Ciudades sin alma
Me cuesta distinguir por dónde estoy paseando. Podría estar en cualquier ciudad mediana del país o en un centro comercial de las afueras. La mayoría de los pequeños comercios que daban personalidad a las ciudades, hace tiempo que bajaron las persianas a la espera de que una franquicia les alquilara el local. Ahora, en las calles principales, solo encontramos grandes cadenas de ropa. Son pocas las tiendas que desafían a los gigantes y se mantienen tambaleantes viendo cómo las riadas de paseantes desfilan ante sus puertas sin cruzarlas.
Inocencia Maza. Cardedeu (Barcelona)
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