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James Dean Bradfield: “No pensamos que Fidel fuera a aparecer, cuando supimos que estaba allí me sentí horrible”

El líder de Manic Street Preachers ha grabado un disco sobre el chileno Víctor Jara. Podría parecer un capricho turístico, pero este señor ha expresado vehementemente sus ideas políticas y ha tocado en Cuba ante Castro (aunque no está del todo orgulloso de aquella foto)

James Dean Bradfield supo de Jara gracias a The Clash: por 'Washington bullets', una canción de Sandinista!
James Dean Bradfield supo de Jara gracias a The Clash: por 'Washington bullets', una canción de Sandinista!

“Este es nuestro estudio”, muestra el cantante y guitarrista de los Manic Street Preachers desde una pantalla de Zoom. Se ve una cinta de correr, una diana con dardos y un mueble lleno de guitarras y, en el centro de todo, a un barbado James Dean Bradfield. “Hemos estado por aquí grabando canciones nuevas”, cuenta, “aunque quién puede hablar de futuros discos con este presente tan jodido”. Con todo, la actualidad tiene un regalo inesperado para los fans del trío galés: este proyecto solista, terminado justo antes de la propagación de la covid-19 en Europa, que ahora aparece bajo el nombre de Even in exile. Cargado de vigorosos himnos al estilo de la banda galesa, se enfoca en la figura del cantautor chileno Víctor Jara, asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet.

"Hallé cosas muy inspiradoras en Cuba. También el símbolo de la pistola por todas partes. Se supone que las revoluciones se hacen para librarse de eso"

No sorprende el homenaje, dado el perfil internacionalista del de Cardiff. “Después de nuestro último disco, Nicky [Wire, bajista] y Sean [Moore, batería] se tomaron un descanso”, cuenta. “Pero yo, si no estoy trabajando en algo, me siento perdido. El hermano mayor de Nicky, el dramaturgo y poeta Patrick Jones, estaba escribiendo sobre Jara. Yo conocía su historia, su inspiración y final trágico [fue torturado hasta la muerte en el Estadio Chile, hoy bautizado como Estadio Víctor Jara], y también un poco sobre el país y su política. Le propuse a Patrick grabar un disco conceptual, y él aceptó”.

La obra planea sobre el lugar y la época: son los años previos a la usurpación del gobierno de Allende. “Quiero aclarar que esta solo es la visión de un europeo sobre Víctor Jara. No he viajado al país, no he intentado capturar un sonido chileno ni trabajar con músicos de allí. Ni yo soy Paul Simon ni esto es Graceland”. Lo que no elimina cierto trabajo documental: “He profundizado un poco en la figura de Violeta Parra, crucial en la música de Víctor. Tengo unos cuantos discos de un grupo chileno de rock psicodélico, Aguaturbia. Obviamente conozco a Pablo Neruda. Y algo sé sobre la Patagonia chilena”.

Cabría pensar que las protestas de finales del año pasado en Chile, que arrancaron con un alza en la tarifa del transporte público y terminaron con 34 muertos, han insuflado contemporaneidad a un trabajo retrospectivo. Bradfield supo de Jara “gracias a The Clash: por Washington bullets, una canción de Sandinista! Luego Simple Minds le dedicaron su disco Street fighting years. Calexico, otra banda que adoro, escribió una canción sobre él... Cada dos o tres años aparece algo sobre Jara, así que para mí es muy obvio que sigue en el presente y el futuro”.

Nunca ha tenido reparo en explicitar sus ideas políticas; basta con recordar el concierto de los Manics en La Habana, en 2001, frente al mismísimo Fidel Castro. “Nunca pensamos que Fidel fuera a aparecer, y cuando supimos que estaba allí me sentí horrible. Recuerdo al público en los palcos, todos mirándole como girasoles hacia el sol. Cuando te haces una foto con un político, estás apoyando lo que este hace y dice. Encontré muchas cosas muy inspiradoras en Cuba, pero también el símbolo de la pistola por todas partes. Se supone que las revoluciones se hacen para librarse de eso”. Si tocar allí fue un error, ¿cómo sería hacerlo en la Venezuela actual? “Puedo darte una respuesta clara: no. No por una temporada”.

Son tiempos turbios en este mundo; también en el Reino Unido: “Hay una gran pelea en lo que podrías llamar la izquierda”. La confrontación puede ser útil... desde otro lugar: “Cuando compongo intento sonar muy fuerte y físico. Dejo que las letras me inspiren y a partir de ahí voy a muerte a por la canción. Lo único a lo que puedo compararlo es a cuando de joven tienes tu primera pelea. Tengo esa sensación cuando hago música; atizo así los nervios para sacármelos de encima. Lo siento, lo hago lo mejor que puedo”.

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