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Selva del Congo: nuevos investigadores para viejos enigmas Los bosques tropicales de la Cuenca del Congo son el segundo pulmón verde del planeta, pero están amenazados por prácticas asociadas a la explosión demográfica, la mala gobernanza y la falta de gestión forestal Los bosques tropicales de la cuenca del Congo son el segundo pulmón verde del planeta y el mejor conservado, pero están amenazados por prácticas asociadas a la explosión demográfica, la mala gobernanza y la falta de planes de gestión forestal sostenible. La agricultura de ‘tala y quema’ es una de estas prácticas. En la imagen, el bosque en Yangambi. G. Pallarès El doctorando Chadrack Kafuti descarga datos del dendrómetro conectado a una afrormosia (‘Pericopsis elata’), la segunda especie de madera noble más exportada de la República Democrática del Congo. Los datos indican cómo reaccionará al calentamiento global. “Estudios de base como este pueden evitar grandes meteduras de pata a la hora de gestionar los bosques”, afirma el experto asociado Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) Nils Bourland. Entre los países importadores de afrormosia se cuentan Francia, Alemania y Bélgica. A. Fassio (Cifor) La ingeniera forestal Hulda Riziki, del proyecto Forest, que busca preservar este enclave único, muestra un ejemplar joven de afrormosia en una plantación experimental, en Kisangani. La especie apenas se está regenerando en condiciones naturales. “La industria maderera podría utilizar los resultados de nuestro estudio para establecer plantaciones de afrormosia en tierras degradadas”, explica Riziki, una exponente de la nueva –y muy necesaria— generación de expertos forestales congoleños. G. Pallarès Dos operarios de la empresa maderera CFT conversan al pie de ejemplares centenarios, en Kisangani. La compañía colabora con los científicos acogiendo la plantación experimental de afrormosia supervisada por Riziki. “Nos interesa invertir en la sostenibilidad del recurso a largo plazo, por que de ello depende también el futuro de nuestro negocio”, señala Cécile, responsable de los viveros en CFT. G. Pallarès El doctorando Nestor Luambua es uno de los 220 jóvenes que han cursado estudios de tercer grado en ciencias forestales con el apoyo del proyecto Forest, la UE y la Universidad de Kisangani (Unikis). Luambua pasa semanas seguidas en el corazón de la segunda mayor selva del planeta: “Cuando vivo en el bosque tropical puedo olvidarme de todo y volcarme por completo en la investigación”, comenta. Su trabajo ayudará a predecir el efecto del calentamiento global en especies como la afrormosia. En la imagen, en Yangambi. G. Pallarès Un miembro de la expedición de Luambua marcha por el curso de un riachuelo, un camino natural hacia el interior del bosque tropical, en Yangambi. La cuenca del Congo tiene unas 10.000 especies de plantas, un tercio de las cuales no existe en ningún otro lugar. La cuenca abarca Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial, República Centroafricana, RDC y República del Congo. G. Pallarès Luambua y sus compañeros pasan la noche en ‘biocampamentos’ instalados en plena selva en Yangambi: basta una lona para protegerse de la lluvia tropical, catres armados con ramas y un saco de arroz tensado a modo de colchón. La vida en el campamento puede ser reconfortante, pero también rutinaria. G. Pallarès La cena en el 'biocampamento': pescado seco rehidratado en un arroyo próximo, tomate concentrado y una masa de maíz y casaba. El responsable se encarga de mantenerlo limpio y aprovisionado para los equipos científicos. G. Pallarès Un experto pule secciones de tronco en el primer laboratorio de biología de la madera de África subsahariana, que acaba de abrir en la Estación de Investigación de Yangambi. “Ahora podemos recoger muestras en el bosque y analizarlas de inmediato, sin tener que transportarlas a lugares como Europa”, se congratula el doctorando Chadrak Kafuti. A. Fassio (Cifor) El bosque tropical regula los patrones hídricos en la cuenca del Congo, la mayor de África y la segunda del mundo después de la del Amazonas. El río también es la autopista por la que se transportan mercancías como el carbón vegetal y las planchas de madera recién cortadas. En la imagen, Yangambi. G. Pallarès Como decenas de estudiantes, Jean-Luc Jordan utiliza el jardín botánico de la Unikis como biblioteca al aire libre para preparar sus exámenes, en Kisangani. En 2005, solo había seis investigadores con máster o doctorado en ciencias forestales en toda la RDC, pero ahora está emergiendo una nueva generación de expertos en gestión sostenible de bosques tropicales. G. Pallarès Un hombre descarga una plancha de madera de unos 150 kilos procedente de la tala artesanal no regulada, en Kisangani. Son muchos los jóvenes que consumen drogas para soportar el dolor físico que les ocasiona este trabajo. “Estimamos que la mitad de la madera que se produce en la cuenca del Congo procede del sector artesanal”, señala el responsable del proyecto Forest y experto de Cifor, Paolo Cerutti. G. Pallarès