_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lo preferible y lo detestable

No es fácil saber cuál es el propósito del presidente en funciones, más allá de permanecer en el poder

Daniel Gascón
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este jueves en Bruselas.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este jueves en Bruselas.Jean Catuffe (Getty Images)

En el asombroso mundo de Pedro Sánchez, la forma de garantizar la estabilidad del país a corto plazo consiste en llegar a un acuerdo con una fuerza política cuyo objetivo a largo plazo es desmontar el Estado. No es fácil saber cuál es el propósito del presidente en funciones, más allá de permanecer en el poder, pero parece que su idea del largo plazo puede llegar aproximadamente de aquí hasta el martes.

Más información
Sánchez se acerca a Junqueras y choca con Torra: “Pide diálogo y lo critica”
Iceta avala la petición de Esquerra de crear una mesa de negociación entre Gobierno y Generalitat

Esquerra, en cambio, sí tiene un objetivo: ensanchar la base independentista hasta alcanzar una mayoría que permita la secesión. Tiene la capacidad de marcar los tiempos, de dar un apoyo a cambio de casi nada para pedirlo casi todo más tarde. Puede modificar los marcos poco a poco, para normalizar lo excepcional, borrar las distinciones y gripar los mecanismos institucionales. De la Corona a los jueces, se trata de desautorizar al Estado. El léxico con el que plantea las condiciones recuerda a la teoría del cuento y el iceberg de Hemingway: el diálogo con Cataluña significa silenciar a la parte de Cataluña que tiene las opiniones equivocadas, activar la vía política implica clausurar las demás, el diálogo entre iguales señala que unas autonomías son más iguales que otras. Son frases donde lo que es cierto es obvio y lo que no es obvio no es cierto: hay un conflicto político, como dice ahora el Gobierno, pero no solo eso, que es lo que insinúa el sintagma.

Esquerra tiene el peligro de la sobrepuja con otras fuerzas independentistas y un historial de errores estratégicos. Y le puede afectar la velocidad de la política española, que se ha acelerado sin que quede claro si va hacia alguna parte. Sabe, como el PSOE sabe de Esquerra, que la traición mutua es lo único seguro de este acuerdo. A fin de cuentas, Sánchez es sobre todo una percha: te dejará colgado.

Parece improbable, por la trayectoria del partido y su situación actual, además de la falta de interés que ha manifestado Sánchez, pero Ciudadanos podría arriesgarse a evitar que Esquerra decida. Es un sapo difícil de tragar: por la volubilidad narcisista de Sánchez, por la presencia de UP, porque la doctrina del mal menor es también ceder a un chantaje de Sánchez, porque la decisión puede tener un gravísimo peaje electoral: el rey Lear prefería a sus hijas que no lo querían a la lealtad de Cordelia. Pero esperar a que fracase Sánchez también es arriesgado para todos. Nunca es la lucha del bien contra el mal, decía Aron, sino entre lo preferible y lo detestable. @gascondaniel

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_