¿Es posible fotografiar el efímero espíritu de la danza?
Carlos de Paz fue fotógrafo de la Compañía Nacional de Danza. Este arte lo cautivó. En búsqueda de captar su esencia, rompió corsés técnicos y creó este festín lumínico. El proyecto permanecía inédito.
El uso del baile para comunicarse o expresar sentimientos es inherente al ser humano. Al principio seguramente tuviese un carácter ritual, y es fácil imaginar esos bailes primitivos en torno al fuego para invocar a los dioses, conjurar miedos, contar hazañas.Carlos de PazHoy, esos rituales son ceremonias de luz y color que pueden elevar el espíritu humano a cotas de belleza sublimes, gracias al sacrificio de artistas que ponen su cuerpo al servicio del arte de la danza.Carlos de Paz
Las fotografías
fueron realizadas
en diapositivas
a color de
35 milímetros y no
han sido procesadas
digitalmente
a posteriori.
Carlos de PazSiempre tuve una sensación amarga al bajar el telón al final de una representación. La magia se esfumaba y solo quedaba un vago recuerdo fotográfico que no era sino un pálido reflejo de la experiencia vivida, por más que fueran unas imágenes muy fieles a la ejecución técnica de los intérpretesCarlos de PazY así surgió la pregunta que me condujo a captar de forma experimental estos cuerpos de luz: ¿sería posible plasmar mediante fotografías el efímero espíritu de la danza?Carlos de PazEl artista explica: “Empecé con la abstracción de los cuerpos, dejándome llevar por las emociones durante la función, transgrediendo todo lo que debe hacerse para obtener una ‘buena fotografía”.Carlos de PazLas imágenes de este fotoensayo, la mayoría inéditas, fueron tomadas en 1986 durante una representación de Ego, alter ego (compañía y coreografía: Carmen Senra).Carlos de Paz