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Que hablen de mí en una canción aunque diga que soy odioso: ocho casos de temas famosos

Hay canciones que versan sobre personas sin decir a quién van dirigidas. Y siempre hay alguien dispuesto a atribuirse el protagonismo

Geoff Travis, fundador del sello Rough Trade y objeto del odio de Morrissey.
Geoff Travis, fundador del sello Rough Trade y objeto del odio de Morrissey.getty

Hay un poco de orgullo en ser el sujeto del que se habla en una canción. Es la única explicación posible a que siempre haya alguien dispuesto a reconocerse en una letra, aunque esa letra le ponga a parir. Hay incluso algunos que parecen ser los únicos que tienen la seguridad absoluta de que una canción está escrita basándose en ellos cuando ni su nombre aparece en la canción ni el autor lo ha confirmado. Todo esto da lugar a grandiosos equívocos. Como cuando corrió el rumor de que la “heredera griega” de la que hablaba Common people, de Pulp, era la mujer de Yanis Varoufakis, entonces ministro de economía griego. En aquel caso lo negaron todos los implicados. Lo bueno es que, aunque el misterio puede durar décadas, generalmente al final alguien canta la verdad. Y aquí van ocho ejemplos...

Cuando no sabes qué más instrumentos caben en una canción siempre hay espacio para unos fuegos artificiales. Épica en estado puro.

– 'The whole of the moon', de The Waterboys

El gran éxito de la banda escocesa liderada por el excéntrico Mike Scott se publicó en 1985. Cinco años antes, cuando a Scott no le conocía ni el Tato y tenía un grupo llamado Another Pretty Face, le habían presentado al cantante Nikki Sudden, por entonces un mito menor del rock. Se hicieron amigos e incluso grabaron juntos algún tema. En sus memorias, Sudden, fallecido en 2006, escribía esto: “Me enamoré de Elizabeth Mary Fairborn Wilcocks. Ella hizo los coros de The whole of the moon, de Waterboys, la canción que Mike Scott le dijo, una noche de borrachera, que había escrito sobre mí, pero él nunca me lo contó”.

La canción enfrenta dos visiones del mundo. La de un tipo realista (Scott se supone) frente a otro más grande que la vida. "Yo hablaba de alas, tú simplemente volabas", dice uno de los versos. Nikki Sudden, un maldito del rock británico y un tipo que creía que el mundo había sido injusto con él, se veía reflejado en ese segundo personaje. Scott, sin embargo, ha declarado que era un ente imaginario basado en muchas personas que admira.

Morrissey troleando a su jefe antes de volverse un viejo reaccionario.

– 'Frankly Mr. Shankly', de The Smiths

“Francamente, Sr. Shankly, mi posición paga mi vida pero me corroe el alma./ Quiero irme, no me echará de menos./ Quiero pasar a la historia de la música”, dicen los primeros versos de una canción dirigida a Geoff Travis, el fundador y director de Rough Trade, entonces la discográfica de The Smiths. Travis reconoció en una entrevista que un par de versos que nadie entendía, “no sabía que usted escribía poesía, no sabía que escribía poesía tan mala, Sr. Shankly”, hacían referencia a un poema que había escrito y dejó leer a Morrissey. "Es una letra divertida. La vi como parte del deseo de Morrissey de largarse del sello. Es un hecho que The Smiths querían dejar Rough Trade y Morrissey solo sabe escribir sobre sus propias experiencias", concluyó Travis.

– 'You are so vain', de Carly Simon

Warren Beaty en su versión de los setenta.
Warren Beaty en su versión de los setenta.

La neoyorquina Carly Simon, cantante y compositora, siempre fue considerada una cantautora confesional, de esas que escriben desde su propia experiencia. Con eso consiguió que algunas de sus canciones estuvieran imbuidas de un aura de misterio. El ejemplo más claro es You’re so vain (Eres tan creído), número uno en Estados Unidos en 1972. "Me tuviste hace varios años, cuando era bastante naïve./ Decías que hacíamos una pareja bastante buena y que nunca me dejarías./ Pero tú abandonas las cosas que amas y una de ellas fui yo", decía una estrofa. Tiene coros de Mick Jagger, y durante décadas se especuló a quién iba dirigida. Simon reveló en 2015 que el protagonista era un antiguo amante, el actor Warren Beatty, el seductor por excelencia del cine de Hollywood en los sesenta y setenta.

– 'Scum', de Nick Cave

Cuenta el periodista Mat Snow: “Conocí a Nick Cave cuando él estaba al frente de Birthday Party y yo estaba empezando a escribir para ganarme la vida. Hacía buena música y escribí críticas entusiastas. En 1983, él y su novia, Anita, se quedaron en mi apartamento en Brixton. Necesitaban una habitación y yo dinero para pagar el alquiler. Cuando se mudaron, perdimos el contacto, hasta que en 1986 fui a entrevistarlo para la revista NME. Se comportó de una forma excepcionalmente fría. Y no tardó mucho en explicarme por qué. El año anterior yo había descrito su nuevo disco como ‘decepcionante’. Yo era, me dijo, ‘un gilipollas’. Y él había escrito una canción que desarrollaba este tema”.

Nick Cave retratado como artista joven y malencarado.
Nick Cave retratado como artista joven y malencarado.

La canción en cuestión era Scum, originalmente publicada en una edición en vinilo verde que solo se vendía en los conciertos de Nick Cave. La letra es furiosa, entre otras cosas llama a Matt Snow "maldito traidor", "masturbador crónico", "lameculos" o "judas", describe su casa como "una chabola", dice que las "toallas contagiaban herpes" y, añade, de forma bastante innecesaria: "Soy de los rencorosos".

Snow se lo tomó de forma deportiva: “Es una canción brillante y, si tengo alguna queja, es que Nick incluyó Scum como un extra en su álbum Your funeral, my trial. Preferiría ser recordado como el objeto de desprecio de un genio iluminado que como una polvorienta nota a pie de página. Además, mi futura esposa, fan de Cave, quedó muy impresionada cuando, en nuestra primera cita, le conté la historia (no era la primera vez que la contaba, claro). Años después, Scum es nuestra canción".

Evaristo contra la autoridad.

– 'Era un hombre y ahora es poli', de La Polla Records

Cuenta Evaristo Páramos, líder de La Polla Records, en su libro Que dura es la vida del artista, la historia de un personaje cuyo nombre no menciona que, al principio de la historia del grupo se hizo pasar por componente de La Polla y después se hizo Ertzaintza (policía autónomo vasco en castellano, zipayo o zipi, en el argot que usa en el libro). “Un montón de años después me pararon los zipis en Agurain y, en vez de pa meterme un marrón era pa decirme que le conocían y que a ver si era verdad que la canción de Era un hombre (y ahora es poli) la habíamos hecho para él (¡encima presumiendo!)”, cuenta el cantante punk.

No. Él no era 'El rey del Pollo Frito'.
No. Él no era 'El rey del Pollo Frito'.

'El rey del Pollo Frito', de Ramoncín

Ramoncín llegó en los setenta al rock español con aires de fenómeno generacional. Muchas discográficas estaban interesadas en aquel chaval de 19 años. Y él asegura que una fue Epic. En su primer disco de 1978 incluyó El rey del Pollo Frito. Y dice, entre otras cosas:Mirad mis ojos, oíd mis pedos, oled mi mierda y yo... os pondré una etiqueta, mi firma en el culo y os pudriréis en una de mis latas porque yo soy... El Rey del Pollo Frito”. A cuenta de esa canción, Adrián Vogel, entonces ejecutivo del sello Epic, escribió en 2009 en su blog en la revista Efe Eme. “Nacido un año antes que yo [Ramoncín] se presentó a nuestra cita con aires de comerse el mundo. Le vacilé. Porque en asuntos rockeros el pedigrí era el mío. Y la credibilidad también. Le enseñe las vistas del despacho y con chulería le dije que todo eso podría ser suyo (le ponía Madrid a sus pies). Y más o menos le eché del despacho. Ramoncín ha contado esta historia alguna vez. Nuestras versiones coinciden. Nos caímos fatal. Difiere la óptica de cada uno. Hasta ahora nunca me había pronunciado públicamente al respecto. Por resumir mi relato: me lo quité de encima. Por su parte inmortalizó el encuentro con una canción: El rey del pollo frito. La única que me han dedicado. Así que El rey del Pollo Frito soy yo”. Puestos en contacto con el aludido, Ramoncín cuenta a ICON su versión, aquí resumida. “Cuando me dijo aquello de ‘mira chaval, voy a poner esta ciudad a tus pies’, pensé, ‘este tío es un patán’. Yo le dije lo que quería, un millón de pesetas. Que en aquel momento te daba para comprarte un piso. Él me dijo que vale, que bien, que ya veríamos. Y yo me fui, en autobús. Y allí se me ocurrieron los primeros versos de El rey del pollo frito, que era una cosa que decíamos en mi barrio, ‘este se cree el rey del pollo frito’ era una forma de decir ‘este se cree que es alguien y no es nada’. Luego le he oído decir muchas cosas: que me vaciló, que no sé qué. Bueno, son visiones del asunto. Pero mira lo que son las cosas: Hace no mucho fui a la presentación de un libro, me metí en el ascensor y de repente llegó un señor muy mayor, como con prisa. Le sujeté la puerta, se puso detrás de mí y resultó que íbamos al mismo sitio. Una vez en el acto dijeron su nombre. Era Adrián Vogel. Yo no le reconocí, pero él desde luego que me reconoció a mí. Esa es la historia, amigo mío”.

Angie y David cuando eran una pareja feliz, o por lo menos todo lo feliz que puede ser una pareja de Angie y David.
Angie y David cuando eran una pareja feliz, o por lo menos todo lo feliz que puede ser una pareja de Angie y David.getty

– 'Angie', de The Rolling Stones

La afirmación de que la Angie de la canción es Angela Barnett, la exesposa de David Bowie, procede, entre otras cosas, de que ella lo afirma. Angela ahora no se habla con el hijo que tuvo con Bowie y ha participado en el Gran Hermano VIP británico, más patético aún que el español, si eso es posible. Esta es la versión de ella sobre la canción: “Durante un tiempo Mick Jagger estuvo obsesionado conmigo”. Claro que también cuenta que, después de regresar a casa de un viaje, entró en su habitación para encontrar a Bowie y Jagger juntos y desnudos en la cama. Tanto Jagger como Bowie negaron que eso fuera cierto. El cantante de The Rolling Stones también negó que Angie fuera sobre Angela, y de hecho ha negado todo lo que tiene que ver con ella, excepto saber quién es.

'Forever and always', de Taylor Swift

Joe Jonas, Lucas Till, Taylor Lautner; John Mayer, Cory Monteith, Jake Gyllenhall, Eddie Redmayne, Zac Efron, Conor Kennedy, Harry Styles, Calvin Harris o Tom Hiddleston... y compañeros de clase de Taylor Swift o chicos con los que estuvo a punto de salir han tenido versos o canciones completas de la estrella de Nashville. Experta en hacer de su vida sentimental su obra, Internet está lleno de largos artículos en los que se desgrana qué verso está dedicado a cada uno de ellos. Una de las historias más populares es la de Forever and always, la canción que le dedicó a Joe Jonas, con el que salió unos seis meses en 2008, que cuando tienes 18 años es el equivalente a una era geológica. Swift no tardó en confesar. Lo contó todo ese mismo año en el programa de Ellen Degeneres: incluyó la canción en el último minuto después de que él rompiera con ella, por teléfono, en una conversación que duró 27 segundos. "Eso debe de ser un récord, ¿no?", le dijo a la presentadora.

Taylor Swift y Joe Jonas en 2008. A él le dedicó 'Forever and always'.
Taylor Swift y Joe Jonas en 2008. A él le dedicó 'Forever and always'.

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