Calor y desescalada: medidas para proteger a los niños cuando salen a la calle
Al lavado de manos, la distancia social y la mascarilla, se suma la crema fotoprotectora, gorra y extra de agua para evitar los efectos nocivos del sol durante los paseos
Los niños llevan ya unas semanas saliendo de paseo y, por fin, pueden disfrutar de las bondades del sol y la luz natural sin puertas, ventanas ni balcones de por medio. Pero no conviene relajarse demasiado porque, poco a poco, los termómetros se volverán en nuestra contra y tendremos que resetear otra vez nuestros hábitos para establecer un equilibrio entre los beneficios del sol y sus peligros. Pese a la incógnita que supone aún cómo y dónde pasaremos el verano, podemos, por lo pronto, seguir las indicaciones de pediatras y dermatólogos a la hora de salir a la calle con los niños cuando el calor empiece a apretar.
Franjas horarias más flexibles
En condiciones normales, en esta época del año, estaríamos disfrutando de largas tardes en el parque y horas y horas al aire libre con nuestros niños. Pero, no estamos viviendo en condiciones normales. Nos tendremos que seguir conformando con una hora de paseo, en un radio de un kilómetro, en las franjas horarias establecidas para evitar la propagación del coronavirus, ya que Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, nos ha transmitido la importancia de respetarlas para evitar futuros rebrotes. Afortunadamente, entre las recientes medidas del Ministerio de Sanidad publicadas hace una semana en el BOE, se contempla que, si bien se mantiene la franja de paseo de para los menores de 14 años (hasta ahora de 12.00 a 19.00), todas las comunidades autónomas pueden adaptarla y fijarla hasta dos horas antes o bien hasta dos horas después del horario actual, siempre y cuando la duración total de la franja se mantenga. La medida se ha tomado para evitar las horas de más calor, según solicitaban las comunidades que suelen sufrir las mayores temperaturas en estos meses. Andalucía, por su parte, que ya superaba los 30 ºC hace pocos días, ha propuesto, a espera de su aprobación, que la salida de los pequeños sea entre las 12.00 y las 14.00 y de 19.00 a 21.00, sorteando las horas centrales del día, cuando la radiación es más peligrosa.
El coronavirus sobrevive al calor
Al principio de la cuarentena, todos poníamos nuestras esperanzas en que el calor acabara con el virus. Pero, hoy en día, eso no está tan claro. La Dra. María García-Onieva Artazcoz, pediatra del Centro de Salud Entrevías, de Madrid, y secretaria general de la Asociación Española de Pediatría (AEP), afirma que “para algunos investigadores, las altas temperaturas podrían inactivar el virus, pero la extensión de la pandemia por zonas calurosas desmiente esta teoría. Es posible que se produzca una menor incidencia de la epidemia, pero no su desaparición”. En esa línea, la OMS informa de que exponerse a temperaturas superiores a 25 ºC no previene de la enfermedad, pudiéndose contraer igualmente, por muy soleado que esté el día o muy cálido que sea el clima. En definitiva, no podemos bajar la guardia.
Los efectos nocivos del sol
El sol es necesario para el crecimiento de los niños porque, entre otras cosas, permite que su organismo sintetice vitamina D, la que fija el calcio a los huesos. Pero, al mismo tiempo, los menores son uno de los grupos más vulnerables a los daños de la exposición solar prolongada, entre ellos, deshidratación, agotamiento, calambres, insolación y agravamiento de las afecciones crónicas. Pero, sobre todo, quemaduras en la piel, sobre la que también parece impactar el coronavirus, por lo que merece especial atención. Según el Dr. Jesús Tercedor Sánchez, especialista en dermatología pediátrica del hospital Virgen de las Nieves, de Granada, y portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “se han detectado lesiones cutáneas en niños que recuerdan a los sabañones, frecuentes en los meses fríos, pero no en marzo, abril o mayo, como venimos observando, en casos de covid-19. Afecta a manos y pies, con prurito o dolor y suelen resolverse en unas dos semanas”. A su vez, la Dra. García-Onieva acota que “estas lesiones asociadas al virus no tienen porqué empeorar con la exposición al sol, mientras se haga adecuadamente”.
El sol necesario para recuperar la vitamina D
Otro de los temores que hemos tenido durante el confinamiento, es que, la falta de sol podría provocar la caída en picado de los niveles de vitamina D en los niños. El Dr. Tercedor, nos tranquiliza: “los cambios en los niveles de vitamina D son más crónicos; en menos de dos meses de confinamiento, la bajada no debiera ser problemática. A priori tampoco será necesario tomar suplementos nutricionales, ya que en cuanto se reanuden la actividad física, la alimentación saludable y la exposición al sol, los niveles deberían normalizarse”.
Cómo salir de paseo haciendo frente la calor
Las medidas están en constante revisión, por lo que pueden cambiar de un día para otro. Por lo pronto, podemos hacernos con el kit de recomendaciones de los expertos, con las que minimizar los riesgos de contagio y los efectos nocivos del sol cada vez que salgamos con los niños los días de calor, mientras enfilamos el camino a la nueva normalidad.
- Exposición progresiva. El beneficio de estar al aire libre de poco sirve si abusamos del sol. Por eso, la exposición debe ser progresiva, de menos a más, sobre todo después de tantos días de encierro. La SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) recomienda empezar con 5 minutos los primeros días e ir subiendo paulatinamente.
- Vitamina D. Cuando más se sintetiza la vitamina D es de 12 a 16 horas, pero son justo las horas más peligrosas. Por eso, el Dr. Tercedor dice que “un paseo de una hora, a partir de las 18.00, es suficiente para generar la vitamina D necesaria, sin sufrir los efectos colaterales del sol“.
- Fotoprotección. “Las medidas de protección solar son estándar, no solo en época de confinamiento. Hay que recordar que esta no solo es la crema, sino que el uso de gorra y ropa ligera con protección anti-UV”. señala el Dr. Tercedor. Además, el dermatólogo aclara que “está ampliamente demostrado que el uso de fotoprotectores no inhibe la síntesis de vitamina D, por lo que es importante no dejar de usarlos nunca. En niños más pequeños, se recomienda el uso de fotoprotectores barrera, con filtros solares físicos -que reflejan o hacen “rebotar” los rayos ultravioleta-, que no penetran la piel”, indica el médico.
- Hidratación. Es importante que los niños beban suficiente líquido al día, sin esperar a tener sed; esta es un signo que ya hay deshidratación.
- Distancia de seguridad. “Aunque sea, probablemente, lo más difícil en el caso de los niños, una de las medidas principales para evitar el contagio del virus es mantener los dos metros de distancia social”, asegura la pediatra de la AEP.
- Mascarilla. Si bien no es obligatoria, la mascarilla (higiénica o quirúrgica) seguirá siendo altamente recomendable para niños mayores de seis años, especialmente, si no se puede respetar la distancia de seguridad. Exactamente, en una medida publicada este miércoles, el Ministerio de Sanidad exime a los menores de seis años del uso de las mismas. En su redacción, el BOE explica que "los mayores de esta edad tendrán que usarla "en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado (...)". La doctora García-Onieva opina que “habrá que enseñar a los niños la necesidad de ponérsela, especialmente en ambientes cerrados”.
- Guantes. El Ministerio de Sanidad ha elaborado una infografía, desaconsejando su uso, ya que es fácil que se contaminen y dan la sensación de una falsa protección.
- Lavado de manos. Si una cosa han aprendido los niños (y nosotros) durante este confinamiento, es a lavarse bien las manos con jabón. Es la medida más importante cuando lleguen a casa y con frecuencia. Y para el paseo, llevar una botellita de gel hidroalcohólico.
- De vuelta a casa. El hogar debe estar fresco y ventilado. La OMS recomienda temperaturas por debajo de los 30º durante el día y de 24º por la noche.
Playas y piscinas: ¿focos de contagio?
Quien dice calor, piensa en verano, playas y piscinas. Aún las medidas del verano están en ciernes, sin embargo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha elaborado un informe sobre la transmisión del coronavirus en medios acuáticos, en relación con establecer la apertura de los espacios destinados al baño. Aún no hay evidencia que el virus sobreviva en el agua, pero la sal sí parece ser un biocida eficaz, por lo que en el mar la acción podría ser limitada. No así en ríos de agua dulce. Las piscinas podrán abrir al público solo en los territorios que hayan pasado a la fase 2 (El Hierro, La Gomera, La Graciosa, en Canarias, y Formentera, en Baleares). Pero con restricciones: cita previa, aforo máximo del 30% y turnos. La limpieza debe llevarse a cabo al menos tres veces al día y no se podrá hacer uso de las duchas de vestuarios ni de las fuentes de agua.
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