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¿Cuánto deben dormir los niños?

Un estudio relaciona los problemas psicológicos de los menores con el número de horas de sueño reparador

Un niño se desvela a mitad de la noche.
Un niño se desvela a mitad de la noche. GETTY

Dormir es una necesidad de nuestro organismo biológica e intrínseca en el ciclo vital para el correcto desarrollo intelectual y físico de una persona. Y es que, mientras que los expertos sitúan las 7 u 8 horas como mínimo de sueño para los adultos, el caso de los niños es bien distinto. La National Sleep Foundation (NSF), informa de que, a pesar de que cada niño es un mundo, y el número de horas que necesita puede variar, el mínimo que se recomienda es de 11 horas diarias hasta los 12 años de edad. Una necesidad que se convierte en vital si lo que queremos es evitar que se desarrollen de forma correcta o tengan problemas psicológicos en el futuro.

En el último estudio sobre el tema denominado Children's mental health is affected by sleep duration, publicado en la revista científica ScienceDirect, y realizado por expertos de la Universidad de Warwick, culpan directamente a la cantidad de sueño el hecho de que los niños tengan depresión, ansiedad, comportamientos impulsivos y bajos rendimientos cognitivos. Datos reveladores que inciden, si cabe, aún más en la suma importancia que tiene el sueño en los organismos más jóvenes. La investigación aclara como los estados de sueño son procesos activos que apoyan a la reorganización de los circuitos cerebrales, y cómo esto hace que el sueño sea especialmente importante para los niños cuyos cerebros aún se están desarrollando.

Para Milagros Merino Andreu, especialista en sueño infantil de la Sociedad Española del Sueño (SES) asegura, además, que los problemas del sueño en niños y adolescentes son muy frecuentes y que, habitualmente condicionan el bienestar y el funcionamiento del niño, pero también de la familia. “El sueño reparador o “de calidad” es esencial para el crecimiento, el desarrollo, el aprendizaje y el bienestar de los niños, por lo que antes de definir cuando existe un posible problema, primero necesitamos entender lo que constituye el sueño normal”, explica. “Los niños de tres años necesitan dormir de 10 a 12 horas diarias, los de cinco a siete años de edad, necesitarán entre nueve y 10 horas diarias de sueño, y aquellos de siete a nueves años, unas nueve diarias de media”, prosigue.

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Pequeños cerebros en desarrollo

El documento Duración del sueño, estructura cerebral y problemas psiquiátricos y cognitivos en los niños, publicado en la revista Molecular Psychiatry, ha demostrado directamente la relación entre la duración del sueño y la estructura cerebral de entre más de 11.000 menores entre nueve y 11 años, llegando a la conclusión de que sus posibles problemas psicológicos tempranos están vinculados con la corta duración en sus ciclos de sueño.

Para uno de los autores del estudio, el doctor Wei Cheng, la cantidad recomendada de sueño para niños de seis a 12 años es de nueve a 12 horas. “Hoy en día hay que tener en cuenta que los adolescentes de todo el mundo, debido a la creciente demanda de tiempo en el colegio; a las actividades extraescolares o el aumento del uso de pantallas se tiende a dormir menos”, asegura.

“Nuestros hallazgos han demostrado que los niños que durmieron menos de siete horas, dieron una puntuación en exámenes cognitivos posteriores de un 7,8% más bajo, en comparación con aquellos que durmieron entre nueve y 11 horas. Por ello, incidimos en la suma importancia de dormir lo suficiente tanto para la cognición como para la salud mental de los niños”.

Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) advierte que el insomnio es una patología muy frecuente en edad pediátrica (30% en niños menores de 5 años), y que ocasiona una grave repercusión cognitiva, emocional y en el aprendizaje junto con una importante comorbilidad médica y afectación de la calidad de vida del niño y la familia, por lo que recomiendan que los tratamientos se deben basar principalmente en terapias cognitivo-conductuales y en una modificación de los hábitos de sueño. El informe: Insomnio en niños y adolescentes. Documento de consenso, elaborado por los principales representantes de las Asociaciones del Sueño, y publicado en la AEP, constituye una guía fundamental para tratar el sueño infantil.

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