Un Gran Tipo

No soy político ni periodista. Así que no voy a hablar de que Alfredo Pérez Rubalcaba era un político de raza, sagaz, integro, hábil, fiel. No voy a decir que en su etapa de dirigente de la educación creo la ley más importante de la historia de España en la materia. No voy a escribir que después de muchos intentos por diferentes Gobiernos, presidentes, policías, diplomáticos y ministros del interior, fue él el que con estrategia y habilidad, y siempre con la ley en la mano acabó con ETA. Algo que no oigo decir con la suficiente contundencia. Tampoco voy a agregar que bajo su función como ministro del Interior bajó drásticamente el índice de muertes en carretera. Otra tragedia a la que nadie le había podido torcer el brazo en décadas. Tampoco comentaré que su sentido de la fidelidad con su partido, del que se sentía un soldado, le llevó a asumir la derrota como nadie y sacrificarse para evitar el hundimiento. En estos tristes momentos solo diré que era una persona cariñosa, divertida, irónica, que amaba la música (su despacho siempre estaba regado de CD). Solo expresaré que era un buen amigo y que los muchos momentos y charlas que disfruté con él fueron muy enriquecedoras para mí. Solo diré que Alfredito era un Gran Tipo.

Alejo Stivel, Madrid.