El ayudante de Gina Lollobrigida, imputado por aislarla, manipularla y expoliarla
La Fiscalía de Roma acusa a Andrea Piazzolla, de 32 años, de aprovecharse de la actriz durante cinco años “abusando de su estado de debilidad mental”
La batalla sin cuartel que la actriz italiana Gina Lollobrigida, de 92 años, libra con su familia por la gestión de su fortuna desde hace cuatro años ha entrado en una nueva fase. La Fiscalía de Roma ha pedido llevar a juicio al joven asistente de la actriz, Andrea Piazzolla, que fue denunciado por el hijo y el nieto de la diva, por embaucarla para saquear su fortuna, “aprovechando su estado de debilidad psíquica”, tal y como confirma a este periódico el abogado de los familiares, Michele Gentiloni. El letrado también explica que Piazzolla está acusado de aprovecharse de una persona incapacitada. Un juez deberá decidir en una vista preliminar con las partes que se celebrará en los próximos meses, “antes de diciembre”, si acepta la petición de la Fiscalía e inicia el juicio o si por el contrario, la desestima.
La denuncia del único hijo de la actriz, Milko Skofic, y su nieto Dimitri, a la que más tarde se sumó su exmarido, el empresario español Javier Rigau, derivó en una larga guerra en los tribunales y en los platós de televisión.
La Fiscalía de Roma, en el sumario de la investigación que concluyó el pasado marzo y al que ha tenido acceso EL PAÍS, acusa a Piazzolla de embaucar a la actriz para despojarla de su patrimonio, aprovechándose de su vulnerabilidad y de su incapacidad para percibir correctamente la realidad y “abusando de su estado de debilidad mental”. Atendiendo a las conclusiones de la fiscal Eleonora Fini, el exasistente, de 32 años, aisló y manipuló a la diva para conseguir que lo nombrara administrador de la sociedad que gestiona todos sus bienes. Una vez alcanzado este objetivo, el joven supuestamente puso en marcha una operación de saqueo que duró desde 2013 hasta 2018.
Coches de gran cilindrada, transferencias de cinco ceros, vacaciones de lujo y gastos astronómicos pusieron sobre aviso a los familiares de la artista y sirvieron de hilos de los que tirar para la Fiscalía. Los investigadores, tal y como consta en el documento, datado el pasado 20 de febrero, descubrieron que en 2015 Piazzolla vendió tres apartamentos que la actriz tenía en la mítica plaza de España de Roma por más de dos millones de euros. También que había gastado en total más de un millón de euros de la musa italiana del cine. Entre otras cosas, Piazzolla realizó diversas extracciones de dinero en efectivo de alto valor, una de ellas de 58.000 euros. Además, compró varios coches de lujo, como un Ferrari valorado en 300.000 euros que después vendió para traspasar el importe de la operación a una cuenta a nombre de sus padres.
El año pasado, el juez romano que dirigía la investigación preliminar decretó el embargo preventivo de los bienes de la actriz que estaban a nombre de Piazzolla y que él administraba. Ella respondió con una entrevista en Il Corriere della Sera en la que aseguraba estar “muy lúcida” y eximía a su asistente de las acusaciones: “No consiento a nadie que cuestione mis elecciones en la gestión de mis negocios. Mi vida es mía, trabajo desde que tengo 18 años y siempre he cuidado de mí misma”. También acusaba a su hijo de su falta de relación: “Junto a mí está Andrea porque Milko no está”.
Según su abogado, los parientes de Lollobrigida, que también acusan al asistente de inducir a la actriz al aislamiento de sus allegados, “están satisfechos con el trabajo de la Fiscalía y confían en que el juez declare a Piazzolla responsable de los delitos que se le imputan”.
Andrea Piazzolla, de 32 años, llegó a la vida de la diva cuando tenía 24 años y ella 86. Pasó de ser su asistente, a su confidente y, más tarde, administrador de la inmensa fortuna que la actriz ha amasado a lo largo de más de cinco décadas de trabajo en el cine y la televisión en Italia y en Hollywood.
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