Irene Junquera revela que tiene un tumor benigno en la cabeza
Tras su paso por 'Gran Hermano VIP', la periodista explica que tiene que medicarse de por vida y someterse a revisiones anuales
La periodista Irene Junquera tiene un tumor benigno. Así lo ha contado ella misma en una entrevista en exclusiva que ha concedido a la revista Lecturas. A sus 33 años, Junquera se ha convertido en un rostro muy conocido gracias a su participación en Punto Pelota y en El chiringuito de jugones, y también tras su reciente paso por el reality Gran Hermano VIP, del que fue expulsada hace pocos días.
Ha sido precisamente con motivo de su salida de este popular programa cuando la periodista deportiva ha hablado acerca de su vida, la enfermedad que padece, sus parejas o su paso por el concurso. Junqueras confiesa que no ha sido del todo feliz durante su estancia en el programa de Telecinco. "No, solo en ocasiones. Soy muy activa, estoy siempre fuera de casa y estar encerrada me ha condicionado mucho. No quiero dar pena, pero quiero que se me entienda. Un accidente que tuve de pequeña me ha marcado mucho. No puedo estar parada, siento que se me va la vida. Después de hacer terapia descubrí que asocio estar parada a sufrimiento por aquello que me pasó", relata en las páginas de la publicación.
Entonces cuenta cómo, siendo niña, tuvo un accidente en una atracción por la que tuvo que llevar corsé durante dos años y, tras operarse, estar inmovilizada durante tres meses. "Venían los profesores a casa, aprobé todo. Recuerdo mucho el dolor que sufrí. Crecí siete centímetros. Cuando salí de la cama iba en silla de ruedas. Estuve dos años de rehabilitación hasta que pude andar", explica la presentadora.
Otro de los motivos por los que Junquera confiesa que lo ha pasado mal en Gran Hermano es a causa de la claustrofobia que sufre, y que viene provocado por un tumor. "Tengo un microadenoma en la hipófisis. Es un tumor benigno muy pequeño en la cabeza que no tiene más problema salvo que me tengo que medicar para siempre", detalla. "Eso no crece ni nada, me tienen que hacer una resonancia magnética cada año más o menos. Una semana antes de entrar en GH me tuve que salir del tubo en el que me meten para hacerme la prueba porque no podía. ¿Crees que alguien se enteró de que tengo claustrofobia? Hay muchas cosas que han pasado en GH y nadie ha visto".
Dentro de la casa, esa claustrofobia acabó por convertirse en ansiedad. "Durante tres o cuatro días tuve que tomar un ansiolítico, muy flojo. Vino a verme la psiquiatra y me dijo que si sentía que me ahogaba me lo tomara", explica. También cuenta que le costaba pasar tiempo sin hacer deporte —al principio no podía porque no tenían ducha— o las relaciones con algunos de sus compañeros, en concreto con Hugo Castejón: "Generaba un clima de tensión constante, no paraba nunca. Dinio me hizo mucho daño también". En cambio, cuenta cómo se refugió en Alba Carrillo, en la que encontró una figura maternal y por la que niega sentir ningún tipo de atracción sexual. "Estoy ojiplática con que me podía estar sintiendo atraída por Alba", relata. "Si fuera lesbiana, lo sería. Podría ser bisexual y no etiquetarme, pero nunca me ha pasado. Soy muy heterosexual".
La presentadora cuenta que, pese a todo, no se arrepiente de su paso por el programa. Ella entró en la casa de Guadalix "para vivir algo intenso" y para poder abrirse a otro tipo de público: "No entré por dinero", confiesa. En ella se ha abierto ante sus compañeros, en especial con Alba Carrillo, y ha hablado de sus antiguas relaciones, como las que mantuvo durante cinco años con el piragüista y medallista olímpico Cristian Toro, de 27 años, o con el actor Pablo Puyol, de 43.
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