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La escuela en la que se enseña a poner mosquiteras Una visita a un centro de Uganda, país endémico de malaria, en el que los pequeños aprenden, entre otras cosas, a defender a toda su familia de las picaduras de mosquitos Rotary es una organización mundial con más de 100 años de antigüedad, donde amigos, vecinos y en definitiva, voluntarios, dedican su tiempo a ayudar y servir apoyo a personas necesitadas. En Uganda ya cuentan con 400 centros como este en diferentes partes del país. El primero se fundó en 1957. En el distrito de Kiboga, se encuentra este orfanato con 170 niños de diferentes edades donde aprenden a leer y escribir, matemáticas o física y al menos tener una comida al día asegurada. Es el Club Rotary. El entorno en el que se encuentra la escuela está apartado de toda civilización. El camino que conecta la escuela y el pueblo es de tierra, de difícil tránsito, sobre todo en época de lluvias donde se llena todo de barro. Uganda es uno de los países endémicos de malaria, según la OMS. Este territorio concentra el 4% de los casos de paludismo anuales. El último informe anual de malaria pone a Uganda como buen ejemplo de la lucha contra el paludismo. Según los expertos, uno de los puntos fuertes de este país para reducir la carga de esta enfermedad es utilizar datos por distritos y así aplicar a cada situación la solución más efectiva. Voluntarios y trabajadores de la escuela empiezan a descargar las 125 mosquiteras que se donarán al orfanato para prevenir de las picaduras de mosquitos y evitar el contagio de la malaria. Registra alrededor de 7.000 muertes según la OMS. Los integrantes de este centro se dirigen a los niños para informarles del uso adecuado de las mosquiteras pues se han dado casos en que los padres, por falta de recursos, han utilizado este material como herramienta de pesca. Las edades de los niños son dispares, entre 5 y 15 años, donde las clases se dividen por el nivel de estudios de los alumnos. Los voluntarios que conforman esta organización pagan una cuota anual para poder contribuir al cuidado de estos niños, a su alimentación, y a mantener las instalaciones. Son ONG locales las que se encargan de recaudar fondos para su compra y mantenimiento. Los niños desayunan, y comen en la escuela, pues muy probablemente no tengan nada que llevarse a la boca en sus casas.