debajo de un árbol mientras esperan la ayuda de las entidades que apoyan a los desplazados internos. La mayoría de las personas que llegan a los campamentos han estado caminando durante días, a menudo sin suficiente comida ni agua.Joost BastmeijerLa población somalí desplazada internamente en Luglow se congrega en torno al punto de colección de agua. Si las reservas de alimentos de las organizaciones humanitarias en Somalia se agotan, los refugiados climáticos podrían convertirse también en víctimas de la guerra en Ucrania. Debido a la escasez de comida, los precios del combustible, el transporte y los fertilizantes se están disparando. En Somalia, los precios de los cereales han llegado a duplicarse respecto a los del año pasado.Joost BastmeijerLas casas en el asentamiento de desplazados internos de Luglow están hechas de pequeñas ramitas, atadas entre sí para formar una estructura redonda que puede sostener lonas y otros pedazos de tela.Joost BastmeijerUn sanitario pasa consulta en el asentamiento de desplazados internos de Luglow. En busca de casos de desnutrición, usa una correa MUAC (circunferencia de la mitad superior del brazo). El hijo de Madina Ibrahim Hilowle (a la derecha en la imagen) obtiene un '10' en esta cinta métrica especial, lo que significa que sufre de desnutrición aguda.Joost BastmeijerUn hombre usa un trozo de tela sobre la nariz a modo de mascarilla para protegerse de la covid-19, mientras camina en su carro tirado por burros repartiendo agua en el asentamiento de desplazados internos de Luglow.Joost BastmeijerMadina Ibrahim Hilowle ha acudido con su hijo tres veces al centro de estabilización de Kismayo, pero sigue sufriendo de desnutrición.Joost BastmeijerEl personal de la clínica móvil en el asentamiento de desplazados internos de Luglow atiende a niños y proporciona medicamentos si es necesario. Si un niño necesita más ayuda, se le envía al centro de estabilización de Kismayo.Joost BastmeijerLa especialista de nutrición Hawa Dakane Ahmed de la clínica móvil de Save the Children apoya a Juhara Ali (28 años) que lleva en brazos a su hija Ubah, de cuatro años, para que examinen su frágil estado de salud en el asentamiento de desplazados internos de Luglow. Su desnutrición era tan grave que a la mañana siguiente a la toma de esta foto, Ubah falleció.Joost BastmeijerLa región sur de Somalia está plagada de ganado muerto. Se estima que cientos de miles de animales han muerto como resultado de la actual sequía, la peor en 40 años, según la ONU.Joost BastmeijerMuridi Haji, de casi dos años y medio, está en brazos de su padre Abdelkader haji, de 27 años, mientras lo examina un médico en el centro de estabilización de Kismayo. En el área de recepción se decide, tras un breve chequeo, el tratamiento que recibirán los niños.Joost BastmeijerEn una visita a la clínica móvil en el campo de desplazados internos de Luglow, le dijeron a Haawo Abass (20 años) que llevara a su hijo Abdelnasr al centro de recuperación en Kismayo. El niño sufre de kwashiorkor, un tipo de desnutrición proteica que provoca una afección de la piel que se manifiesta en cambios en la pigmentación de la piel. La enfermedad es típica del período de destete y afecta sobre todo a niños en su segundo año de vida. Abdelnasr tiene 16 meses.Joost BastmeijerLa unidad de cuidados intensivos del centro de estabilización de Kismayo, donde se encuentran hospitalizados niños con desnutrición aguda.Joost BastmeijerAbshir Abdulahi (tres meses) en su cama en el centro de estabilización de Kismayo. El niño sufre de desnutrición aguda y es tratado para su recuperación.Joost BastmeijerHawo Abdi (26 años) amamanta a su hijo Adan Isaac (11 meses) en el centro de estabilización de Baidoa. El niño sufre de desnutrición y recibirá una mezcla de leche materna y fórmula hasta que sea lo suficientemente fuerte para volver a casa. Adán y su madre son de un pequeño pueblo llamado Durow.Joost Bastmeijer