
Banderas blancas en Valle del Sol
La solidaridad de las mujeres llena las ollas contra la pandemia del hambre en los cerros de Lima

A Valle del Sol solo se llega con un servicio de transportes que salen de una cochera que hay en Puente Piedra, no tienen un horario fijo y el pasaje cuesta 2,5 soles (0,71 dólares). El asentamiento tiene un camino central de tierra por donde acceden los coches; para moverse de casa en casa hay que recorrer los senderos trazados por los pasos de los mismos vecinos.

A las tres de la tarde se forma una cola de 40 mujeres con sus recipientes para llevarse una ración de la olla común. El recipiente metálico de cien litros aguarda humeante en la puerta de la casa de Gina, el lugar elegido ese día para cocinar y repartir las raciones de caldo de pollo. Las sopas y los guisos son habituales en las ollas comunes, ya que hervidos en abundante agua los alimentos se estiran.

La nevera de Adelaida López está casi vacía. No obstante, esa noche ella y su familia cenaron sopa de pollo de la misma olla común que subió hasta su casa en lo alto del cerro.












Marionela Leon Santos vive en Valle del Sol desde hace tres meses, se mudó aquí para tener a su hijo, ahora está de ocho meses, a su bebé le falta poco para llegar a este mundo.




