Mariah Carey ocultaba sus cirugías estéticas pagando con la tarjeta de sus empleados

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De compras de lujo en las que se dejaba miles y miles de euros hasta caras operaciones de cirugía estética. Los gastos que Mariah Carey no quería que salieran a la luz, por uno u otro motivo, los pagaba a través de las tarjetas de crédito de sus empleados. 

Así lo cuenta ahora en exclusiva el diario británico The Daily Mail, que ha obtenido esta información de "fuentes familiarizadas con la cantante". Una de esas fuentes afirma que "Mariah nunca quiere que la gente sepa acerca de sus compras, así que las cargaba a las tarjetas de Lianna o de Stella", en referencia a su antigua asistente, Lianna Shakhnazaryan, y quien fue su representante, Stella Bulochnikov. Obviamente, la propia Carey tiene sus tarjetas de crédito, "pero su equipo de gestión de negocio sólo le permite llevar una a causa de sus gastos, porque siempre gasta mucho, tanto que llegaría rápidamente al máximo", relatan las mismas fuentes.

Así, aseguran que todo su equipo "incluidos sus guardias de seguridad o sus niñeras", cargan ese tipo de gastos en sus tarjetas, aunque luego se les reembolsan. Los gastos son de todo tipo: desde algo tan pequeño como un almuerzo en una hamburguesería ("hasta para el McDonald's de los niños, nunca llevaban dinero ni efectivo") a gastos como relleno de glúteos, con un coste de 10.000 dólares —8.900 euros—, o un tratamiento reafirmante para cuello y mandíbula de 8.900 dólares  —7.900 euros— que realizaba en una clínica de Beverly Hills y cuyo titular de la factura lleva como pseudónimo "Stella Carey". En ese caso de la clínica estética, la factura total supera los 29.000 euros y está fechada en abril de 2017.

El diario británico también muestra otra factura de tratamientos estéticos por valor de 7.900 dólares (más de 7.000 euros) cuya pagadora es Lianna Shakhnazaryan pero cuya beneficiaria es supuestamente, Margot Channing, que es el nombre del personaje de Bette Davis en la película Eva al desnudo.

Otros gastos que se cargaron a las tarjetas de sus asistentes son lujosas noches de hotel o compras en ciudades europeas durante las giras de la cantante, así como compras navideñas por más de 50.000 euros en tiendas de Gucci, Louis Vuitton, Ermenegildo Zegna o Dolce&Gabbana. También están apuntados otros gastos corrientes, como una factura de 200 euros en un supermercado ecológico.

Mariah Carey ha tenido problemas legales con sus empleados. A principios de este año resolvió una demanda de acoso sexual que había presentado su exrepresentante y que se había hecho pública en abril de 2018, en la que su antigua empleada la acusaba de estar "constantemente desnuda delante de ella".