![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YYA5DC4KT5JINITR5SU32X5FGE.jpg?auth=4f541c1f8a0883f843786bdfb51fb6c1686bf79413013510239c70f2d30df5a1&width=414)
Baldosas hidraúlicas en Madrid
En esta casa del madrileño barrio de las Letras, el diseñador Alberto Gobbino Ciszak y su pareja, la artista María Rosenfeldt, han rescatado las baldosas hidráulicas, papeles pintados y estucos que habían ido cubriéndose durante años para recuperar las emociones del pasado.
![Detalle del estudio de María Rosenfeldt con sus arpas, donde se aprecia la intención de conservar los desconchones y las huellas del paso del tiempo.<br><br>Rascar, picar, descubrir y eliminar. En eso consistió fundamentalmente la reforma que Alberto Gobbino Ciszak —miembro del estudio de diseño e interiorismo Ciszak Dalmas junto a Andrea Caruso Dalmas y Matteo Ferrari— hizo en esta vivienda de alquiler de 170 metros cuadrados ubicada en el madrileño barrio de las Letras y que comparte actualmente con su pareja, la artista María Rosenfeldt.<br>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/232YEMOIGBNDJB4OJC3GK6TYYQ.jpg?auth=97183daf1745f13b42b503b201443648aebbadb56b24671d6a86e248cdaf3d58&width=414)
![En el dormitorio principal, los libros y algunas obras de arte en la pared comparten espacio con fotografías, entre las que destaca la gigantografía del test nuclear en Nevada de julio de 1957.<br><br><i>“La casa estaba en muy mal estado y la idea era rescatar todo aquello que había sido cubierto por los anteriores inquilinos: baldosas hidráulicas, papeles de pared, estucos, etcétera. Como un arqueólogo cuando descubre una ruina, hemos ido quitando estratos lentamente y desvelando emociones e historias sin dueño”</i>, explica Gobbino Ciszak.<br>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZAUCVM4IORP5XCJ4CEZNZ33RNE.jpg?auth=1f358c376ffe6e5740c102e169fbc6a0cbfaa3d3985388aa7cd2bdb657cd5e80&width=414)
![La sala de estar con mobiliario diseñado por el estudio de Alberto Gobbino Ciszak, Ciszak Dalmas. El sofá es heredado, la lámpara proviene del rastro y el sillón es de Ikea.<br><br>El resultado de semejante prospección recuerda mucho a la seductora decadencia de algunos palazzi italianos: <i>“Es cierto que tiene ese aire, pero surgió un poco sin querer, casi porque lo demandaba el espacio”. Un piso que, en definitiva, se ve vivido: “Es lo bueno que tiene la imperfección, hace que el lugar tenga su propia historia. También nuestra huella quedará grabada”</i>.<br>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IMAQQUM6ARKBPOIRJT7ODRZBDU.jpg?auth=37ee6c316451f54cac18de105457b2a2ddcbf9505bd830ec838c400ce7ab5388&width=414)
![En el comedor, las sillas son unas Thonet restauradas, la mesa fue rescatada de la calle y los jarrones son obra de María Rosenfeldt.<br><br>Y acorde con esa búsqueda de la sencillez, los elementos decorativos son pocos y casi invisibles. <i>“Unos muebles diseñados por nosotros y alguno de segunda mano que conceden descanso visual”</i>, dice Gobbino Ciszak. Una filosofía que se corresponde con el espíritu sostenible de Ciszak Dalmas. <i>“En esta casa, al igual que en nuestros proyectos, intentamos ser coherentes y sacar mucho partido a pocas cosas”</i>.<br>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4B6CA6JZ7NKQHHK4P2IXZYJYM4.jpg?auth=ed5e0af8e16f4c731432d613e945a36d81a1340024785c95f0a133bf71416e0d&width=414)
![Un detalle del salón: minerales, un búho de papel y un espejo de Marta Ayala.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GW7UALZKDZLJZBXOSJTQY34WPQ.jpg?auth=6eb20a2012177e0911e60c8c228ff6915b97bcd0c3f664f1907058b98e0489b3&width=414)
![Un jarrón de María Rosenfeldt en el salón comedor.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZQ7LDWQBOVJKZL52WHEI4BZHK4.jpg?auth=9a31f7fc85de00b87ab8a91a1d5503f57988fe8a7a2379451b9763ef8cb22e17&width=414)
![En la cocina, un dibujo de la artista Ouka Leele (madre de Rosenfeldt) junto a la imponente pila de mármol encontrada en la casa durante la reforma. La lámpara es de Ikea.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XQAWZO5DHBMADMFLRLOAVHV77I.jpg?auth=6f41ab122cc0c5dd28bd95872b4d0e8cb2e3a3bfc97e24e4c6e68432247df5ba&width=414)
![Detalle de la sala comedor con una polaroid sujeta con una simple chincheta a la pared en la que aparecen Rosenfeldt y Alberto Gobbino Ciszak.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YO6DRFDVFRMLFMXLIPUAFSAFYU.jpg?auth=b871b3d056afd45722e2f2deb272d5046970fdca42cbfc5eea4cc86df319c6f5&width=414)