_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Brexit, ninguna certeza

El acuerdo suscrito entre Londres y Bruselas para la retirada ordenada no tiene asegurada su viabilidad

El primer ministro británico, Boris Johnson, este jueves a las puertas del 10 de Downing Street.
El primer ministro británico, Boris Johnson, este jueves a las puertas del 10 de Downing Street.Peter Summers (Getty Images)

El proceso del Brexit inicia una pausa, pero todo está aún por decidir y permanecen todas las incertidumbres, tanto las más verosímiles como las más remotas. El hecho de que se haya salvado la fecha guillotina del 31 de octubre evitando la ejecución de una retirada británica caótica sin acuerdo, acompañado de la prórroga generosamente concedida por la UE para la puesta en práctica del pacto alcanzado con Boris Johnson, procura un alivio al disiparse temporalmente —en realidad, aplazarse— el escenario más catastrófico. Que además habría coincidido con el inminente momento clave de las amenazas proteccionistas de Washington contra el decisivo sector de la automoción, entre otros. Se aleja así el fantasma de una eventual recesión provocada desde el exterior: desde el retraimiento anglosajón, campeón histórico del liberalismo democrático, hacia posiciones de iliberalismo autoritario.

Pero el acuerdo suscrito entre Londres y Bruselas (no olvidemos, el segundo) para la retirada ordenada no tiene asegurada su viabilidad. Solo si su firmante, el ultraconservador Johnson, ganase claramente las elecciones del 12 de diciembre —una eventualidad regresiva—, podría darse por casi seguro: el casi obedece a la imprevisibilidad del primer ministro.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pero podría ganar por poco y necesitar el concurso del extremismo antieuropeo de Nigel Farage, con lo que el texto firmado amenazaría retoques imposibles. O ser derrotado ya por los laboristas, ya por una alianza mayoritaria anticonservadora, lo que probablemente abriría paso a un referéndum, no ya sobre la salida sino sobre si esta es mejor que lo actual: en realidad, la segunda parte lógica de la incompleta consulta de 2016. Ello replantearía la actualidad del acuerdo. Y tampoco es descartable la repetición de un empate parlamentario discontinuo e inestable, arduo para alcanzar ninguna conclusión.

Así que nadie dispone de certezas. Ni siquiera la de que el Brexit caótico no pueda volver a escena como mueca de probabilidad: o en 2020 cuando acabe la prórroga o al final del periodo transitorio de un par de años en el que debe diseñarse la relación futura euro-británica.

Mientras, el Reino Unido es susceptible de exportar más incertidumbres, en forma de incentivos a los movimientos secesionistas, si se profundiza el litigio con Escocia. O vendavales de política económica más ultras que el ultraliberalismo, si un Gobierno neoconservador ultima un modelo tan desregulado como superintervencionista al estilo de Singapur, con una agresiva competencia fiscal de signo antieuropeo. Por todo ello, la UE debe mantener la sangre caliente y la cabeza fría. El reciente nombramiento del negociador del Brexit, Michel Barnier, como su delegado para acordar la futura relación es una buena señal de la perseverancia en esa actitud.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_