![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SOZ5NIOPCFMA5M6FZTMAKYJ2UI.jpg?auth=569d2678f97ec80c6c012b65baa6e4885052015857b2b2aeccbb66f00de9dea4&width=414)
El temor al coronavirus pone en riesgo a embarazadas y bebés en África
En Malawi, la covid-19 ha provocado que menos mujeres hayan recibido atención prenatal. En peligro está la reducción de muertes maternas conseguida por muchos países en desarrollo
![Lucy Mbewe, una partera tradicional, atiende a una mujer embarazada en su casa, en Simika Village, Chiradzulu, en el sur de Malawi el domingo 23 de mayo de 2021. Los funcionarios de salud aseguran que desde el inicio de la pandemia hay menos mujeres recibiendo atención prenatal. En riesgo están los avances conseguidos por los países en desarrollo en reducción de muertes maternas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BPD6UBCQOBKW7AGSXVTFLKHHG4.jpg?auth=31b2d70a271fc5d9cb39c457fd1f0c303551fd89f6337ed181da2f042da116ee&width=414)
![Una partera escucha los latidos del corazón de un bebé nonato en la sala de partos del Centro de Salud Mauwa del Gobierno de Malawi, en Chiradzulu, en el sur de Malawi, el miércoles 26 de mayo de 2021. En un país donde los hospitales están tan falto de recursos que se espera que las mujeres traigan sus propias hojas de afeitar para cortar el cordón umbilical de sus bebés, la pobreza cada vez más profunda provocada por la pandemia pone aún más en peligro la vida de las mujeres.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/L7BFLQJEPJJZVD77TT3ZLBOGTE.jpg?auth=87726f31810b7bf8034c746f66eb8a09f09eac9af630ba4ac2cf57077c894423&width=414)
![Una mujer, a punto de dar a luz, camina hacia su cama en el Centro de Salud Mauwa. La covid-19 ha puesto en riesgo los logros que Malawi, país en gran parte rural, con 18 millones de habitantes, ha logrado durante la última década para combatir su pobre historial de muertes maternas. Una de cada 29 mujeres mueren por causa de embarazo o parto según el Fondo de Población de las Naciones Unidas. El país tiene hoy 439 muertes de este tipo por cada 100.000 nacidos vivos, una cifra que había logrado reducir de las 984 por cada 100.000 que morían en 2004, ya que las mujeres iban progresivamente consiguiendo mejor acceso a la atención médica, especialmente en emergencias.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2OAEEISVSFNVDIGI3W3T3GZR5E.jpg?auth=38a620022f466db3eede4c4668faec2a71de0964f53c7e2496095f71b78c714d&width=414)
![Retrato de los pies de un recién nacido en el Centro de Salud de Mauwa. Las autoridades dicen que muchas mujeres renuncian a las visitas médicas y dependen únicamente de las parteras tradicionales, que brindan apoyo emocional y administran tratamientos naturales a base de hierbas, pero a las que técnicamente el Gobierno prohíbe asistir al parto debido a su falta de formación reglada. Muchas familias no pueden pagar las visitas a la clínica o el transporte para llegar allí; también temen contraer el coronavirus en un centro médico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WJIZIUC7ABINXOTXSKCY6WKZFM.jpg?auth=48e53c4a39ebfdab6182568daac5a33fd9b1e1a55b716e6e9ab62a349cdc93af&width=414)
![Enfermeras y parteras observan una ecografía en el Centro de Salud de Ndirande, al noreste de la capital comercial del país, Blantyre, el miércoles 16 de junio de 2021. Unas 100 mujeres lo visitaban diariamente para recibir servicios prenatales antes de la pandemia. Cuando surgió la covid-19, ese número se redujo a la mitad, y ahora es tan bajo como de 15 a 20 pacientes, explica Jacqueline Kolove, oficial de enfermería de la clínica.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/34FGHWRRNZNSNEVPZY3BQM4PDI.jpg?auth=7cf4b907b6f55678572a2219be47b8b727e6b5facc71422b4a40afec39f0ad16&width=414)
![Dos mujeres embarazadas caminan hacia la casa de Lucy Mbewe, partera tradicional, en la aldea de Simika, Chiradzulu, en el sur de Malawi, el domingo 20 de junio de 2021. Pese a los avances sanitarios, la tasa de mortalidad infantil en Malawi es la tercera más alta del sur de África. Las tasas son 19 por 100.000 nacimientos en Estados Unidos y 7 por 100.000 en el Reino Unido frente a las 439 por cada 100.000 de este país africano.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J7QWPXRIY5JIRFYPTNNI7PBQLY.jpg?auth=97863d33b96a5c16a5f5c69713c9c614cfe137247f1430877b513dcbb0854ad1&width=414)
![Un bebé recién nacido llora sobre el regazo de su madre en el Centro de Salud de Mauwa, en Chiradzulu. Los hospitales de Malawi también sufrieron escasez de sanitarios cuando se movilizaron enfermeras para tratar a los pacientes con coronavirus, lo que provocó una falta de personal experimentado para los partos, explica Young Hong, del Fondo de Población de las Naciones Unidas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5KTRIPHQCRJA5IOMZPM5HCC45U.jpg?auth=90434b19799affbb56103bc56ac1603b41dd13966d705d8d6dc427cea9155395&width=414)
![La partera Lucy Mbewe escucha los latidos de corazón de un feto en la aldea de Simika en el sureste de Malawi. Las matronas tradicionales aprenden de los ancianos que transmiten conocimientos de generación en generación y usan poco o ningún equipo médico: colocan sus oídos en el vientre de la mujer para auscultarla, por ejemplo, y recolectan hierbas para inducir el parto. Dicen que ciertas plantas, hervidas en un líquido de color verde oscuro, pueden ayudar en situaciones como los bebés de nalgas que necesitan cambiar de posición.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/A356ALDKEFLSBHJCYHYQMBV764.jpg?auth=63629807a8c58e59a89c776cdd9e26ff7a2ea662e43493402447f8a2f61349eb&width=414)
![Mujeres embarazadas hacen cola para que la partera Lucy Mbewe las atienda en su casa de la aldea de Simika. A veces, incluso las que acuden para recibir atención prenatal tienen miedo de dar a luz en la clínica durante la pandemia y prefieren parir en casa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QAU22EL4LJJFRDMO5NLQBY2KXA.jpg?auth=88ca1d314370d08603a1c88cbd67670a78d64cbbf65b1f9ad7acb814e3579c63&width=414)
![Lucy Mbewe atiende a una embarazada en su casa. En algunas zonas rurales se alienta a las mujeres a dar a luz sin intervención médica, y muchas aquí creen que las medidas de emergencia, como las cesáreas, son vergonzosas y un signo de debilidad. Sin embargo, decidir parir en casa puede ser mortal: la mayoría viven demasiado lejos para hacerlo a tiempo si surge una complicación peligrosa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DQOALG5PV5KATOODVJP4KCYSO4.jpg?auth=ce1809d0e0f49ca7c161e7b9ead6e31ff95dfc8acf57f682c62b794ee7cff760&width=414)
![Sala de partos del Centro de Salud Mauwa. La pandemia no solo afectó la disponibilidad de mano de obra, sino que también ejerció mucha presión sobre todo el sistema de salud, incluido el stock de ciertos medicamentos, equipos y suministros médicos básicos como guantes quirúrgicos, según explica Hong, quien señala que ocho mujeres de Malawi mueren a diario por complicaciones del embarazo, un número mucho más alto que el coste de la covid-19. Esto ha tenido un gran impacto en la calidad de la prestación de servicios de salud materna durante la pandemia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7ITXOGEN6BJ5ZGEAU3F2NX6FZM.jpg?auth=a4ef36177b458f9a250834764477cad9701e5032afd085572758a01b22a5db76&width=414)
![Platos de comida ofrecidos a las embarazadas por la partera Lucy Mbewe en su casa de Simika. En las instalaciones del Gobierno, incluso se espera que las mujeres de Malawi traigan una manta para la cama de parto, baldes para el agua y, a veces, velas o linternas. Mbewe proporciona ropa y jabón cuando las ayuda a dar a luz. Ella paga el transporte a casa. Algunas están tan agradecidas que vuelven a pagarle; ella usa ese dinero para cuidar a otros clientes necesitados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2M6L62YLHBJMNDMS5CRUAMY2U4.jpg?auth=1d8cc46183042208d09a5237417cb02de81968337e981e503de1e425273aeead&width=414)
![Varias madres recientes descansan en la sala postnatal del hospital de Mauwa. En algunas clínicas, enfermeras, asistentes y parteras médicas realizan ecografías a las embarazadas y utilizan equipos adecuados para escuchar los signos vitales de la madre y el bebé. Una mujer puede someterse a una cesárea si es necesario, y hay medicamentos disponibles para detener el sangrado severo. En otras, todo escasea.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/P2PSGNZYS5JZTGHRS2QA45N2KM.jpg?auth=1f421eda98d6748d15d07a4d9f0ff713499352265d740f156672c4257cbee547&width=414)
![Un recién nacido en el hospital de Mauwa. El Gobierno prohibió el trabajo de parto tradicional de las parteras en 2007, pero la práctica ha continuado y la prohibición rara vez se aplica. Algunos asistentes no cobran nada y se ha apreciado un aumento de embarazadas que acudieron a ellos durante la pandemia. Matronas como Lucy Mbewe, que tiene 56 años y estima que ha dado a luz a 4.000 bebés desde 1983, dicen que su trabajo es clave para las que no pueden pagar nada más.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CDWNY332FJM6XBE6ADPPJLH4SI.jpg?auth=6d454bd9f4886651ba8e96e09f6467db38947f2e5969670222fcde5739715b1e&width=414)
![Un grupo des estudiantes atiende en clase en la escuela de enfermería y partería St. Joseph en Chiradzulu, al sur de Malawi, el viernes 28 de mayo de 2021.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4RUQ2ZCGEBKYTLGFKBD4DCXYNE.jpg?auth=5f15adc0f0c76346a734e83f3e54112254169e012ef90d31fba63c0e20d0c0fd&width=414)
![Un recién nacido envuelto en una tela tradicional en el centro de salud de Mauwa. Incluso la colorida tela africana que se usa para envolver a los bebés, cargarlos en la espalda de las madres o crear pañales improvisados puede ser un obstáculo potencial para el cuidado, anota la partera Mbewe. “Los hospitales del Gobierno recomiendan que una mujer que va a dar a luz debe llevar consigo al menos 10 piezas de tela, lo que disuade a quienes ni siquiera pueden permitirse poner comida en la mesa”.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EQGNPGDDCJIX3CLBLO5GSZAGGA.jpg?auth=4646237fc340a79d7fde56948a31d16a951812cf9ed850c93b626b97f57b92bc&width=414)
![Imagen de una calculadora gestacional en el laboratorio de habilidades de enfermería y obstetricia de la escuela de enfermería St. Joseph. Las parteras con formación médica dicen que el creciente uso de asistentes ha provocado un aumento en los partos complicados, y las mujeres van al hospital solo una vez que es demasiado tarde para salvarlas. Mbewe, partera rural, dice que las complicaciones no son causadas por los cuidadores tradicionales, sino que son atribuibles a que las embarazadas quedan en estado a edades más tempranas, una tendencia confirmada por un informe del Gobierno.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/L675LKOLA5NQNKCT45K76R5HAI.jpg?auth=3f7d59b6313d298e9e684f4c04657abe9472a191d11a69de2ee1b22b8bf57062&width=414)
![Un grupo de estudiantes de enfermería y partería, durante una práctica en el laboratorio de la escuela St Joseph de Chiradzulu. En Ndirande y otras clínicas, enfermeras, auxiliares y parteras médicas realizan ecografías a las mujeres embarazadas y utilizan equipos para monitorear madre y bebe.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YCISC3JA7VMOLOMMXXN7KLC7UM.jpg?auth=aef5e32fe420f2010f3572f1b3a0edabbc28ade6e2161d9dda41e3eccfa0752c&width=414)
![Un enfermero limpia a un recién nacido que descansa sobre el regazo de su madre en el hospital de Mauwa. Las parteras y los funcionarios de salud aseguran que luchan contra la información errónea sobre el virus y las vacunas que disuade a las mujeres de buscar la atención médica adecuada. Malawi no tuvo un bloqueo social completo y ha visto un aumento dramático en los casos de coronavirus, al igual que el sur de África. Los expertos creen que los casos de infectados están subestimados y la aprensión sobre la vacuna es generalizada. El Gobierno de Malawi ha administrado menos de 213.000 dosis de la vacuna AstraZeneca. Y los funcionarios destruyeron alrededor de 20.000 dosis caducadas proporcionadas por COVAX, el programa respaldado por la ONU para enviar vacunas a países pobres. En toda África, solo el 1% de la población de 1.300 millones de personas en 54 países ha recibido una dosis de la vacuna, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/I532OAYGHVMGTFN46OR5XRZJJ4.jpg?auth=7dc673c293d903c456e598893a69e9e71c7c7b14a69a9850c724495bb2dc4ef9&width=414)