Astrid Gil-Casares publica su primera novela en plena batalla con Rafael del Pino por el divorcio
La exesposa del presidente de Ferrovial y uno de los hombres más ricos del mundo asegura que el libro guarda similitudes con la realidad de su vida
Astrid Gil-Casares, exesposa de Rafael del Pino, el presidente del grupo Ferrovial y tercera fortuna de España en 2019 según Forbes, con quien tiene tres hijas, acaba de publicar su primera novela: Nadie me contó. La autora, que a lo largo de más 300 páginas desgrana sentimientos que hablan de miedo, de inseguridad, de desprecio, de falta de respeto, pero también de la grandeza de ser madre, de los privilegios de una vida de lujo o de lo difícil que resulta romper un matrimonio aún estando enamorada, es consciente del morbo que suscita su nuevo libro debido a las similitudes que guarda con su propia vida. "Sería engañarme a mí y a los demás, es mi circunstancia", ha explicado Gil-Casares a Efe.
Después de un duro proceso de divorcio del que fue su marido durante diez años, el Tribunal Supremo ha dictado sentencia y rebaja la pensión compensatoria de seis millones a 840.000 euros. Gil-Casares no está de acuerdo y, por ello, recurrirá al Constitucional. "De la sentencia del Supremo se desprende que mi dedicación exclusiva a la familia debería valorarse como una retribución equivalente al salario mínimo interprofesional y yo creo que atenta contra la institución del matrimonio y lo que representa", ha dicho en declaraciones a la revista ¡Hola!, donde añade: "Si me preocupara realmente el dinero no me hubiera divorciado. Pero he de reconocer que no me gusta estar en números rojos".
La novela llega en plena batalla judicial, de ahí la búsqueda de paralelismos entre su protagonista Gaelle y Astrid Gil-Casares. "Está basada en algunas de mis vivencias, pero Gael no es Astrid, el único punto en común que tienen es la gratitud". Según revela la autora, en el libro hay algunas cosas que son verdad y otras producto de su imaginación. "No voy a desvelar cuáles sí y cuáles no", asegura con rotundidad y reconoce que decir lo contrario "sería engañar al público". Nadie me contó, que sale este jueves a la venta, es el resultado de un trabajo de seis meses, después de un duro divorcio. "Escribir la novela me imponía, me daba miedo. Ha sido un bálsamo de felicidad, de introspección, un privilegio", admite Gil-Casares.
Desde una situación privilegiada, su intención ha sido reflejar lo que les pasa a muchas mujeres de una generación que ronda los 50. "Los miedos e inseguridades impiden hacer cosas. Cuando pierdes el miedo empiezas a vivir, me apetecía contar una historia de sentimiento y amor". La protagonista de la novela, tras las faltas de respeto y el trato imperativo, llega a perder su propia autoestima, pero lucha para salir adelante, para conseguir su libertar e intentar vivir, mejor si es con un amor correspondido. "Si este libro pudiera ayudar a mujeres, sería el mejor regalo", reconoce la autora, quien asegura que solo escribe con la intención de que la gente disfrute y se entretenga.
Gil-Casares cree en la superación. "Cuando te has caído solo queda levantarse. Solo voy a morir luchando, no voy a dejar de hacer cosas por miedo, consecuencias o el qué dirán", explica la guionista de la película ¿Qué te juegas?, que participó en el pasado Festival de Málaga.
Asegura que no le pesa su pasado, todo lo contrario. Ha sido madre y ha vivido experiencias únicas, como tener la oportunidad de cenar con Barack Obama siendo presidente de Estados Unidos con un grupo reducido de personas, una vida al alcance de pocos. El título de la novela Nadie me contó no significa que "tomara un camino equivocado", dice esta economista que durante un tiempo ejerció de ejecutiva en JP Morgan. "No significa arrepentimiento", añade Gil-Casares a quien sí le hubiera gustado que le contaran "lo difícil que es cuando te separas de una persona con poder o lo duro que es cuando crees que te has casado con el príncipe azul y no lo es". Su novela tiene un final feliz. "Creo en los finales felices, lo único que me daba miedo en la vida era no ser madre, no me da miedo estar sola, pero la vida en pareja es mejor", admite.
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