Estos son los interioristas que hacen las casas donde querríamos vivir: cuál es su precio y cómo son sus reformas
Cuatro casas reales por cuatro estudios diferentes. Ellos nos cuentan todos los detalles de cómo las transformaron en la casa con que soñaban sus propietarios
Las casas reformadas que mostramos a continuación son de gente real. Esas que podría tener, por ejemplo, el tipo de sombrero con el que te cruzas cada mañana en el metro. Las que curioseas las noches de verano cuando las ventanas están abiertas de par en par y en las que no te cuesta nada imaginarte con el pijama de cuadros preparándote el desayuno.
Queremos vivir en ellas. No tanto porque nos dejen boquiabiertos (que también), sino porque cada centímetro cuadrado está más optimizado que las poses de los selfies de una influencer. En ellas, las esquinas ciegas e inservibles se salvan con desparpajo mientras todos esos elementos originales, por insignificantes que sean, adquieren un nuevo significado. Recopilamos a continuación las obras de interioristas y diseñadores pensadas expresamente para sus dueños, y son ellos mismos los que nos las cuentan.
La Torre del Reloj - Hecha a medida para cada miembro de la familia
El proyecto
Bautizada como La Torre del Reloj, es la rehabilitación, reforma integral y decoración de una vivienda de 284m2 en un edificio señorial de 1950 en el Barrio de Justicia, Madrid.
El equipo
RÄL 167: Ramsés Jiménez y Laura Pol Barthel.
El cliente
Pareja joven con dos hijos pequeños.
Las necesidades
Los propietarios querían una vivienda grande, cómoda y luminosa en la que integrar las actividades del día a día de todos los miembros de la familia. "Uno de los padres trabaja muchos días desde casa, por lo que necesita un despacho en el que aislarse acústicamente, pero a la vez poder participar visualmente del resto de la vida que transcurre en la vivienda".
Otra de las peticiones por parte de los dueños era que cada dormitorio tuviese un baño asociado y hubiese un aseo de cortesía para la zona pública. Por otro lado, los niños pequeños requerían de espacios para jugar y descansar, por lo que se habilitaron dos habitaciones como dormitorios y otra como sala de juegos.
Los retos
Las zonas irregulares de la planta y la ubicación de las bajantes fueron los dos grandes quebraderos de cabeza para los arquitectos.
Las soluciones
Para recuperar parte de la estructura original tuvieron que hacer mucho "Ctrl Z". "Los anteriores dueños habían convertido el piso en una casa de estudiantes con 10 dormitorios, por lo que hubo que rehacer completamente la distribución poniendo de nuevo en valor elementos ornamentales, como molduras o vidrieras".
Las decisiones
La obsesión del equipo de interioristas era que los dueños realmente sintieran que la casa estaba hecha a su medida. "Cuando alguien nos contrata, lo primero que hacemos es pasar una tarde con ellos, a ser posible en su casa, para descubrir cómo viven realmente y cuáles son sus expectativas y necesidades. Un mismo espacio tiene infinitas formas de resolverse, pero hay que encontrar la correcta para cada uno".
También fue decisivo que ambos propietarios se involucraran personalmente en el proyecto. "Uno lo hizo en la parte de rehabilitación y reforma, aportando incluso soluciones constructivas o ideas sobre el tamaño de las lamas del suelo o la iluminación técnica. El otro tomó las riendas en cuanto a decisiones y búsqueda de piezas especiales. Por suerte, tuvimos buena química y eso se ve al final".
El resultado
El estudio RÄL 167 estuvo presente en el proyecto completo, desde ayudar al cliente en la búsqueda de la casa a la decoración; en el anteproyecto, el proyecto de ejecución y en la dirección de obra.
En cuanto a la decoración, cada pieza de la casa tiene su historia. Encontramos desde cuadros traídos de viajes o de herencia familiar, esculturas regaladas por amigos, corales de Alquian, lámparas de Batavia, sillas de despacho de Vitra, alfombra de Tailak, sillas de Mestizo, flexos de Domestico Shop, apliques de El Rastro, complementos de Zara Home, espejos de Villanueva 23 y objetos diseñados por RÄL 167 en colaboración con los propietarios. "Fuimos juntos a los almacenes de cuero para escoger la mejor pieza para la chaise longue y el sobre de la mesa de despacho; a las canteras de mármol para los baños y la cocina; visitamos varias tiendas de telas para las cortinas y la tapicería de las sillas y los cabeceros...".
Caspe - Arte y artesanía en Barcelona
El proyecto
Caspe es la reforma de un piso de 180 m2 en una finca muy bien conservada de la calle Caspe, cerca del Passeig de Gràcia y al lado de la Casa Calvet, la primera obra de Gaudí en el Eixample.
El equipo
Mimouca Barcelona, de Marta Casas.
El cliente
Matrimonio joven con dos hijas pequeñas. Amantes del lifestyle, la arquitectura y el arte de Barcelona. Él es uno de los mayores coleccionistas de arte de Turquía.
Las necesidades
Era primordial "conseguir tres suites con baño de estilo". Además se buscaban "espacios para colocar obras de arte, y un mobiliario diseñado a medida para lograr un resultado único".
Los retos
El objetivo fue la conservación y restauración de elementos originales como techos con molduras, frisos y florones, carpinterías originales en pino melis, chimenea majestuosa en mármol, vidrieras en forja y cristales de colores y el pavimento Nolla. "Colores, materiales e iluminación se diseñaron para revalorizar estos elementos. La decoración está a su servicio para crear un ambiente de elegancia y lujo actual, sin restar protagonismo al carácter propio del inmueble".
Las soluciones
El pavimento Nolla (la primera cerámica de altas prestaciones producida en el país a partir de pequeñas teselas geométricas de gres cerámico que forma mosaicos) es el verdadero protagonista y el que marcó la estética de la reforma y la decoración. "Las paredes se pintaron en color visón para que entonara con los colores del Nolla. Se ha unificado en carpinterías, paredes, armarios, cocina para resaltarlo, que todo estuviera contextualizado pero sin que resaltase. Al unificar el color conseguimos dar más protagonismo a los elementos auténticos de valor, los potenciamos".
Las decisiones
El cliente es uno de los mayores coleccionistas de arte de Turquía, con gran sensibilidad hacia el diseño y los elementos arquitectónicos y artesanales antiguos del espacio. "Todos los diseños, materiales, texturas, ideas los fuimos elaborando conjuntamente, fue un gran tándem".
El resultado
Además de la restauración del suelo, se recuperaron otros de los elementos originales de la casa de la mano de especialistas y artesanos. Gisela Bosom (restauradora del Liceo, casa Burés, y de otros edificios emblemáticos de Barcelona) decapó en profundidad y limpió las vidrieras, a las que también se les sustituyeron los cristales rotos.
Uno de los mejores artesanos del yeso, Romaplic, fabricó moldes para reponer las piezas faltantes de los frisos. "Se hicieron réplicas de los florones, se diseñaron cornisas para albergar las fuentes con luces LED, que potencian los techos artesonados, y focos directos para iluminar las obras de arte".
El presupuesto
El coste de la obra ascendió a 500.000 euros, incluyendo la restauración de suelo Nolla, la reparación de los techos artesonados, la restauración de las vidrieras del patio y la recuperación de todas las carpinterías interiores y exteriores de pino melis. Además de todo el mobiliario producido a medida como armarios, cocina, mueble comedor, el cabezal suite y habitaciones de las niñas y de invitados.
La decoración ascendió a 100.000 euros, que engloba todo el resto de mobiliario exento, así como luminarias decorativas y el menaje de casa.
Un 'pied-à-terre' funcional y luminoso en El Viso
El proyecto
Reforma de una vivienda en un edificio de los años sesenta de la colonia de El Viso.
El equipo
PGMR Estudio: Isabel Muñoz Rojas y Pedro Pérez de Guzmán.
El cliente
Un matrimonio con hijos emancipados y con ganas de tener un pied-à-terre (una segunda vivienda) en Madrid un poco más moderno que su vivienda original.
Las necesidades
Los propietarios querían una casa cómoda, acogedora, "con un punto moderno y de fácil manejo".
Los retos
Se partía de una vivienda muy compartimentada que había que modernizar. Tenía acabados en gotelé amarillo en paramentos verticales y carpinterías de madera barnizada en marrón oscuro.
Las soluciones
Se tiró por completo la zona pública de la vivienda –salón, comedor, vestíbulo de entrada, cocina, office...– y se transformó en un espacio abierto y luminoso, con solerías continuas, de tal forma que unieran el espacio. En la zona de cocina y office se puso un porcelánico con motivos geométricos, mientras que en los cuartos de baño se escogieron mármoles –uno verde y otro negro–, y en toda la casa tarima de madera de roble pintada en un tono claro.
La carpintería de las ventanas se hizo con el menor número de divisiones para integrar la terraza dentro del salón-comedor. Se reutilizó la existente pintándola del mismo tono que las paredes, "un blanco gris muy relajante". Además, se incluyeron "un par de detalles divertidos como la unión del espacio de la cocina y el salón mediante una puerta de vidrio. Las carpinterías de la cocina se pintaron de azul turquesa para darle un aire más fresco. Y la estructura original de hormigón armado se dejó vista en el salón".
Las decisiones
Arquitectos y propietarios trabajaron juntos desde el primer momento, desde la asesoría a la decoración. "A partir de una visita a la vivienda antes de comprarla hicimos una primera propuesta de distribución que encajó bien, perfilamos los materiales en varias reuniones y visitas a casas de suministros y, una vez terminada la obra, empezamos a insertar mobiliario: parte que ya tenían, parte que compraron, y parte que reciclaron de los anteriores dueños".
El resultado
"Transformamos un espacio compartimentado y triste en otra más actual, luminoso y alegre con un estilo que refleja la personalidad de los dueños". En la decoración se incluyen piezas que han ido comprando a lo largo de su vida, como cuadros de Pérez-Villata, Joaquín Sáenz y Gordillo, cerámica de todo el mundo y muebles antiguos.
La mesa de comedor y las sillas son originales de los años cuarenta, de estilo escandinavo, los sofás son de Ikea, las mesas bajas de Alquitara, el bargueño de Fernando Carnicero en Granada, los muebles de la cocina de Habitat, las butacas de la terraza del paisajista Jesús Gómez, la luminaria de la cocina es de &Tradition, y el textil, cortinas y cojines, de Palmira Decoración.
El presupuesto
En torno a 150.000 euros.
Un multi–micro espacio
El equipo
El cliente
Una pareja joven con un hijo de 5 años. Él es ilustrador y ella, diseñadora gráfica.
Las necesidades
Principalmente, sacar el máximo partido al espacio útil de la casa –con una planta muy estrecha–, además de optimizar la luz, y que fuera moderna y atractiva. "Para los propietarios era esencial contar con habitaciones (una de ellas que pudiera ser un híbrido entre cuarto de televisión, cuarto de juegos o un posible dormitorio de invitados), un baño, cocina y salón". Todo ello en 55 m2.
Los retos
El cliente tenía un presupuesto ajustado y no se pudo aprovechar nada de la vivienda anterior, ni siquiera instalaciones. Además, "el espacio era excesivamente reducido y estrecho para conseguir todo lo que querían sin que pareciera agobiante".
Las soluciones
"Tiramos la casa entera para aprovechar cada metro cuadrado. Cambiamos el baño de sitio para ganar amplitud y diseñamos para uno de los dormitorios una puerta acristalada de hierro que se abre en forma de acordeón y se puede quedar totalmente plegada y abierta". Con esta solución, "conseguimos ese espacio híbrido que puede quedarse cerrado para convertirse en un cuarto de juegos/estudio/sala de televisión/comedor/dormitorio de invitados, o bien abierto y formar parte del espacio común (salón)".
También se diseñó una encimera a medida en la cocina, hecha entera de baldosa vidriada artesanal para que hiciera de mesa.
Las decisiones
Los propietarios estuvieron abiertos a todo tipo de sugerencias del equipo, y juntos buscaron soluciones para la distribución. "El apostar por un espacio abierto donde estuvieran las zonas comunes les encantó y fue fácil continuar hacia adelante".
El resultado
Una casa con un estilo depurado tipo loft, vigas vistas y colores neutros, que sacó muchísimo partido a los metros cuadrados.
El presupuesto
Menos de 70.000 euros (obra, mobiliario e IVA incluidos).
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